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Cuán a menudo un varios negocios o periódicos compiten ofreciendo ventajas para atraer al mayor número de clientes posible. Espero que usted pueda explicarme las normas sobre tomar parte en estas rivalidades, citando lo que fuera posible de los dictámenes jurídicos de eruditos bien conocidos sobre este asunto, para que pueda tener una idea acerca de ello. Quiera Dios recompensarle con el bien.
Alabado sea Dios.
Este es un tópico moderno en los mercados, debido a la competencia que existe y a la avidez de los vendedores para promocionar sus productos. Los eruditos contemporáneos difieren acerca de este punto, y hay básicamente dos puntos de vista, uno de los cuales es que esto no está permitido en absoluto, y el otro es que puede ser permisible, en tanto se reúnan ciertas condiciones. Entre aquellos que sostienen el punto de vista de que no está permitido (haram) están los eruditos del Comité Permanente de Jurisprudencia Islámica de Arabia Saudita y el Shéij ‘Abd el-‘Azíz ibn Baaz (que Allah tenga misericordia de él). Aquí siguen algunos de sus dictámenes legales.
Ellos respondieron:
Dictamen legal No. 5847. Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, 15/191.
Ellos respondieron:
“Esto acerca de lo que nos consultas no es permisible, más bien es algo malvado y una forma de apostar, lo cual Dios ha prohibido, porque implica riesgo y decepción, y consumir la riqueza de la gente ilegítimamente. Allah dijo (traducción del significado):
“¡Oh, creyentes! El vino, los juegos de azar, los altares [sobre los cuales eran degollados los animales como ofrenda para los ídolos] y consultar la suerte valiéndoos de flechas son una obra inmunda de Satanás. Absteneos de ello y así tendréis éxito.
Y se narró en un reporte auténtico que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) prohibió el engaño y las ventas con proposiciones ambiguas. Que Dios te ayude a hacer todo lo que es bueno y te facilite las cosas.
Dictamen legal No. 18324. Fatáwa al-Láynah, 15/195.
También le consultaron al Comité:
“¿Cuáles son las normas sobre los premios que ofrecen algunas compañías telefónicas para incentivar a los clientes a llamar más de una vez?”
Ellos respondieron:
“El premio ofrecido a los clientes que usan teléfonos públicos en centros no es permisible, porque implica una forma de apuesta y apropiarse de la riqueza de la gente ilegítimamente por medio del engaño, para promocionar el uso de teléfonos e incrementar las ganancias de la compañía con eso, como también la rivalidad que surge entre los propietarios de los centros mismos, y entre los consumidores. Allah dijo (traducción del significado):
“¡Oh, creyentes! El vino, los juegos de azar, los altares [sobre los cuales eran degollados los animales como ofrenda para los ídolos] y consultar la suerte valiéndoos de flechas son una obra inmunda de Satanás. Absteneos de ello y así tendréis éxito.
91. Satanás sólo pretende sembrar entre vosotros la enemistad y el odio valiéndose del vino y de los juegos de azar, y apartaros del recuerdo de Allah y la oración. ¿Acaso no vais a absteneros” (al-Má'idah 5:90-95).
Dictamen legal No. 19560. Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, 15/196.
Le hicieron al Shéij ‘Abd el-‘Azíz ibn Baaz la siguiente pregunta: “En nuestra ciudad hay una asociación cooperativa que tiene en exposición automóviles en la entrada de su sucursal; quien les compra algo a ellos de cien dirhams o más, se le da un ticket ‘gratis’ que dice “vale por cien dirhams”. Luego de eso hacen un esquema en el cual la persona favorecida, según ellos dicen, se le dará el automóvil que tienen en exposición. Mi pregunta es:
91. Satanás sólo pretende sembrar entre vosotros la enemistad y el odio valiéndose del vino y de los juegos de azar, y apartaros del recuerdo de Allah y la oración. ¿Acaso no vais a absteneros” (al-Má'idah 5:90-95).
Las autoridades y eruditos en Fuyairah y en otras partes deben denunciar estos concursos y advertir contra ellos, porque esto va contra el Libro de Dios y es también una forma de apropiarse ilegítimamente del dinero de la gente. Que Dios nos bendiga con la guía y el apego a la verdad”.
El precio de los bienes comprados debe ser un precio real, es decir, el precio no debe elevarse a causa del premio. Si el producto es más caro porque obtiene un premio al comprarlo, entonces es una apuesta y no es permisible.
Y Allah sabe más.