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Alabado sea Dios.
Los eruditos difieren acerca de la menopausia de la mujer. Algunos de ellos dicen que esto ocurre aproximadamente a los 50 años o a los 60. El punto de vista correcto es que no hay límite preciso para la aparición de la menopausia y que varía de una mujer a otra.
El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Algunas mujeres alcanzan la menopausia a una temprana edad, y otras continúan menstruando hasta después de los 60 o 70 años. Si una mujer tiene sangrados regulares mensualmente, entonces todavía es una mujer menstruante, sin importar cuál sea su situación, porque Dios dijo (traducción del significado):
“El período de espera para aquellas de vuestras mujeres que hayan llegado a la menopausia, si tenéis dudas de ello, es de tres meses, y el mismo período es para las que aún no menstrúan” (At-Talaq, 65:4), y Dios no mencionó ninguna edad en particular. Por lo tanto, la edad de la menopausia difiere de una mujer a otra.
En resumen, cuando el sangrado regular ocurre, la mujer musulmana debe hacer lo que Dios le ha encomendado”. Fin de la cita de Fatáwa Nur ‘ala ad-Darb, por el Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín, 12/123.
Basándonos en esto, si tu madre ha llegado a la edad de la menopausia, y ha cesado de menstruar, pero luego desarrolló esta afección, entonces este sangrado no es menstruación, y ella simplemente debe higienizarse, cuidarse de manchar la ropa usando alguna prenda apropiada que la proteja, y luego hacer la ablución para cada oración que vaya a rezar.
Si esto le sucedió a ella antes de la edad de la menopausia, entonces ella debe calcular los días de su período menstrual habitual, y luego dejar de rezar durante ese tiempo. Cuando ese tiempo termina, ella debe hacer la ablución mayor y comenzar a rezar nuevamente, aun si está sangrando, porque este sangrado no se considera menstrual.
Los eruditos del Comité Permanente de Jurisprudencia Islámica de Arabia Saudita dijeron:
“Si una mujer experimenta un sangrado continuo, cuando llega el momento de rezar simplemente debe lavar sus partes privadas, ponerse una tela en su ropa interior para evitar derrames o manchas, luego hacer la ablución menor y rezar. Debe hacer esto al momento de cada oración, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo que la mujer que experimentaba un sangrado vaginal irregular, “…debe hacer la ablución menor cada vez que va a rezar”. Fin de la cita de Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, 4/259.
El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) también fue consultado sobre una mujer que había alcanzado la edad de los 56 años, y cuyo período menstrual había sido irregular desde los 50. Ella sangraba 2 o 3 veces por mes, a veces durante 9 días, con una sangre parecida a la menstrual. En medio de los sangrados, ella no veía el líquido blancuzco que usualmente indica el fin de la menstruación, ni tampoco la ausencia de secreción. Cada vez que comenzaba a sangrar, ella dejaba de ayunar y de rezar. Durante este tiempo, se descubrió que ella tenía un cuerpo extraño que había crecido dentro de su útero, y los doctores dijeron que esto era lo que había causado el sangrado. ¿Qué es lo que debe hacer esta mujer con respecto a la oración, el ayuno, y las relaciones maritales? ¿Cuáles son las normas sobre los 6 años que han pasado?
Él respondió:
“Si los doctores han determinado que el sangrado es debido a una enfermedad o afección irregular, entonces ella tiene de hecho la pureza ritual y debe rezar y ayunar. Si este no es el caso, entonces lo que le está sucediendo cae bajo las normas de lo que se conoce como un sangrado vaginal irregular, y ella debe cesar de rezar y ayunar periódicamente durante el mismo tiempo en que lo hacía habitualmente con su menstruación, antes de que esto sucediera. Entonces debe rezar y ayunar aun si está sangrando, y puede mantener relaciones con su marido. Con respecto a lo que haya sucedido en el pasado, ella no debe hacer nada al respecto, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no instruyó a las mujeres que sufrían sangrado vaginal irregular a que repitieran sus oraciones previas”. Fin de la cita de Zamarat at-Tadwín, pág. 25.
Y Allah sabe más.