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Alabado sea Dios.
En primer lugar, es un hecho establecido que la Tradición Profética al rezar consiste en colocar la mano derecha sobre la izquierda.
Abu Azím dijo: “Todo lo que sé es que él atribuyó esto al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)”. Narrado por Al-Bujari, 707.
Se narró de Wá’il ibn Huyr (que Dios esté complacido con él) que él vio al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) elevar sus manos a la altura de sus oídos cuando comenzaba a rezar, diciendo el takbir (Alláhu Ákbar), y luego se arropaba con su capa y colocaba su mano derecha sobre su izquierda. Narrado por Muslim, 401.
Ver también la respuesta a la pregunta No. 5770 para más información sobre la verdadera naturaleza de la religión de los shi’as, en la cual hemos citado la evidencia sobre colocar la mano derecha sobre la izquierda en la oración.
En la respuesta a la pregunta No. 6109 encontrarás una refutación de los argumentos de quienes citan al Imam Málik como yendo contra la Tradición Profética, en la cual algunos juristas málikis afirman claramente que esta es la Tradición del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y que era la manera del Imam Málik.
En segundo lugar, si una persona se siente cansada, puede dejar que sus brazos caigan tanto tiempo como necesite para descansarlos, y luego volver a colocar la mano derecha sobre la izquierda. Dios dijo (traducción del significado):
“Dios no exige a nadie por encima de sus posibilidades” (Al-Báqarah, 2:286).
El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía rezar por la noche, y cuando se sentía cansado se sentaba, y entonces cuando iba a inclinarse, se ponía de pie para inclinarse.
Se narró que ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) dijo: “Cuando veía al Profeta Muhámmad recitar durante la noche sentado, él decía el takbir y recitaba sentado, y luego cuando había recitado treinta o cuarenta versos, se ponía de pie y luego se inclinaba”. Narrado por al-Bujari, 1097; Muslim, 731.
Se narró en las dos obras de reportes más auténticos que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) rezó sentado durante algunos días a causa de una enfermedad. Si es permisible no quedarse de pie, que es uno de los pilares esenciales de la oración, a causa de una enfermedad, entonces parece más probable que sea permisible que el orante no siga una de las tradiciones recomendables (pero no obligatorias) de la oración a causa del cansancio, con la condición de que vuelva a la posición recomendada cuando su cansancio haya pasado.
El Imam Ash-Sháfi’i (que Allah tenga misericordia de él) dijo en Al-Úmm (1/100):
“Si una persona comienza la oración de pie y luego sucede algo, puede sentarse, pero si la excusa desaparece, debe ponerse de pie nuevamente”. Fin de la cita.
El Imam An-Nawawi dijo en Shárh Muslim, 6/11:
“Las palabras de ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella): “Él solía recitar sentado, y luego cuando había recitado treinta o cuarenta versos, se ponía de pie y luego se inclinaba”, indican que es permisible sentarse durante parte de una rak’ah, y volver a pararse en dentro de la misma rak’ah. Este es nuestro punto de vista y es también el punto de vista del Imam Málik, de Abu Hanifah, y de la mayoría de los eruditos, ya sea que uno se pare y luego se siente, o se siente y luego se pare. Algunos de los rectos sucesores disuadieron de hacer esto, pero no es correcto disuadirlo, porque es lícito”. Fin de la cita.
En resumen:
No hay nada de malo en dejar caer los brazos a los costados durante la oración a causa del cansancio, en tanto uno vuelva a colocar la mano derecha sobre la izquierda cuando haya descansado. Y no se considera que esto sea una imitación de los shi’as, porque se hace temporariamente por una razón específica. Sólo sería imitarlos si el orante adopta el hábito de hacerlo en cada oración, y nunca coloca su mano derecha sobre la izquierda.
Y Allah sabe más.