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Hola. Vivo en un hogar judío pero hace mucho tiempo que estoy aprendiendo sobre el Islam y el Corán. Creo que el Islam es el camino correcto, y quiero saber más sobre él y quizás convertirme en musulmán. ؟Qué debo hacer?
Alabado sea Dios.
Usted puede ser un joven a quien Allah le desea el bien. Lo admiramos porque, a pesar de vivir en una familia judía, ha leído sobre el Islam y el Corán por un tiempo, y piensa que el Islam es la religiَn verdadera. Es un gran logro y un paso importante por el que merece ser alentado.
Su bْsqueda de la verdad a su edad demuestra que su razonamiento es firme y que sus pensamientos son correctos. Por lo tanto lo felicitamos por la manera en la que piensa, y le recomendamos que lea más y busque buenos sitios islámicos en Internet. En este portal encontrará mucha informaciَn y respuestas a las preguntas de personas cuyas circunstancias son similares a las suyas. Ahora meditemos sobre la historia de un joven judío que viviَ en el tiempo del Profeta del Islam, Muhammad (paz y bendiciones de Allah sean sobre él):
De Anas (que Allah esté complacido con él): Un joven entre los judíos solía servir al Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean sobre él). El joven se enfermَ, y el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean sobre él) vino a visitarlo cuando estaba en su lecho de muerte. Lo invitَ al Islam, y el joven mirَ a su padre, que estaba de pie al lado de su cabeza. Su padre dijo: “Escucha a este hombre”. Por lo tanto el niٌo se convirtiَ en musulmán, y luego muriَ. El Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean sobre él) se despidiَ de él diciendo: “Alabado sea Allah, quien lo ha salvado del fuego del Infierno”. (Informado por Iman Ahmad, 12896; también narrado en Sahih al-Bujari, 1268). Por lo tanto dé un paso adelante y abrace el Islam como hizo su predecesor, para que quede a salvo del Infierno y gane la victoria del Paraíso, tan grande como el cielo y la tierra. También queremos contarle la siguiente historia que contiene una lecciَn importante y un informe conmovedor de un joven que buscaba la verdad, y que Allah lo ayudَ a encontrarla:
El Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean sobre él) dijo: “Había un rey de los pueblos pasados que tenía un mago. Cuando el mago envejeciَ, le dijo al rey: “He envejecido, por lo tanto envíame un joven a quien le pueda enseٌar magia”. El rey le enviَ un joven, y le enseٌَ magia. Este joven pasَ al lado de un monje, se sentَ con él, lo escuchَ y le gustَ lo que dijo. Cuando llegَ hasta donde estaba el mago, éste lo golpeَ por llegar tarde. El niٌo se quejَ ante el monje, quien le dijo: “Si le temes al mago, dile que llegaste tarde por tu familia y si temes a tu familia, diles que llegaste tarde por el mago”. Mientras le decía esto, se encontrَ con una gran bestia que bloqueaba el camino de las personas. él dijo: “Hoy sabré si es mejor el monje o el mago”. Luego tirَ una piedra y matَ a la bestia y las personas retomaron su camino. Fue con el monje y le contَ lo que había pasado. El monje le dijo: “Oh, hijo mío, hoy en día eres mejor que yo, has alcanzado tal nivel que ahora serás probado. Si eres probado, no le digas a nadie sobre mí”.
El joven comenzَ a curar a los ciegos y leprosos, y a curar a las personas de todo tipo de enfermedades. Uno de los cortesanos del rey, que estaba ciego, oyَ sobre él y por lo tanto le enviَ muchos obsequios y le dijo: “Todo lo que he apilado aquí es para ti, si me curas”. El joven dijo: “No sano a nadie, es Allah quien sana. Si crees en Allah y lo invocas, él te sanará”. Entonces él creyَ en Allah y Allah lo curَ. Luego fue donde el rey y se sentَ con él como siempre había hecho. El rey le dijo: “؟Quién te devolviَ la vista?”. él respondiَ: “Mi Seٌor”. El rey insistiَ: “؟Tienes otro seٌor aparte de mí?”. él dijo: ‘Mi Seٌor y vuestro Seٌor es Allah”. Por lo tanto el rey lo tomَ y lo torturَ hasta que le dijo sobre el muchacho. Por eso el muchacho fue llevado hacia el rey, quien dijo: “Oh, hijo mío, he oído sobre tu magia, que curas a los ciegos y leprosos, y que haces tal y cual cosa”. El joven respondiَ: “No sano a nadie, es Allah Quien sana”. Entonces lo torturَ hasta que le dijo sobre el monje. Trajeron al monje ante el rey y le dijeron: “Abandona tu religiَn”, y él se negَ. Por lo tanto se trajo un serrucho, se lo pusieron sobre su cabeza y fue cortado en dos. Luego trajeron al joven y le dijeron: “Abandona tu religiَn”, y él se negَ. El rey lo entregَ a un grupo de soldados y dijo: “Llévenlo a tal montaٌa. Cuando lleguen a la cima, si abandona su religiَn (entonces déjenlo libre), de lo contrario tírenlo”. Luego lo llevaron hasta la cima de la montaٌa y el joven clamَ: “Oh Allah, protégeme de la manera que te plazca”. Entonces la montaٌa temblَ y los soldados cayeron, y el joven volviَ caminando hasta el rey. El rey le preguntَ: “؟Qué sucediَ con mis soldados?” él respondiَ: “Allah me protegiَ de ellos”. Luego el rey lo entregَ a otro grupo de soldados, y dijo: ‘Pَnganlo en un barco, luego llévenlo a mar abierto. Si abandona su religiَn (entonces déjenlo en paz), de lo contrario tírenlo por la borda. Lo llevaron a alta mar y el joven clamَ: “Oh Allah, protégeme de la manera que te plazca”. El bote se dio vuelta y se ahogaron, excepto el joven que regresَ caminando hasta el rey. El rey le preguntَ: “؟Qué le sucediَ a mis soldados?”. él respondiَ: “Allah me protegiَ de ellos”.
El joven le dijo al rey: “No podrás matarme a menos que hagas lo que te diga”. El rey preguntَ: “؟Qué es eso?”. él respondiَ: “Junta a las personas en un lugar y átame al tronco de un árbol, luego toma una flecha de mi aljaba y ponla en tu arco. Luego di: “En el nombre de Allah, el Seٌor del joven” y arrَjala. Si lo haces, me matarás”.
Entonces el rey juntَ a las personas en un lugar, atَ al joven en el tronco de un árbol, tomَ una flecha de su aljaba y la puso en su arco. Luego dijo: “En el nombre de Allah, el Seٌor del joven” y la arrojَ. La flecha golpeَ su sien, éste puso su mano en su sien y muriَ. La gente dijo: “Creemos en el Seٌor del joven, creemos en el Seٌor del joven, creemos en el Seٌor del joven”. Un soldado se acercَ al rey y le dijo: “؟Ve a lo que usted le temía? Por Allah, lo que usted temía ha sucedido ahora”.
Entonces ordenَ a sus soldados cavar zanjas en las intersecciones de las calles, y se cavaron y se prendiَ fuego en ellas. Luego dijo: “Aquel que no abandona su religiَn, será arrojado dentro de las zanjas” o se dijo: “Tírense ustedes mismos”. Lo hicieron hasta que llegaron a una mujer que tenía un bebé con ella. Le dio miedo tirarse, pero el bebé le dijo: “Oh madre, ten paciencia, ya que estás en el camino correcto”. (Informado por Muslim en su Sahih, 5327).
Luego de contar esta conmovedora historia sobre un joven que descubriَ la verdad, creyَ en ella y se adhiriَ a ella, nos gustaría decirle que si piensa que su familia lo molestará si se convierte en musulmán, entonces puede mantener su Islam en secreto y hacer sus oraciones en secreto, hasta que Allah le conceda una salida, ya que él le encontrará el mejor camino. Lo recibimos como lector e interrogador, y como un futuro hermano en el Islam, in sha Allah.