Martes 9 Ramadán 1445 - 19 Marzo 2024
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¿Cuál es el significado del reporte: “No maldigan el tiempo, porque Dios es el tiempo”?

Pregunta

Quisiera saber si el reporte del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que dice: “No maldigan el tiempo (waqt), porque Dios es el tiempo” es auténtico. Si es así, ¿cómo debe interpretarse? Estoy confundido con este asunto.

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

La palabra usada en el reporte no es ‘waqt’ (tiempo), sino ‘dáhr’ (vicisitudes del tiempo). Esta confusión puede surgir de traducciones incorrectas. Este reporte fue compilado por Muslim (5827), de Abu Hurairah. Otras versiones del reporte dicen: “No arremetan contra el tiempo (ad-dáhr), porque Dios es el tiempo”, o también “Que nadie diga ‘maldito sea el tiempo’, porque Dios es tiempo”, o también “Dios dijo: “Los hijos de Adán me ofenden y dicen “maldito sea el tiempo”, pero no deberían decir esto. Yo soy el tiempo, y Yo alterno los días y las noches, y si hubiera querido, los habría juntado”. 

Con respecto al significado del reporte, el imam An-Nawawi dijo:

“Se ha dicho que esto es una metáfora, porque los árabes solían quejarse del tiempo cuando les sucedían desastres, como la muerte, la llegada de la vejez, la pérdida de dinero, etc. Ellos decían ‘maldito sea el tiempo’, y otras frases cuestionando o quejándose por el transcurso de los acontecimientos. Entonces el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) al decir esto les prohibió maldecir el tiempo, porque implica maldecir a Aquel que hace suceder las cosas y los acontecimientos del destino. El tiempo (ad-dáhr o az-zamán) es algo que no tiene voluntad o entidad propia, sino más bien es una de las cosas creadas por Dios. La frase ‘porque Dios es el tiempo’ significa que Dios es Aquel que causa el curso de los eventos, los accidentes y los cambios, porque Él es el creador de todas las cosas. Y Allah sabe más”. Fin de la cita de Sharh Muslim, 15/3. 

Debe señalarse que el tiempo (ad-dáhr) no es uno de los nombres de Dios, sino que más bien el tiempo le es atribuido a Dios en el sentido de que Él lo creó y que Él lo controla. Algunas frases en este mismo reporte también lo indican así, como cuando Él dijo “… está en Mi mano, Yo alterno el día y la noche”. Quien alterna eventos en un proceso no puede ser el proceso mismo, sino que más bien Dios es el actor que actúa sobre el tiempo, y el tiempo está bajo Sus designios. 

Ver Fatáwa al-‘Aqídah, por el Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín, 1/163. 

Al-Háfiz Ibn Kazír dijo en su Tafsir (exégesis coránica) sobre el verso “Y dicen [quienes no creen en la Resurrección]: No existe otra vida más que la mundanal, viviremos y moriremos una sola vez, y sólo el transcurso del tiempo es lo que nos hace perecer” (Al-Jazíyah, 45:24):

“El imam Ash-Sháfi’, Abu ‘Ubaidah, y otros, han dicho en sus comentarios sobre el reporte del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) “No maldigan el tiempo porque Dios es tiempo”, que durante la época de ignorancia preislámica, si a los árabes les ocurrían alguna prueba, dificultad o desastre, solían decir ‘Maldito sea el tiempo’, atribuyéndole estos eventos al tiempo como entidad y quejándose de él. Pero Aquel que hace que los eventos sucedan es Dios, por lo tanto ellos estarían maldiciendo a Dios, que es el Único que hace que las cosas sucedan, glorificado y exaltado sea. Por lo tanto, se nos ha prohibido quejarnos sobre el tiempo de esta forma, porque Dios es Quien controla el tiempo, aun cuando los árabes atribuían estos eventos al tiempo como si fuera una entidad independiente”. Este es el mejor de los comentarios hechos en su Tafsir sobre este reporte. Y Allah sabe más. Tafsir Ibn Kazír, 4/152. 

El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Dios lo preserve) fue consultado sobre las normas acerca de quejarse de los eventos del tiempo. 

Él respondió:

“Quejarse contra el tiempo puede ser dividido en tres categorías: 

1 – Cuando la intención es dar información determinada sin culpar o condenar. Esto es permisible, tal como cuando la gente comenta: “Estamos sufriendo por el calor del día (o el frío)”, y otras expresiones similares, porque los actos son juzgados de acuerdo a sus intenciones, y en este caso la gente simplemente está describiendo lo que sucede, sin exagerar en su descontento. 

2 – Cuando una persona maldice el tiempo sin atribuirlo a un actor determinado, como cuando la gente maldice la suerte, el destino, o el hecho de que haya sucedido alguna calamidad. Esto implica claramente creencias paganas, porque se está atribuyendo la causa de los eventos a otro que a Dios, a entidades abstractas, procesos o fenómenos naturales, o se está afirmando que detrás de los eventos del destino no hay actor alguno, cuando en realidad es Dios quien ha creado todo. 

3 – Cuando la gente maldice el tiempo o el destino, aun sabiendo que Dios es Quien hace que todas las cosas sucedan. Esto está prohibido, porque implica quejarse de la voluntad de Dios o maldecirla y es contrario a lo que Dios nos ha ordenado, que es la paciencia y la perseverancia. Pero a diferencia del caso anterior en el punto 2, no implica creencias paganas ni un acto de incredulidad, porque la persona no está maldiciendo directamente a Dios. Si la persona maldijera directamente a Dios, esto constituiría un gravísimo pecado que probablemente lo convierta en un incrédulo”. Fin de la cita de Fatáwa al-‘Aqídah, 1/197. 

Otra expresión reprobable que algunas personas suelen usar es cuando la gente maldice la hora y el día en que ocurrió un suceso determinado. Este es un pecado y un discurso inapropiado para un creyente, porque implica maldecir un hecho, o en el peor de los casos, a Quien ha decretado que así sea. Además, si fuéramos a maldecir una hora y un día determinado porque sucedió tal cosa, también podríamos bendecirla porque en otra parte sucedieron otras cosas buenas. Una hora y un día no son entidades vivientes o inteligentes como para que uno pueda atribuirles responsabilidad alguna. Por lo tanto, si una persona maldice el tiempo, lo único que razonablemente podría entenderse con ello es que está maldiciendo al Creador del tiempo. 

El musulmán creyente debe estar por encima de semejantes necedades. Y Dios es el Único del que buscamos ayuda.

Origen: Sheij Muhammed Salih Al-Munajjid