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¿Por qué la mujer musulmana debe cubrir su cabello, y qué pasa si no lo hace?
Alabado sea Dios.
La mujer musulmana debe cubrir su cabello porque Dios se lo ha ordenado en el Sagrado Corán, y no es permisible para ella ir contra lo que Él nos ha ordenado. Dios ha ordenado esto a las mujeres musulmanas porque hay una gran sabiduría en ello. Parte de su sabiduría es que el velo protege a la mujer de las miradas de la gente vulgar, que mira a los demás de forma descarnada, obscena a hiriente. Y esto sólo es posible porque las mujeres se exhiben como mercancías, e invitan así con su apariencia a los hombres a perder el pudor y tener actitudes obscenas.
La confirmación de esto puede encontrarse en las palabras de Dios (traducción del significado):
“¡Oh, Profeta! Dile a tus mujeres, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran [todo el cuerpo] con sus mantos; es mejor para que se las reconozca y no sean molestadas. Allah es Absolvedor, Misericordioso” (Al-Ahzáb, 33:59).
Si una mujer se cubre, entonces las miradas corruptas y obscenas sabrán que allí no hay nada para ver, y así Dios protegerá a la mujer musulmana de personas vulgares y hasta peligrosas.
Dios y Su Mensajero (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) han emitido severas advertencias contra las mujeres que se exhiben obscenamente. Un ejemplo de esto es el siguiente reporte:
Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él) relató que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Hay dos tipos de habitantes del Infierno que yo no he visto: gente con látigos como colas de ganado, con los cuales golpean a la gente, y mujeres que aún vestidas están desnudas, bamboleándose provocativamente de un lado a otro como camellos, con sus cabezas inclinadas hacia un lado como jorobas. Ellos no ingresarán al Paraíso, ni siquiera sentirán su fragancia, aún cuando ésta pueda ser olida desde lejos”. Narrado por Muslim, 2128.
El musulmán y la musulmana no deben limitarse a intentar comprender las normas islámicas con su sentido común, porque la limitada experiencia personal es incapaz de abarcar toda la sabiduría de Dios. Los musulmanes debemos comprender que cualquier cosa que Dios nos haya ordenado es por nuestro propio bien y felicidad, por el bien de la familia y la sociedad como un todo. Es sabido que las mujeres descubiertas son más provocativas para los hombres, y eso puede conducir a que alguien albergue esperanzas de mantener relaciones ilegítimas con ellas. El Islam aboga por una sociedad sana, sin provocaciones, ultrajes ni exhibicionismo, en que los encantos de las mujeres (que incluyen su cabello) no sean usados para tentar a extraños ni para abrir las puertas a conductas obscenas e inmorales.
Cabe señalar que Islam significa entregarse a Dios. El creyente sigue los mandamientos de Dios aún si no conoce la sabiduría detrás o no encuentra razón aparente para ello, porque obedecer a Dios toma prioridad sobre todo lo demás, y la adoración está basada en la entrega y obediencia.
Le pedimos a Dios que nos muestre la verdad y nos ayude a seguirla, y nos muestre la falsedad y nos ayude a evitarla.
Y Allah sabe más.