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Alabado sea Dios.
La jornada de ayuno concluye con la oración del ocaso. No hay ningún pecado en preguntar acerca de la hora en que se romperá el ayuno para poder disfrutar las cosas que Dios nos ha permitido entonces, como la comida, la bebida y las relaciones maritales, además de la felicidad por haber completado exitosamente este acto de culto.
Se narró que Abu Hurairah dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “El ayunante tiene dos momentos de felicidad: cuando rompe su ayuno, y cuando se reúne con Dios y Él lo recompensa por su ayuno”. Narrado por al-Bujari, 1805; Muslim, 1151.
Al-Háfiz Ibn Háyar (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Al-Qurtubí dijo: “Lo que esto significa es que el ayunante se regocija al saciar sus apetitos cuando hacerlo se vuelve permisible. Esta felicidad es algo natural, y es lo primero en lo que uno puede pensar al leer este reporte. Y también se ha dicho que su alegría al completar su ayuno es a causa de haber completado con éxito este acto de culto.
Yo pienso que no hay manera por la cual este reporte no deba ser interpretado en su significado más general, que es el que he mencionado. Cada alegría tiene su significado. Algunas personas pueden sentir un tipo de alegría por las cosas permisibles, y esto es natural. Y otros pueden sentir alegría por las cosas recomendables, por las razones arribas mencionadas”. Fáth al-Bari, 4/118.
Y Allah sabe más.