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¿Cuál es el sentido de la purificación, para poder responder a la Gente del Libro sobre eso? ¿Cómo nos purificamos para la oración?
La sabiduría detrás de la purificación en el Islam incluye:
1) La purificación es armonía con la naturaleza (Fitrah) que Al-lah, Glorificado sea, inspiró en la gente.
2) El Islam es una religión de limpieza y belleza, y alienta a sus seguidores a destacarse entre la gente aseando sus cuerpos, peinando su pelo, vistiendo la ropa más pulcra y oliendo bien.
3) Estudios modernos y bien fundamentados han probado que la higiene y la purificación protegen a la persona de muchas enfermedades, y que la falta de ellas puede causar afecciones.
4) Se requiere del musulmán que quiere encontrarse y conversar con su Señor en oración.
5) Aquel que se esfuerza en purificar su cuerpo y su vestimenta de todo tipo de suciedad será más propenso a purificar su corazón y su alma de malas características.
Alabado sea Dios.
Aquel que tiene una buena comprensión de las grandes enseñanzas del Islam no tendrá problema con lo que la religión permite o prohíbe, porque su conocimiento le impedirá confundirse y buscar el motivo o el por qué detrás de cada cosa. No hemos visto a alguien que haga tales preguntas excepto a aquellos que no conocen esta gran religión.
Si hay alguien que confía en su doctor, quien es un simple humano, y el doctor le aconseja que siga un régimen para mantener su buena salud y protegerse de enfermedades, veremos que esa persona se somete al doctor, obedece y hace lo que le indica, con plena confianza de que lo que dice está basado en el conocimiento y la experiencia. No veremos que se detiene a pensar por qué el doctor le dijo que haga tal o cual cosa, etc.
A Al-lah pertenecen los más sublimes atributos; nuestra confianza en nuestro Señor no se puede comparar con la que tiene una persona en su doctor. ¿Cómo podría ser así, cuando no hay comparación entre lo divino y lo humano, entre el Creador y el ser creado?
Esto está confirmado por lo que dijo el Imam Ibn Al Qaiem (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) al final de sus palabras acerca de la sabiduría de la prescripción de la purificación: “Si Hipócrates y sus pares hubieran recomendado tal cosa (purificación), sus seguidores habrían obedecido y lo habrían hecho así, y le mostrarían mucho respecto (por su consejo), tratarían de dilucidar el propósito de la recomendación, y enumerarían todos los beneficios que pudieran” (Shifa’ Al ‘Alil p. 230).
Al respecto de la prescripción de purificarse, hay mucha sabiduría en ello. Con purificación nos referimos a remover impurezas y hacer el wudu’ y el ghusl. Esta sabiduría incluye lo siguiente:
Por lo tanto, lavarse la cara, limpiar la boca y nariz, lavarse las manos, lavar todo el cuerpo, y limpiarse luego de hacer las necesidades son acciones que no requieren de una ley que las prescriba; es suficiente con que la persona tenga una buena naturaleza humana para asear esas partes del cuerpo y querer que estén libres de impurezas y suciedad.
Sin duda que gente así sería admirada por los demás, y esto lleva al éxito cuando invitan a los demás a esta gran religión, porque así como la gente se inclina a preferir a alguien cuyo cuerpo y ropas están limpios, por la misma razón sienten rechazo ante alguien cuyas ropas y cuerpo están sucios y mugrosos. La suciedad no tiene nada que ver con el Islam.
Cuánto más deberíamos esforzarnos por nuestra apariencia al presentarnos ante el más importante, el más Grande, Quien más merece que purifiquemos nuestros cuerpos y nuestras vestimentas para presentarnos ante Él, es decir, Al-lah, Glorificado sea. Por esa razón, no debería ser extraño que nos purifiquemos cuando queremos pararnos ante Él. Si la gente se arregla, y mucho más, cuando se presentan ante otros humanos como ellos, ¿cómo deberían hacerlo cuando están frente a Al-lah? Al-lah merece más que la gente se vea bien ante Él, tal como dijo Ibn ‘Umar (que Al-lah esté complacido con él) (ver: Sahih Ibn Juzaimah, 766).
Ibn Al Qaiem (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: “El hecho de que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) haya prescrito el ghusl luego de emitir semen y no luego de la orina, es una de las grandes bellezas de la enseñanza islámica, y subraya lo que estas incluyen de misericordia, sabiduría y propósito. Esto porque el semen proviene de todo el cuerpo, y por ello Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, lo llamó {…una gota…} [Corán 32:8], porque fluye de todo el cuerpo [N del T: en la traducción inglesa se lee como “un extracto”]. En cuanto a la orina, es el desecho de la comida y la bebida, las cuales son transformadas en el estómago y la vejiga. Así, el impacto en el cuerpo de la emisión de semen es mayor que el de la orina.
Adicionalmente, hacer el ghusl luego de la emisión de semen es una de las cosas más beneficiosas para el cuerpo, el corazón y el alma. De hecho, todas las almas que residen en un cuerpo físico se benefician del ghusl, el cual ayuda al cuerpo recuperar lo perdió por la emisión de tal líquido. Esto es algo que cualquiera puede comprobar.
Además, el yanabah lleva a cansancio y letargo, mientras que el ghusl energiza y revive el cuerpo y hace que se sienta más liviano. Por ello, cuando Abu Darr hacía el ghusl por el yanabah, decía: “Es como si me hubieran quitado un peso de encima”.
Para concluir, esto es algo que cualquiera con raciocinio y una buena naturaleza puede comprender, ya que se dará cuenta de que el ghusl para el yanabah entra en la categoría de aquello que es necesario para el bienestar del cuerpo y el alma, agregado al hecho de que cuando está en estado de yanabah, su cuerpo y alma están alejados de las buenas almas, pero cuando se baña, eso cambia. Por eso, más de uno de los Compañeros decía que cuando alguien se va a dormir, su alma asciende. Si está en estado de pureza, se le da permiso a su alma de postrarse; pero si está yunub, no. Y es por eso que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él, ordenó a aquel que está yunub que se haga el wudu’ si quiere dormir.
Los mejores doctores han afirmado que hacer el ghusl luego de tener relaciones revitaliza la fuerza en el cuerpo y reemplaza lo que se perdió; es una de las cosas más beneficiosas para el cuerpo y el alma, y no hacerlo es dañino. El testimonio de la razón y un buen sentido común son suficientes para determinar que es así. Y Al-lah es la fuente de todo poder.
Incluso más, si el Legislador hubiese prescrito hacer el ghusl luego de orinar, eso habría sido muy difícil de realizar para la Ummah, y sería contrario a la sabiduría y misericordia de Al-lah, y a Su bondad con Su creación” (I’lam Al Muaqqi’in, 2/77-78. Ver también At-Tahrir wat-Tanuir de At-Tahir Ibn ‘Ashur, 5/65).
Si alguien se esfuerza por mantener su cuerpo y su ropa limpios y bellos, eso es una señal de que también quiere embellecerse por dentro. El Islam no solo hace énfasis en la belleza externa ignorando la interna, ambas son importantes. Una persona se puede excusar si no dispone de los medios para embellecer su aspecto físico, pero no tiene excusa por no hacerlo con su ser interior. Ambos tipos de purificación son medios para lograr el amor de Al-lah, porque Él, Glorificado sea, dice (lo que en español se interpreta así): {Al-lah ama a los que se arrepienten y a los que se purifican} [Corán 2:222].
Reflexione en cómo el wudu’ implica lavar las extremidades que uno usa para trabajar y ganarse el sustento. Limpia el rostro, que contiene el oído, la vista, el habla, el olfato y el gusto –todos los cuales pueden ser medios para cometer pecados–. Asea los brazos, extremidades superiores con las cuales la persona puede golpear, tomar o dar. Luego limpia los pies, con los cuales la persona camina y se mueve.
Porque limpiar la cabeza puede causar cierta dificultad o incomodidad, se reemplaza en el wudu’ con pasar la mano mojada por ella. El wudu’ es un medio para eliminar los pecados a medida que caen las gotas de agua del pelo y la piel, y se narró de forma auténtica que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), en el hadiz de Abu Hurairah, dijo: “Cuando un musulmán –o creyente– hace el wudu’ y lava su rostro, cada pecado que observó sale de su cara con el agua –o con la última gota de agua–. Cuando lava sus manos, cada pecado que cometió con ellas sale con el agua –o con la última gota–. Cuando asea sus pies, cada pecado al que se dirigió con ellos sale con el agua –o con la última gota–, hasta que emerge libre de faltas” (narrado por Muslim).
En el Sahih Muslim también se narra que ‘Uzman Ibn ‘Affan dijo: “El Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: ‘Si alguien hace el wudu’ y lo hace bien, sus pecados salen de su cuerpo, incluso de debajo de sus uñas’”. Este es uno de los grandes propósitos y beneficios del wudu’.
Aquellos que niegan el motivo y sabiduría de la purificación dicen que es una carga, que es difícil y genera molestias, que no tiene sentido y no hay sabiduría detrás de ella. Si no tuviera sentido excepto que es el signo que distingue a esta Ummah y que sus rastros aparecerán en los rostros y extremidades en el Día de la Resurrección, por los cuales se destacarán entre otras naciones (y eso no será para nadie más), y si no tuviera sentido excepto el hecho de que quien hace el wudu’ purifica sus manos con agua y su corazón con arrepentimiento a medida que se prepara para pararse ante su Señor y conversar con Él, con un cuerpo, vestimenta y corazón puros, ¿qué otra sabiduría, misericordia o propósito podría ser mayor que eso?
Cuando el deseo fluye por todo el cuerpo, a tal punto que debajo de cada pelo hay deseo, el ghusl por yanabah llega a todas las partes que él alcanzó, tal como dijo el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él): “Hay yanabah debajo de cada pelo” (narrado por los autores de As-Sunan; hay alguna debilidad en el relato). Por eso, ordenó que el agua llegue a la raíz de cada pelo, disminuyendo así el deseo, calmando y haciendo que la persona encuentre el contento en el recuerdo de Al-lah, recitando Sus palabras y presentándose ante Él” (Shifa’ Al ‘Alil p. 229-230).
Sea cual fuere el caso, aquel que reflexiona en los lineamientos del Islam verá claramente la sabiduría que contienen. Aquel a quien Al-lah priva de entendimiento y comprensión jamás se beneficiará de lo que ve u oye. Se debe notar que la purificación es una de las buenas características y prácticas sobre la cual no hay diferencia de opinión con las leyes y enseñanzas previas al Islam.
No se puede imaginar a ningún mensajero que no hubiera invitado a su gente, en primer lugar, a que purificaran sus corazones y los libraran de la abominación de la idolatría, luego los invitaría a lo bello de las palabras, acciones y características, y a purificar sus vestimentas y sus cuerpos, bañándose (ghusl) e higienizándose, para liberarse de toda impureza y suciedad. Ninguno de los sistemas legales de origen divino difiere en ese aspecto. Aquel que va en contra de eso lo hace basado en la falsedad.
Y Al-lah sabe más.