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Las sahabiat (discípulas del Profeta Muhammad, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) reclamaron que sus ropas largas (abaya) se ensuciaban, y el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Lo que viene después lo purifica”. Hoy en día, si caminamos por las calles y pasamos sobre algo húmedo e impuro (nayis) y luego seguimos caminando sobre asfalto o subimos a un vehículo, ¿purifica esto la ropa? Mi pregunta es: ¿qué es lo que purifica la abaya? ¿El polvo? ¿El mero hecho de caminar por el suelo seco? ¿O qué?
Alabado sea Dios.
Esta es una de las cuestiones sobre las que existe una conocida diferencia de opinión entre los eruditos. La mayoría de los eruditos opinan que la impureza en una vestimenta o calzado sólo se retira eliminándola con agua. La escuela hanafi opina que cualquier método que se use para remover la impureza es suficiente. El Sheij del Islam Ibn Taimiah y otros eruditos modernos coincide con ellos, y esa es la opinión correcta.
Una esclava de Ibrahim Ibn Abderrahman ibn ‘Awf relató que consultó a Umm Salama, esposa del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) diciendo: “Mis ropas arrastran por el suelo y puede que pase por una superficie sucia”. Umm Salama le dijo: “El Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: ‘Lo que viene después lo purifica’” (At-Tirmidhi, 143; Abu Dawud, 383 e Ibn Mayah, 531. El hadiz fue clasificado como auténtico por Al Albani en su Sahih At-Tirmidhi).
Se cita que Abu Sa’id Al Judri (que Al-lah esté complacido con él) dijo que el Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Cuando asistan a la mezquita revísense su calzado; si ven en él suciedad o inmundicia, retírenla y pueden rezar con el calzado puesto” (Abu Dawud, 650; Al Albani lo clasificó como auténtico en su Sahih Abi Dawud).
En estos dos hadices citados, el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) instruyó a la gente remover la impureza con otros medios aparte del agua. El Sheij del Islam Ibn Taimiah dijo: “La Sunnah recomienda el uso de agua para retirar la impureza, tal como establecen las palabras del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) a Asmá’: ‘Retíralo, frótalo y luego lo lavas con agua”, lo citaron Al Bujari y Muslim. También dijo, respecto de los recipientes de los zoroastras: ‘Frótenlos y luego los lavan con agua’, lo citaron At-Tirmidhi, Abu Dawud e Ibn Maya con un isnad sahih. Esto se aplica a los recipientes de la gente de Ahlu Kitab y no a los zoroastras; y lo que dijo respecto al beduino que se orinó en la mezquita: ‘Viertan un balde de agua sobre su orina’, citado por Al Bujari y Muslim. Entonces, el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) instruyó remover la impureza con agua en algunos casos específicos, pero no legisló instrucciones generales para remover todas las impurezas con agua. En algunos casos, autorizó remover la impureza con otros medios aparte del agua, como en los siguientes:
El Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo respecto a los gatos: ‘Son de los que deambulan a su alrededor y entre ustedes’. Lo citaron At-Tirmidhi, Abu Dawud, An-Nasa’i e Ibn Mayah con un isnad sahih. Incluso con el hecho de que comen ratones y no se limpian sus bocas con agua, sino, más bien, su purificación es con su propia saliva .
Dado este caso, la opinión más correcta al respecto es que si la impureza se remueve por cualquier medio, deja de tener efecto sobre los objetos. Si una norma se legisla por una causa, ya no se aplica cuando la causa no está presente. Sin embargo, no es permitido usar comida y bebida para remover la impureza de forma innecesaria, porque es un despilfarro. En el mismo sentido, no es permitido usarlas para purificarse después de haber evacuado.
Los que dicen que la impureza solo se puede remover con agua consideran que esto es un acto de adoración, pero no es el caso. El Legislador nos instruye usar el agua en ciertos casos específicos cuando nada más puede limpiar la impureza, ya que usar bebidas beneficiosas para la gente para remover inmundicias contaminaría tales bebidas, y removerla con objetos sólidos se hace imposible, como en casos del lavado de una vestimenta, un recipiente o el piso. Sabemos también que la gente tiene agua de rosas, vinagre y otros líquidos, y no se ordena usarlos para purificar cosas.
Algunos dicen que el agua tiene cierta condición física sutil que otros líquidos no tienen, por lo que no pueden alcanzar los mismos resultados. Pero ese no es el caso, pues sabemos que el vinagre o el agua de rosas tienen efectos detergentes removiendo impurezas de los recipientes al igual que el agua pura, y a veces son más efectivos aún” (Maymu’ Al Fatawa, 21/474-476).
De lo anterior queda claro que si la mujer se mancha con alguna impureza en los bordes de su vestimenta y luego camina sobre la tierra, el asfalto, el pavimento o la calle, y eso remueve la impureza, de modo que no queda ningún rastro de ella, entonces su vestimenta queda purificada y no está obligada a usar agua para remover tal impureza.
Y Al-lah sabe más.