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Alabado sea Dios.
Esas tablas que mencionas que dicen estar basadas en el calendario chino son en realidad una forma de adivinación de la suerte y de charlatanería. Quienes las usan dicen que es posible determinar el sexo de la criatura determinando con precisión la edad de la madre y la fecha en la que comenzó el embarazo. Averiguar la edad de la madre, aún cuando para hacerlo agreguen arbitrariamente un año a su edad real para calcular así su edad de acuerdo al calendario chino… Ellos afirman que la mujer puede intentar elegir el sexo de la criatura escogiendo el mes del embarazo.
Tenemos algunas reservas con respecto a estos dos puntos: que afirmen que la mujer que ha nacido en tal y tal y queda embarazada en tal y tal mes tendrá un niño o una niña de acuerdo a estas tablas; y que la mujer que ya está embarazada puede utilizar estas tablas para averiguar el sexo de la criatura.
En el mundo de la medicina la edad de la madre y la fecha de la concepción no tienen relación alguna con el sexo de la criatura. Más bien, estas tablas parecen ser alguna clase de horóscopo o astrología o el fruto de algunas creencias populares budistas. El sexo de un bebé antes de la concepción sigue siendo un asunto de lo oculto que sólo Dios conoce.
Estas tablas han demostrado ser falsas en muchas ocasiones. Si alguien se ha dejado engañar porque hayan mostrado alguna coincidencia con la realidad en un caso particular, debe recordar que su posibilidad de acierto o error es del 50% en cada caso; el niño puede resultar o varón, o mujer. Por eso la probabilidad de que arrojen algún acierto es alta. Pero la verdad del asunto sigue siendo algo oculto a nuestro conocimiento, y quien diga que tiene conocimiento de estas cosas está mintiendo, porque el ángel enviado a insuflar el espíritu en el embrión no conoce el género hasta que recibe la orden de Dios, por lo tanto, ¿cómo podría alguien conocer el género antes de la concepción?
Lamentablemente, es probable que estas tablas sean el resultado tanto de la superstición como de la angustia del pueblo chino, porque durante años su gobierno les ha prohibido por ley tener más de un hijo por familia, y la mayoría de las familias deseaban tener hijos varones. Durante ese tiempo, el aborto o abandono de niñas se extendió entre la población, porque muchos de ellos no deseaban que el embarazo continuara a menos que la criatura fuera un varón.
Dios nos ha dicho que Él solamente y nadie más conoce en detalle este y otros aspectos del futuro. Él es El Soberano del cielo y la Tierra; sólo Él es El Creador, sin compañero ni asociado. Dios dijo (traducción del significado):
“A Allah pertenece el reino de los cielos y la Tierra; Él crea lo que Le place, agracia a quien quiere con hijas, y a quien quiere con hijos. 50. O les concede hijos varones y mujeres, o les hace estériles; en verdad, Él es Omnisciente, Omnipotente” (Ash-Shurah, 42:49-50).
Indudablemente, quien inventó estas tablas no creía que Dios fuera El Único que crea lo que desea, Quien concede a las parejas hijos o hijas; más bien, parece que quien las inventó se basó en creencias paganas.
Hay otras incoherencias en la fabricación de estas tablas: ellos estipulan que la edad de las madres debe ser entre 18 y 45 años solamente. ¿Y qué sucede con las jovencitas o las mujeres mayores que tienen hijos fuera de esa edad?
¿Y qué sucede entonces con las miles de mujeres en el mundo que quedan embarazadas de mellizos, o incluso de más de dos criaturas? A menudo una madre da a luz mellizos, y uno de ellos es un niño y el otro una niña, ¿qué dicen estas tablas acerca de eso? No mencionan a los mellizos en absoluto.
Los eruditos del Comité Permanente de Jurisprudencia Islámica de Arabia Saudita han advertido contra estas tablas engañosas y las han prohibido entre los musulmanes.
Les consultaron:
“Se han difundido últimamente entre las mujeres unas cartas en papel que contienen unas ‘tablas chinas’, o tablas basadas en el calendario chino, que especifican el género de un niño por nacer calculando la edad de la madre y el mes del calendario gregoriano en el que quedó embarazada. ¿Pueden los doctores determinar esto? ¿Cuáles son las normas islámicas sobre estas tablas?”
Ellos respondieron:
“El conocimiento del sexo de una criatura en tempranas etapas de gestación es un detalle de lo oculto, y es algo que nadie conoce excepto Dios. Después de que el embrión se ha transformado en feto y han aparecido rasgos humanos, el sexo puede averiguarse por medio de un ultrasonido, algo que Dios le ha permitido a la humanidad desarrollar.
Pero determinar el género de la criatura por medio de las tablas a las que te refieres, eso es una falacia y un engaño, porque implica reclamar que se tiene conocimiento de algo que nadie conoce excepto Dios. El musulmán a cuyas manos lleguen estas tablas, debería destruirlas para que no sigan circulando entre la gente”. Fin de la cita.
Shéij ‘Abd el-‘Azíz Aal ash-Shéij, shéij Sálih al-Fawzán, shéij ‘Abd Allah ibn Ghadián. Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, vol. II (2/17).
Y Allah sabe más.