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El aqtab y abdal en el pensamiento sufi

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Fecha de publicación : 18-06-2011

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Pregunta

He oído sobre lo que se conoce como abdal y aqtab. ¿Existen realmente entre nosotros? El reporte “No ultrajen a la gente de Siria, porque son abdal entre nosotros”, ¿es auténtico?

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

Alabado sea Allah

En primer lugar, de acuerdo a la Gente de la Comunidad y la Tradición Profética, el wali (en el sentido de un amigo cercano de Dios) es definido por Dios, glorificado y exaltado sea, en Su Santo Libro, donde Allah dijo (traducción del significado): 

“Por cierto que los creyentes sinceros no temerán ni se entristecerán [el Día del juicio]. Éstos creyeron y fueron piadosos. Ellos serán complacidos en esta vida y en la otra. La promesa del Allah es inalterable. Ése es el triunfo grandioso” (Yunus 10:62-64).

Este verso afirma que el wali (amigo cercano) de Dios es el creyente piadoso que Le teme, quien ama a Dios y apoya Su religión verdadera, busca complacerlo, y se apega a los límites que Él ha dispuesto apoyando la ley que Él reveló. Es uno de los servidores de Dios, y no está más allá de Su control y autoridad, más bien, no tiene siquiera el poder de beneficiarse o dañarse a sí mismo, y no conoce lo que Dios ha decretado para él. Este es el wali o amigo cercano de Dios de acuerdo a la Gente de la Comunidad y la Tradición Profética, los musulmanes ortodoxos.

La forma en que una persona puede alcanzas este estatus es realizando sus deberes obligatorios, luego realizando actos de culto voluntarios, hasta que Dios lo ama, y entonces será un verdadero amigo Suyo. Un reporte auténtico dice:

”Cuando Dios ama a una persona, Él llama a Gabriel (la paz sea con él) y le dice: “Amo a tal y tal, por lo tanto, ámalo”. Entonces Gabriel lo ama, y le comunica a la gente de los cielos “Dios ama a fulano de tal, por lo tanto, ámenlo”. Y así la gente de los cielos lo ama y él encuentra aceptación en la Tierra”. Narrado por Muslim, 2637. 

Segundo, con respecto a la definición de wali entre los sufíes, es otra, un significado innovado que es diferente de la forma en se entiende entre la Gente de la Comunidad y la Tradición Profética. Entre ellos el wali o amigo cercano de Dios es alguien que Dios ha escogido, aún si no tiene las características de rectitud y piedad que lo cualificarían para ser amado por Allah. El estatus del wali, según su punto de vista, es una forma de don divino que se le ha dado sin razón y sin sabiduría. Por eso ellos creen que los malhechores, los locos y la gente inmoral, son amigos cercanos de Dios simplemente porque realizan proezas extraordinarias, tales como golpear sus cuerpos con cuchillos, jugar con fuego o serpientes, etc. Ellos también incluyen entre los amigos cercanos de Dios a gente que bebe alcohol y comete fornicación, y dicen: “Es un verdadero wali, no puede ser afectado por el pecado”. 

Y no se detienen ahí en su definición de wali: también dicen que los walis controlan el universo; que dicen “Sé”, y es. En su punto de vista, cada wali ha sido designado por Dios para controlar algún aspecto de la creación. Cuatro walis están sosteniendo la Tierra por sus cuatro esquinas, y ellos son llamados los awtad (literalmente, estacas de la Tierra). Otros siete walis controlan cada uno de los siete continentes del mundo, y son llamados los abdal (porque cuando uno de ellos muere, otro toma su lugar [badalahu en árabe]). Hay varios walis en cada región: treinta o cuarenta en Egipto, y un número similar en Siria e Iraq, cada uno designado a cargo de algo. Por encima de todos ellos está un wali que es llamado el qútb al-ákbar (literalmente, el gran eje), o el ghawz (fuente de ayuda), y él es quien controla los asuntos del reino entero. Así ellos creen en un reino invisible que controla los asuntos de la humanidad como un Estado político. Este estado es conducido por el qútb o el ghawz, seguido por dos imames o ministros, luego por cuatro awtad, y por siete abdal.

Este es el concepto de los walis que sostienen muchos sufíes, y no tiene nada que ver con el concepto islámico de wali o amigo de Dios que es mencionado en el Corán. El wali en el Islam es una persona a quien Dios ha guiado y ayudado, y que ha ganado la complacencia de su Señor a través de la obediencia a las normas de la ley islámica; él teme que pueda caer en la hipocresía y tener un mal final, y no sabe si Dios aceptará sus obras o no. Pero ellos le han atribuido a los walis características divinas por medio de las cuales dicen que controlan algún aspecto del universo, y se dan el lujo de ignorar algún aspecto de la ley islámica, y los ángeles según dicen están sujetos a su voluntad.

El principio básico de la concepción sufi es tomado de la antigua Grecia, que está basada en la idea del politeísmo. El primero en proponer la idea del concepto sufi de los walis al final del tercer siglo después de la Héyirah fue Muhámmad ibn ‘Ali ibn al-Hásan at-Tirmidhi, que era llamado al-Hakím (el sabio). No es el mismo imam que escribió una conocida complicación de reportes que conocemos como Sunan at-Tirmidhi. Luego de eso sus puntos de vista se hicieron bien conocidos y los libros de sus líderes están llenos de estas ideas. Reportar todo lo que ellos han dicho acerca de este punto y todas sus falsas creencias sería demasiado extenso. Pero para que nadie piense que les estamos atribuyendo cosas que no son verdad, aquí siguen los nombres de algunas de sus fuentes, y encontrarás que lo que hemos mencionado es lo menos horrendo de sus ideas. Ver: al-Futuhát al-Makkíyah, por Ibn ‘Arabi (2/455, 537); al-Iawaqit wa al-Yawáhir por ‘Abdel Wahháb ash-Sha’rani (2/79); al-Mu’yám as-Sufi por Su’ád al-Hákim (189-191, 909-913). Para referencias de la Gente de la Comunidad y la Tradición Profética, ver: al-Fíkr as-Sufi, por el shéij ‘Abd er-Rahmán ‘Abd el-Jáliq (343-383).

Tercero:
El reporte mencionado en tu pregunta es un reporte débil (da’íf), no está completamente autenticado. No hay ninguna narración auténtica que mencione nada acerca de los grados de los walis, tal como lo conocen los sufíes. 

Ibn al-Qayím (que Allah tenga misericordia de él) dijo en al-Marar al-Munif (136):

”Los reportes acerca de los abdal, aqtáb, aghwáz, nuqabá', y awtád, son todos falsamente atribuidos al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Lo más cercano de ello es el reporte que dice “No ultrajen a la gente de Siria, porque entre ellos están los abdal; cada vez que uno de ellos muere, Dios lo remplaza con otro”. Esto fue narrado por Áhmad, pero no es auténtico tampoco, porque es munqati’”. Fin de la cita.

Para más información sobre los reportes que se han narrado acerca de esto y una explicación de por qué son reportes débiles, por favor, consulta al-Maqálat al-Qisar, por Abu Muhámmad al-Alfi, 69-81. 

Le preguntaron al shéij al-Islam Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) acerca de un reporte que fue narrado acerca de los abdal, ¿Es auténtico o munqati’, y estuvieron los abdal sólo en Siria o hubo abdal en cualquier parte en que el Islam se estableció de acuerdo al Corán y la Sunnah, tanto en Siria como en otras partes? ¿Es verdad que un wali podría estar presente entre un grupo aunque su cuerpo estuviera ausente? ¿Qué dijeron los sabios acerca de los nombres usados por algunos de ellos, que dicen ser religiosos y virtuosos, y que dicen que son Ghawz al-Aghwáz, sea Qútub al-Aqtáb, Qútub al-‘Álam, Qútub al-Kabír, Játim al-Awlíya'?”. 

Él (que Allah tenga misericordia de él) respondió:
”Los nombres que están en circulación entre muchas de las personas piadosas y gente común, tal como el ghawz que está en Meca, los cuatro awtad, los siete aqtab, los cuarenta abdal, y los trescientos nuyubá', estos son nombres que no se encuentran en el Libro de Dios, y han sido narrados del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) a través de una cadena de transmisión auténtica ni tampoco débil, excepto por la palabra abdal, acerca de los cuales hay un reporte sirio, cuya cadena de transmisión es munqati’; narrado por ‘Ali ibn Abi Tálib (que Allah esté complacido con él), y atribuido al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), quien habría dicho: “…porque entre ellos (la gente de Siria) están los abdal; cada vez que uno muere, Dios lo remplaza por otro”. Estos nombres no se encuentran tampoco entre las palabras de los rectos sucesores (sálaf) en la forma aquí mencionada, no han sido narradas de esta manera y con estos significados de alguno de los shéijs aceptados por la comunidad en general. Han sido narradas en esta forma por algunos de los shéijs, que las mencionaron ya sea citándolas de otros o sin confirmar si eran ciertas. Sobre la frase al-Ghawz y al-Giyáz, nadie merece este título excepto Dios, quien es El Auxiliador de quienes buscan auxilio (Ghiyáz al-Mustaghizín), por lo tanto no es permisible que nadie busque ayuda de otro que Dios, ni de un ángel que está cerca Suyo ni de un profeta o enviado. Quien reclama que la gente de la Tierra puede remitir sus intereses, tal como pedir que se le evite un daño o pedir misericordia a los trescientos, y los trescientos se remiten a los setenta, y los setenta se remiten a los cuarenta, y los cuarenta se remiten a los siete, y los siete se remiten a los cuatro, y los cuatro se remiten a al-ghawz, entonces es un mentiroso que se ha desviado y un politeísta asociador. Y Dios nos dijo sobre los asociadores politeístas:

” Y cuando os alcanza una desgracia en el mar os dais cuenta que cuanto invocabais fuera de Allah no puede salvaros, y que sólo Allah es Quien puede hacerlo. Pero cuando os salva llevándoos a tierra firme os alejáis de Él, pues el ser humano es ingrato” (al-Isra', 17:67). 

“¿Acaso Quien responde al afligido cuando Le invoca, alivia los pesares y hace que vosotros os sucedáis unos a otros en la Tierra [puede equipararse a quien no es capaz de hacer nada de eso]? ¿Acaso puede haber otra divinidad junto con Allah? Realmente son pocos los que reflexionan” (an-Náml, 27:62). 

¿Cómo podrían los creyentes remitir sus asuntos vía intermediarios, cuando Dios dijo (traducción del significado):

"Y si Mis siervos te preguntan por Mí [¡Oh, Muhámmad!, diles] ciertamente estoy cerca de ellos. Respondo la súplica de quien Me invoca. Que me obedezcan pues, y crean en Mí que así se encaminarán” (al-Báqarah, 2:186)? 

Todos los musulmanes saben que ni la gente común ni los shéijs bien conocidos, remiten sus asuntos a Dios a través de estos intermediarios, ni interna ni externamente. Exaltado sea Dios por encima de toda semejanza con Su creación, tal como los reyes, y muy por encima de lo que los malhechores dicen. Esto es similar a lo que algunos shí’as dicen, que en cada época hay un imam infalible que es la prueba de Dios (Huyyát Alláh) contra los responsables, y que la perfecta fe no puede ser obtenida de otra forma. Más bien, esta secuencia y este número de intermediarios es en alguna forma como las creencias de los ismaelitas y los nusairíes, tales como as-sábiq, at-táli, an-nátiq, al-asas, al-jásad, etc., para lo cual Dios no ha revelado ninguna autoridad.

Con respecto a al-awtad, algunos dicen que tal y tal es uno de los awtad, significando por ello que por medio de él Dios establece la fe y el compromiso religioso en los corazones de aquellos a quienes Dios ha guiado hacia él, tal como la Tierra se afirma en sus “estacas”. Este significado se aplica a cada erudito que cumple con esta descripción. Cada persona por medio de por medio de quien se establece el conocimiento y la fe entre las personas es como un awtad o una gran montaña. Pero esto no está limitado a cuatro, o más, o menos que eso, más bien limitarlo al número cuatro es una idea propia de los astrólogos, de que la Tierra debe tener cuatro awtad.

Con respecto a los qútub, esto también se encuentra en las palabras “Tal y tal es uno de los aqtab, o tal y tal es un qútub”. Cada persona que es el punto focal de algún asunto religioso o mundano, ya sea abiertamente o secretamente, es el qútub de este asunto. Esto no está limitado a setenta, ni a más, ni a menos que eso. Pero quien es elogiable en este sentido es quien es el punto focal por llevar de la mejor manera posible sus asuntos religiosos y mundanos, no simplemente por llevar bien sus asuntos mundanos. Este sería el qútub de acuerdo a ellos. 

Lo mismo se aplica a la palabra badal, que es mencionada por muchos de ellos.

Con respecto a los reporte del Profeta, lo más probable es que estas no hayan sido palabras del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), porque la fe islámica existió en el Hiyaz y en Yemen antes que en Siria. Siria e Iraq eran tierras incrédulas, y luego durante el califato de ‘Ali (que Allah esté complacido con él), se probó que él dijo: “Un grupo se escindirá del cuerpo principal de los musulmanes y serán combatidos por un de los dos grupos que estará más cerca de la verdad”. ‘Ali y sus compañeros fueron los más cercanos a la verdad que la gente de Siria, quienes pelearon contra ellos. Es bien sabido que aquellos de los compañeros del Profeta que estaban con ‘Ali, tal como ‘Ammár ibn Iasir, Sáhl ibn Hunaif y otros, eran mejores que quienes estaban con Mo’awiyah. Por lo tanto, ¿cómo podríamos creer que todos los abdal, que serían lo mejor de la creación, estarían en Siria? Esto es definitivamente falso, aún cuando hay reportes bien conocidos que hablan de las virtudes de Siria y su gente, porque todos los pueblos tienen sus propias características y limitaciones. Uno sólo debe hablar en base al conocimiento y la justicia. 

Quienes hablan de badal lo explican en varias formas, tales como decir que son sustitutos de los profetas, o que cada vez que uno muere Dios lo reemplaza por otro, o que cambian sus malas actitudes, actos y creencias en buenas. Ninguna de todas esas características se limita a cuatro personas, o a más que eso, o a menos que eso, o a la gente de una sola región de la Tierra”. Fin de la cita de Maymu’ Fatáwa Ibn Taimíyah, 11/433-444. 

Cuarto, se ha mencionado en algunas de las palabras de los rectos sucesores del Profeta y de algunos de los eruditos posteriores: “Tal y tal es un abdal”. Por ejemplo, en at-Tarij al-Kabír, por al-Bujari (7/127), en la biografía de Farwah ibn Muyáhid, dice: “No dudaron que él era uno de los abdal”. Fin de la cita. Como fue narrado por ad-Daraqtuni en al-‘Ilal (6/29), el Imam Áhmad dijo: “Si alguien en Iraq fuera un abdal, sería Abu Isjáq Ibrahím ibn Hani'”. Fin de la cita. 

Pero ellos no quisieron decir con eso lo mismo que los sufíes según una terminología inventada, sino que utilizaron la palabra en su sentido lingüístico. De quien se habla en tales términos entre los eruditos es de uno de los herederos de los profetas, por virtud del conocimiento legal que posee, y es como si él fuese su sustituto en entregar el mensaje de la Revelación y la enseñanza a la gente. 

Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo en Maymu’ al-Fatáwa, 4/97:

”Los eruditos solían decir que eran de los abdal, porque eran los sustitutos de los profetas, y tomaban su lugar en el sentido real de la palabra. No eran gente que tenía conocimiento de lo oculto. Cada uno de ellos tomó el lugar de los profetas en el como en que era excelente, ya sea en el conocimiento o la adoración. Decían que eran el grupo que continuaría prevaleciendo hasta que la Hora comience, porque eran seguidores de la guía y de la verdadera religión con la que Dios envió a Sus mensajeros, la religión que Dios prometió que prevalecería sobre todas las demás, y Dios es suficiente como testigo”. Fin de la cita. 

Ver también la pregunta No. 10527

Y Allah sabe más.

Origen: Islam Q&A