Contribuya generosamente para garantizar la continuidad de nuestro sitio web Insha-Allah.
Alabado sea Dios.
Alabado sea Allah.Indudablemente, excederse en la risa tiene un efecto prejudicial en el corazón y nos distrae de pensar con profundidad y de temer a Dios. El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos advirtió contra este exceso, y nos habló del peligro que encierra cuando dijo: “No se rían excesivamente, porque eso mata el corazón”. Narrado por at-Tirmidhi, 2305; Ibn Máyah, 4193.
En cualquier caso, no hay una súplica específica que haya sido narrada para tratar con este problema en particular. Deberías rezar e invocar a Dios con las palabras que desees pedirle, porque Él es el Omnioyente, el Respondedor, para aliviarte de este problema y tener un corazón que sea humilde ante Él, una lengua que Lo recuerde, y un ojos que lloren por temor a Él.
También debes leer mucho el Corán y meditar en sus significados, recordar a Dios a menudo, hacer súplicas y volverte siempre hacia Él en tus asuntos.
Con respecto a la enfermedad que mencionas, le pedimos a Dios que te cure de ella. Fue de la práctica del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), si algo lo aquejaba, recitar sobre su cuerpo versos buscando refugio en Dios y luego soplar fuertemente o escupir en seco (sin saliva). Esto fue narrado por al-Bujari (4728) y Muslim (5679). También es de la Tradición Profética poner la mano sobre la persona enferma, en la parte en que está sufriendo dolor, y decir “Bismilláh (en el nombre de Dios)” tres veces, y luego decir siete veces: “A’údhu billáhi wa qudrátihi min shárri ma áyidu wa uhádhir (Me refugio en Dios y en Su poder del mal que siento y de aquello que temo)”. Narrado por Muslim, 5701.
Finalmente, quisiera señalar que recurrir a los doctores y tomar medicinas no está en conflicto con creer en Dios y poner tu confianza en Él. Más bien la confianza en Dios significa servirse de cualquier medio físico material, y luego tener fe en que la curación provendrá de Dios, y que no hay curación excepto Su cura.
Le pedimos a Dios el Todopoderoso, Señor del Poderoso Trono, que te cure y que cure a todos los musulmanes que están enfermos.