Persistir en el pecado.

Alabado sea Dios.

 En primer lugar, si una persona comete un pecado una y otra vez, su pecado será perdonado cada vez si a continuación se arrepiente, y si su arrepentimiento es sincero. La evidencia de que es permisible arrepentirse cada vez es el hecho de que aquellos que apostataron del Islam en el tiempo de Abu Bákr fueron traídos de vuelta al Islam por Abu Bákr y aceptó su reingreso, aunque sabía que ellos habían sido incrédulos, luego entraron al Islam, volvieron a la incredulidad, y luego entraron de vuelta al Islam. Todos los compañeros del Profeta aceptaron su arrepentimiento a pesar de que lo que los apóstatas habían hecho era peor que lo que un musulmán pecador hace. Por lo tanto el arrepentimiento de un musulmán pecador, aún si peca repetidas veces, es más probable que sea aceptado que el arrepentimiento de un incrédulo.

 Pero lo que estamos mencionando está sujeto a la condición de que en ambos casos el arrepentimiento sea sincero y de corazón, no simplemente una manifestación exterior.

 No debe entenderse por lo que estamos diciendo que animamos a la gente a pecar y que es recomendable hacerlo una vez tras otra, o que el musulmán deba tomar la misericordia de Dios y el hecho de que Él acepte el arrepentimiento como una excusa para tomarse los pecados a la ligera. No, nuestra intención es, por el contrario, y de acuerdo con las enseñanzas del Profeta, animar a cada pecador a arrepentirse siempre luego de cada pecado, sin importar cuántas veces peque, y sin desesperar de la misericordia de Dios. Que cada musulmán que quiere volver a Dios y encontrar en Él la paz lo haga, que sepa que las puertas de la misericordia de Dios están siempre abiertas, y que el perdón de Dios es siempre más grande que el pecado, por lo tanto el musulmán no debe desesperar de la misericordia de Dios, debe persistir en retornar a Él.

 Al-Bujari (7507) y Muslim (2758) narró de Abu Hurairah que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo que su Señor dijo: “Mi servidor comete un pecado, entonces dice “Oh, Dios mío, perdóname”. Entonces Dios dice: “Mi servidor ha cometido un pecado, pero él sabe que tiene un Señor que perdona y anula los pecados. Entonces Yo perdono a Mi servidor”. Luego él comete un pecado nuevamente, y dice: “Oh, Dios, perdóname por mi pecado”. Entonces Dios dice, ““Mi servidor ha cometido un pecado, pero él sabe que tiene un Señor que perdona y anula los pecados. Entonces Yo perdono a Mi servidor”. Luego comete otro pecado, y dice, “Oh Dios mío, perdóname”. Entonces Dios dice, “Mi servidor ha cometido un pecado, pero él sabe que tiene un Señor que perdona y anula los pecados. Entonces Yo perdono a Mi servidor”…”.

 Al-Háfiz Ibn Ráyab al-Hanbalí dijo:

 “Ibn Abi Dunia narró con su cadena de transmisión que ‘Ali dijo: “El mejor de ustedes es el que cuando es tentado se arrepiente (es decir, que cada vez que es tentado por este mundo, se arrepiente)”. Le preguntaron, “¿Y qué si peca nuevamente?”, y él dijo, “Debe pedir perdón a Dios y arrepentirse”. Le preguntaron, “¿Y si peca otra vez?”, y él respondió, “Debe pedirle perdón a Dios y arrepentirse”. Y le preguntaron, “¿Hasta cuándo, cuántas veces?”. Él respondió, “Hasta que Satanás es derrotado”.

Ibn Máyah narró un reporte conocido de Ibn Mas’ud, que dice: “Quien se arrepiente de sus pecados es como si no los hubiera cometido”. Clasificado como bueno por al-Albani en Sahih Ibn Máyah, 3427.

 Se le dijo a al-Hásan: “¿No deberíamos sentirnos demasiado avergonzados como para pedir perdón a Dios por nuestros pecados, volver a pecar, pedirle perdón, y luego volver a pecar, y así sucesivamente?”. Y Él respondió: “Satanás quiere que ustedes pensaran eso, entonces, no se cansen de pedir perdón”.

 Y se narró también que él dijo: “Yo creo que esta no es otra que la actitud de los creyentes, es decir, que cada vez que pecan, se arrepienten”.

 ‘Umar ibn ‘Abdel ‘Azíz dijo en su sermón: “Oh, gente, quien comete un pecado, que busque el perdón de Dios y que se arrepienta. Si lo hace nuevamente, que busque el perdón de Dios y que se arrepienta, y si lo hace nuevamente, que busque el perdón de Dios y que se arrepienta. Porque el pecado cuelga (como un yugo) del cuello de la persona, y la condenación proviene de persistir en el pecado”.

 Lo que esto significa es que una persona inevitablemente cometerá los pecados que se ha decretado que cometa, como el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Para cada hijo de Adán se ha escrito su parte en la fornicación, y esto inevitablemente le sucederá”. Narrado por Muslim, 2657.

 Pero Dios ha ofrecido a la gente una salida de los pecados que cometen y el pecado es borrado a través del arrepentimiento y la búsqueda de Su perdón. Si la gente hace eso entonces se librarán del mal del pecado, pero si persisten en él, entonces serán condenados.

 Yami’ al-‘Ulúm wal Ahkám, 1/164-165.

 Y Allah sabe más.