Jueves 18 Ramadán 1445 - 28 Marzo 2024
Español

Robando crédito telefónico a un Estado no musulmán

42513

Fecha de publicación : 28-02-2014

Vistas : 4009

Pregunta

He decidido preguntarle a usted acerca de un fenómeno que está muy extendido en este país, y sobre el cual muchos musulmanes se preguntan si es lícito o no lo es, y es el asunto de robar crédito telefónico. Hay un montón de estudiantes árabes en este país, y todos ellos hacen llamadas a países del otro lado del mar. Como el costo de hacer estas llamadas es muy alto, han comenzado a ir a lugares donde usar los teléfonos es mucho más barato de lo habitual. La razón para ello es que estos teléfonos están conectados a ciudadanos del país o funcionarios del gobierno. Muchos de ellos justifican esto diciendo que el gobierno de este país no es musulmán y es hostil hacia el Islam y los musulmanes, y que nosotros tenemos derecho, incluso la obligación, de corromper su economía. Entonces, ellos consideran lícito esto si se trata de teléfonos del gobierno.

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

No es permisible para los musulmanes transgredir los derechos o la propiedad de los no musulmanes, incluso del gobierno que mencionas, porque ellos les han permitido entrar a su país y les han brindado su confianza, y ustedes han jurado honrar esta confianza y no traicionarla. El musulmán no debe romper sus promesas y convenios engañando o traicionando a nadie, porque esta no es la forma de proceder de un creyente. Dios dijo (traducción del significado): 

“Cumplid con vuestros compromisos, porque se os interrogará por ellos” (Al-Isrá’, 17:34). 

“¡Oh, creyentes! Cumplid con vuestras obligaciones” (Al-Má'idah, 5:1). 

Y el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Tres son los signos del hipócrita: cuando habla, miente; cuando promete, no cumple; y cuando se confía en él, traiciona”. Consensuado por los eruditos, narrado de Abu Hurairah. En la versión narrada por Muslim se agrega: “…aun cuando rece y diga ser musulmán”. 

Y Allah es la Fuente de toda fuerza. Que Dios bendiga y otorgue la paz a nuestro Profeta Muhámmad, a su familia y a sus compañeros.

Origen: Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah li al-Iftá', 23/446