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¿Qué significa la autoconfianza para el musulmán? ¿Es contraria a su necesidad por su Señor, glorificado y exaltado sea?

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Fecha de publicación : 12-01-2013

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Pregunta

¿Cómo puede un musulmán que carece de autoconfianza confiar más en sí mismo? Ha intentado muchas cosas pero no ha podido sobreponerse a su nerviosismo cuando habla con la gente. Que Dios le recompense con el bien por sus esfuerzos.

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

En primer lugar, la autoconfianza es una característica que el musulmán necesita adquirir. Pero en primer lugar debemos diferencias la autoconfianza de la arrogancia. La autoconfianza significa estar consciente de lo que Dios nos ha dado, de nuestras buenas cualidades, y esforzarnos de acuerdo a ello para lograr lo que nos beneficie. Si uno hace un mal uso de ella cae en la arrogancia y la auto admiración, que son dos cualidades destructivas. Si niegas aquellas bendiciones que se te han dado y las buenas cualidades con las que Dios te ha bendecido, te volverás holgazán y apático; debes asumir y liberar las bendiciones que Dios te haya concedido. Dios dijo (traducción del significado): 

“Que por cierto que obtendrá el éxito [en esta vida y en la otra vida] quien purifique su alma [apartándose de los pecados], y estará perdido quien la pervierta [siguiendo sus pasiones] (ash-Sháms, 91:9-10).

Es valioso señalar algo importante aquí, que es que para el musulmán, tener autoconfianza no significa que no necesita la ayuda de Dios, y no significa que no necesite de sus hermanos ni de la gente en general, para que le aconseje y le ayude. Esto es lo que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le pidió a Dios, que era: no ser dejado a su suerte (solo), ¡ni aún durante el tiempo que dura un parpadeo! 

Se narró que Abu Bakrah dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “La súplica del angustiado es: “Oh Dios, por Tu misericordia tengo esperanza, por lo tanto no me abandones a mi suerte ni aún por lo que dura el parpadeo de un ojo. Dispón de todos mis asuntos correctamente, no hay divinidad excepto Tú”. Narrado por Abu Dawud (5090); clasificado como bueno por al-Albani en Sahih Abu Dawud. 

An-Nasá'i (10405) narró de Anas, en un reporte clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih an-Nasá'i, que estas palabras deben decirse por la mañana y por la noche. 

Le preguntaron al Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él): 

“¿Cuáles son las normas sobre decir “Fulano de tal tiene autoconfianza”, o algo similar? ¿Es esto contrario a la súplica narrada en el reporte “No me abandones a mi suerte ni por el parpadeo de un ojo”? 

Él respondió: 

“No hay nada de malo con eso, porque lo que significa que alguien tiene autoconfianza es que está seguro acerca de algo. No hay duda de que las cosas pueden ser atribuidas a una persona en base a la certeza, y a veces en base a la probabilidad, y otras en base a la duda. Si dice, por ejemplo, “Estoy seguro de eso”, o “Estoy seguro de mí mismo”, o “Fulano de tal está seguro de sí mismo”, o “Está seguro de lo que está diciendo, lo que significa es que confía en ello. No hay nada de malo con esto, y no es contrario a la súplica bien conocida “No me abandones a mi suerte ni por un parpadeo”, porque la persona puede estar segura de sí misma por la ayuda de Dios, basándose en lo que Dios le ha concedido de conocimiento, habilidad, etc”. Fatáwa al-Islamíyah, 4/480. 

En segundo lugar, algunas de las cosas que pensamos que van a incrementar la autoconfianza del musulmán, son: 

1 – Poner su confianza en Dios, dependiendo de Él y buscando su ayuda. El musulmán no puede estar sin la ayuda de Dios, glorificado y exaltado sea. Como mencionamos arriba, la autoconfianza es una característica que se puede adquirir, y el musulmán necesita ayuda de su Señor. Cuando más confía él en Dios, más grande es su autoconfianza, y alcanzará altos niveles. 

Cuando Moisés (la paz sea con él) y su gente huyeron del Faraón y sus tropas, y las dos partes se vieron la una a la otra, vemos la confianza que Moisés tenía en su Señor. Dios dijo (traducción del significado): 

“Y cuando los dos grupos se divisaron, los seguidores de Moisés exclamaron: ¡Seremos alcanzados!” (ash-Shu’ará', 26:61-62). 

2 – Averiguar cuáles son nuestros puntos fuertes y fortalecerlos; qué es lo que hace bien y desarrollarlo, y los puntos débiles tratar de lidiar con ellos. 

Para desarrollar la autoconfianza es esencial mirar con gratitud lo que Dios nos ha dado en habilidades y características, para que esto nos motive a fortalecer la autoconfianza. Con respecto a los puntos débiles, debes intentar tratar con ellos y desarrollarlos, para que alcancen el mismo nivel que tus otras buenas habilidades y características. 

3 – Es muy importante para el musulmán que está buscando formas de incrementar su autoconfianza no repetir palabras negativas, tales como decir que no tiene autoconfianza y que nunca tendrá éxito.

4 – El musulmán debe ponerse metas en su vida y observar los resultados de tanto en tanto, porque la persona que tiene autoconfianza se asegurará de que su meta se cumpla en base a una buena planificación y con la ayuda de Dios. 

5 – El musulmán debe buscar compañeros honrados, porque esto le dará motivos para tener éxito y lo animará a hacer grandes esfuerzos. El compañero honrado no pasará por alto los errores y puntos débiles de su amigo; más bien, lo guiará a seguir un camino mejor. Así los buenos compañeros son uno de los factores para que el musulmán sea exitoso y tenga confianza en sí mismo. 

6 – No debe desanimarse por experiencias previas, dificultades ni fracasos anteriores, porque eso echará a perder sus esfuerzos y lo hará menospreciar sus logros. Esto no es algo que el musulmán quiera para sí mismo. 

Tercero, controlar su propio comportamiento y acciones es algo que el musulmán debe hacer, y está dentro de sus capacidades. Una parte de ello es la ira; el musulmán debe confiar en que es capaz, con la ayuda de su Señor, de librarse de los males y efectos perniciosos de la ira, y esforzarse en enmendar sus modales, disciplinándose a sí mismo para aferrarse a las normas de Dios. Esto es algo muy fácil ciertamente para quien quiere lograrlo, en tanto tenga una total determinación para completar lo que quiere lograr, disciplinándose y purificando su alma. 

En la respuesta a las preguntas No. 45647 y 658 hemos discutido algunas formas islámicas prescriptas para tratar con la ira. 

Quien quiera librarse de la ira debe apresurarse a actuar. Esto, de hecho, es lo que nos hace falta. Las palabras son muchas, pero las acciones pocas. Entonces, que el musulmán que busque purificar su alma se acostumbre a actuar, haciendo lo que Dios le ha ordenado y absteniéndose de lo que Dios le ha prohibido hacer. Así tendrá éxito, si Dios quiere.

 En la respuesta a la pregunta 22090 hemos discutido cómo el musulmán puede disciplinarse a sí mismo. 

Y Allah sabe más.

Origen: Islam Q&A