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Dios ha dicho en su Libro que solamente nos creó para que Lo adoremos, pero también encontramos en otras partes del Corán que Dios nos ha creado para probarnos. ¿No hay una contradicción en esto?
Alabado sea Dios.
No hay contradicción entre haber sido creado para adorar a Dios y haber sido creado para ser probado.
El culto en sí mismo es una prueba de Dios, glorificado y exaltado sea, para que Él pueda demostrar quién cree realmente y quién no cree, quién sigue el camino de Dios y quién no lo sigue. Entonces así Dios recompensará a los que hacen el bien y castigará a quienes hacen el mal. Más aún, la razón para poner a prueba al ser humano es mostrar la reacción del ser humano en tiempos de calamidad, ¿soportará con paciencia su destino, o caerá en el pánico? Y también es para ver su reacción en tiempos de bonanza, ¿será agradecido, o se volverá soberbio?
Quizás como pensaste que había una contradicción entre ambas cosas, creíste que las pruebas se limitaban a las calamidades, y que simplemente quien soportaba las calamidades con paciencia sería recompensado, y quien fuera ingrato y se entregara al pánico cometería un pecado y sería castigado. Esto es indicativo de un entendimiento limitado de lo que significan las pruebas que Dios pondrá al ser humano.
La comprensión correcta es que lo que significan las pruebas aquí son mucho más que las calamidades. Las pruebas incluyen todos los asuntos y actos del ser humano, todos los detalles de su vida, porque la vida en sí misma es una prueba: su buena salud es una prueba, su mala salud es una prueba, su felicidad es una prueba, su riqueza es una prueba, su provisión es una prueba, el entorno en el que vive es una prueba, su conocimiento es una prueba. En todo ello Dios, glorificado y exaltado sea, está probando al ser humano y observando su comportamiento, evaluando si sigue el camino recto o el camino del mal, si sigue a Dios u obedece a Satanás. Por eso Dios dijo (traducción del significado):
“Él es Quien creó siete cielos superpuestos. No verás ninguna discordancia en la creación del Misericordioso. Vuelve la vista y observa, ¿acaso ves alguna falla?” (Al-Mulk, 67:2).
“Él es Quien ha creado los cielos y la Tierra en seis días, y Su Trono se encuentra sobre el agua, [todo ello] para probaros y distinguir a quienes de vosotros obran mejor” (Hud, 11:7).
“Y si Allah hubiera querido habría hecho de vosotros una sola nación, pero quiso probaros con lo que os designó. Apresuraos a realizar buenas obras. Compareceréis ante Allah, y Él os informará acerca de lo que discrepabais” (Al-Má'idah, 5:48).
“Y Él es Quien ha hecho que os sucedáis unos a otros en la Tierra, y ha agraciado a unos más que a otros para probaros con ello. Ciertamente tu Señor es rápido en castigar, pero también es Absolvedor, Misericordioso” (Al-An’ám, 6:165).
Todos estos versos indican que estas pruebas son la razón para la creación del ser humano, y estas pruebas también incluyen sus deberes religiosos. Entonces quien cumpla sus deberes hacia Dios, en todos los aspectos de su vida, tendrá éxito, y quien incumpla, perderá de su recompensa tanto como haya incumplido.
Ibn al-Qayím al-Yawzíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Dios, glorificado y exaltado sea, nos ha dicho que la creación del universo, la vida, la muerte, todo lo que hay de atractivo en la tierra y en lo que contiene, tiene el propósito de probar al ser humano, para revelar cuáles son los mejores de ellos en su actitud, y de esa forma sus obras puedan estar de acuerdo con lo que a Dios complace, glorificado y exaltado sea, y alcanzar el propósito para el que fue creado, que es servir a Dios, que significa amarlo y obedecerle. Esta es la mejor de las obras, y esto es lo que Él ama y lo que Le complace”. Fin de la cita de Rawdat al-Muhibbín, 61.
El shéij Ash-Shanqíti (que Allah tenga misericordia de él) dijo, en su comentario sobre el verso “No he creado a los hombres y a los genios más que para que Me adoren”:
“Lo que este verso significa es que Dios nos incentiva a adorarlo y que nos probará. Nos probará en nuestros deberes religiosos, y nos retribuirá por nuestras obras. Si nuestras obras son buenas, entonces el resultado será bueno, y si nuestras obras son malas, el resultado entonces será malo.
La única razón por la cual decimos que esto es lo que el verso significa, es porque esto está indicado por muchos claros versos en el Libro de Dios. Dios, glorificado y exaltado sea, claramente afirmó en varios versos de Su Libro que Él nos creó para probarnos y hacer así evidente cuál de nosotros es el mejor en actitud, y que nos retribuirá por eso.
Dios, glorificado y exaltado sea, dijo al comienzo del capítulo Al-Kahf (traducción del significado):
“Hemos embellecido cuanto hay en la Tierra para probar quién de ellos obra mejor” (Al-Kahf, 18:7).
Estos versos claramente afirman que la sabiduría detrás de que haya creado al ser humano es probarlo y revelar cuáles de ellos harán buenas obras, y esto explica la expresión “excepto para que me adoren…” (Ad-Daariyát, 51:56), porque lo mejor para explicar el Corán, es el Corán.
Es sabido que este resultado sólo puede lograrse recompensando a quien hace el bien y castigando a quien hace el mal. Por eso Dios, glorificado y exaltado sea, afirmó claramente que la razón para crear al ser humano, en primer lugar, y luego de su muerte resucitarlo, es recompensar a quien hizo el bien y castigar a quien hizo el mal. Esto es visto en el verso al comienzo del capítulo de Jonás, en el cual Dios dijo, glorificado y exaltado sea (traducción del significado):
“Ante Él deberán comparecer todos, pues la promesa de Allah es verdadera. Él es Quien origina la creación y luego la reproduce [el Día de la Resurrección] para retribuir con equidad a los creyentes que obraron rectamente. En cambio, los incrédulos beberán agua hirviendo y recibirán un castigo doloroso por su incredulidad” (Jonás, 10:4).
Y Él también dijo al comienzo del capítulo An-Náym (traducción del significado):
“A Allah pertenece cuanto hay en los cielos y en la Tierra, y Él castigará a quienes obren el mal y retribuirá con una hermosa recompensa a los benefactores” (An-Náym, 53:31).
Dios, glorificado y exaltado sea, reprochó a quien pensaba que sería abandonado sin propósito, es decir, sin entregarle derechos y obligaciones, y afirmó que no hizo que atravesara las etapas de desarrollo en el útero y se convirtiera en un ser humano, excepto para resucitarlo después de la muerte y entonces recompensarlo por sus obras (traducción del significado):
“¿Acaso cree el hombre que se lo dejará actuar a su antojo, sin que le sean impuestos límites ni sea cuestionado por ello?¿No fue una gota de esperma eyaculada? ¿Y luego un coágulo? Allah lo creó y le dio forma armoniosa. Y creó a partir de él la pareja: hombre y mujer. ¿Acaso Quien tiene poder sobre todas las cosas no es capaz de resucitar a los muertos?” (Al-Qiyámah, 75:35-40).
Fin de la cita de Adwá' al-Baián fi Idáh al-Qur'án bi al-Qur'án, 7/445.
Y Allah sabe más.