Jueves 27 Yumada al Ula 1446 - 28 Noviembre 2024
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La súplica de al-qunut durante la oración

Pregunta

Yo quisiera saber acerca de la súplica de al-qunut durante la oración, elevando las manos después de la inclinación, ¿fue esta la práctica común del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)? ¿O fue algo excepcional, o que surgió según las circunstancias? Por favor, respóndame porque el imam de nuestra mezquita dijo que al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) una vez le preguntaron cuál era la mejor oración y respondió: “La que tiene una súplica más larga”

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

La palabra ‘qunut’, de acuerdo a la definición de los juristas, significa súplica ofrecida durante la oración en un momento específico de ella. Esta súplica está prescripta durante la oración impar después de la reverencia o inclinación (ruku’), de acuerdo al punto de vista más correcto de los dos entre los eruditos. 

Si una calamidad sucede a los musulmanes también está prescripto decir una súplica durante la oración (qunut) después de la inclinación, en el último módulo de la oración de cada una de las cinco oraciones obligatorias, hasta que Dios alivie a los musulmanes de esta calamidad. Ver: Tashih ad-Du’á’, por el shéij Bakr Abu Zaid, pág. 460. 

Con respecto a decir una súplica en la oración del alba todo el tiempo y en todas las circunstancias, no hay ningún reporte auténtico que demuestre que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) haya designado a la oración del alba para esto, ni que siempre la recitara durante la oración del alba. Más bien, lo que se ha probado es que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) realizó súplicas dentro de la oración en tiempos de calamidad, con palabras que eran apropiadas para las circunstancias. Él hizo esta súplica tanto en la oración del alba como en otras oraciones, rezando contra Ra’l, Dakuán y ‘Usaiyah por haber dado muerte a los recitadores del Corán que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) les había enviado para enseñarles la religión. También se ha probado que él rezó en la oración del alba y en otras oraciones pidiendo por los débiles y los oprimidos, para que Dios los salvara de sus enemigos. 

Pero él no hizo esto todo el tiempo, los cuatro califas rectos lo siguieron en la misma práctica. Por lo tanto, es mejor que el imam limite las súplicas dentro de la oración a los tiempos de calamidad, siguiendo el ejemplo del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), como se ha probado que dijo Abu Málik al-Ash’ari: “Le pregunté a mi padre: “Oh, padre, tú rezaste detrás del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y detrás de Abu Bakr, de ‘Umar, ‘Uzmán y de ‘Ali (que Dios esté complacido con ellos). ¿Solían ellos decir una súplica durante la oración del alba?”. Él respondió: “Hijo mío, eso es un invento”. Narrado por los cinco shéij además de Abu Dawud. Clasificado como auténtico por al-Albani en al-Irwa’, 435. 

La mejor guía es la guía de Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) Y Allah es la Fuente de toda fuerza. Que Dios bendiga y otorgue la paz a nuestro Profeta Muhámmed, a su familia y a sus compañeros”. Fin de la cita de Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah lil Buhuz al-‘Ilmíyah wa al-Iftá', 7/47. 

Ahora, resta aclarar ¿hay una redacción específica para la súplica durante la oración impar, o la que se dice en tiempos de calamidad? 

La respuesta es que para la súplica que se realiza en la oración impar se han narrado varias, incluyendo las siguientes: 

1 – La versión en la cual el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le enseñó a al-Hasan Ibn ‘Ali (que Dios esté complacido con él), que dice: “Allahúmma ihdini fi man hadaita wa ‘aafini fiman ‘afaita wa tawalláni fi man tawalláita wa bárik li fima a’taita, wa qini shárra ma qadaita , fa ínnaka taqdi wa la iuqda ‘alaik, wa ínnahu laa iadhíllu man walaita wa laa ia’izzu man ‘adaita, tabárakta Rábbana wa ta’alaita la munyi minka ílla ilaik” (Dios nuestro, guíame entre aquellos a quienes has guiado, perdóname entre aquellos a quienes has perdonado, hazme amigo de aquellos con quienes Tú has hecho amistad, bendíceme entre aquellos a quienes has concedido Tu bendición, y sálvame del mal que Tú has decretado. Porque verdaderamente Tú decretas y nadie puede decretar sobre Ti. No será humillado aquel a quien Tú has mostrado amistad, ni será honrado aquel que te ha declarado su enemistad. Bendito y exaltado seas, Dios nuestro. No hay seguridad excepto contigo). Narrado por Abu Dawud, 1213; An-Nasá'i, 1725; clasificado como auténtico por al-Albani en al-Irwa’, 429. 

Se ha narrado de ‘Ali Ibn Abi Talib (que Dios esté complacido con él) que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía decir al final de la oración impar: “Allahúmma inni a’udu bi ridaka min sajatika wa bi mu’afátika min ‘uqubatika wa a’udu bika minka, la uhsi zana’an ‘alaika anta kama aznaita ‘ala nafsika” (Dios nuestro, busco refugio en Tu complacencia de Tu ira, y en Tu perdón de Tu castigo. No puedo alabarte lo suficiente, Tú eres como Tú mismo te has descripto y alabado). Narrado por at-Tirmidi, 1727; clasificado como auténtico por al-Albani en al-Irwa’, 430; Sahih Abi Dawud, 1282. 

Luego debe enviarle la paz y las bendiciones al Profeta Muhámmad, como se ha narrado que hicieron algunos de sus compañeros, entre ellos Ubaiy Ibn Ka’b y Mu’ad al-Ansari (que Dios esté complacido con ellos) al final de la súplica de al-qunut. Ver: Tashih ad-Du’a’, por el shéij Bakr Abu Zaid, pág. 460.

La súplica dentro de la oración en tiempos de calamidad:

Cuando se reza una súplica en tiempos de calamidad, uno debe hacer la súplica acorde a la situación, como se ha narrado del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) cuando maldijo por ejemplo a algunas tribus que habían traicionado a sus compañeros y los habían matado, o cuando rezó pidiendo por los débiles y los oprimidos en La Meca, pidiéndole a Dios que los salvara. Se narró que ‘Umar realizó una súplica con las siguientes palabras: “Allahúmma ínna nasta’ínuka wa nu'minu bika, wa natawákkalu ‘alaika wa nuzni ‘alaika al-jair, wa la nakfuruka. Allahúmma iyáka na’budu wa laka nusálli wa nasyudu, wa ilaika nas’a wa náhfid. Naryu ráhmataka wa najsha ‘adhábaka, inna ‘adhábaka al-yádd bil kuffari mulhaq. Allahúmma ‘áddib il-kafárata ahl al-kitab al-ladhina iasúdduna ‘an sabilika” (Dios nuestro, ciertamente buscamos Tu ayuda, creemos en Ti, en Ti ponemos nuestra confianza, Te alabamos y no somos ingratos contigo. Dios nuestro, a Ti solamente adoramos y ante Ti solamente nos postramos, por Tu causa nos esforzamos. Nuestra esperanza está puesta en Tu misericordia, nuestro temor es hacia Tu castigo, porque Tu castigo ciertamente alcanzará a los incrédulos. Dios nuestro, castiga a los idólatras y a los infieles entre la Gente de las Escrituras que impiden a la gente seguir Tu camino). Narrado por al-Baihaqi, 2/210; clasificado como auténtico por al-Albani en al-Irwa’, 2/170. Al-Albani dijo: “Fue reportado de ‘Umar acerca de la súplica dentro de la oración, en la oración del alba, y tal parece que es una súplica a causa de una calamidad, como parece indicarlo la frase que le pide a Dios contra los incrédulos”.

Si alguien nos preguntara si podemos hacer una súplica usando otras palabras distintas a las mencionadas aquí, la respuesta es que sí, es permisible. An-Nawawi dijo en al-Maymu’, 3/497: “El punto de vista correcto y que fue afirmado definitivamente por la mayoría de los eruditos, es que no hay palabras específicas que deban decirse durante una súplica, sino que más bien puede decirse cualquier súplica que sea correcta y apropiada”.

La versión narrada de ‘Umar no es algo que esté prescripto, y el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no rezó usando estas palabras, por lo tanto no hay nada de malo con agregarle o sustraerle algo.

El shéij al-Albani dijo: “No hay nada de malo con agregar otras palabras a esto, enviando bendiciones al Profeta Muhámmad, pidiendo por lo que sea bueno y justo, rezando por el bienestar de alguien”. Fin de la cita de Qiyam Ramadán, por al-Albani, 31.

Queda entonces todavía una importante pregunta acerca de la súplica realizada dentro de la oración, ¿debe realizarse antes o después de la inclinación o reverencia (ruku’)?

La respuesta es que la mayoría de los reportes y la opinión de la mayoría de los eruditos afirman que la súplica dentro de la oración viene después de la inclinación o reverencia. Pero si un musulmán dice la súplica antes de la inclinación, es aceptable. Por lo tanto, el musulmán tiene la opción de hacer la súplica antes o después de la inclinación, siempre y cuando haya terminado ya de recitar el Corán, y luego dirá “Rábbana wa laka al-hámd”, y luego dirá la súplica… o dirá la súplica cuando ha terminado de recitar el Corán y luego dirá “Allahu akbar” y hará la inclinación. Ambas formas fueron narradas en la Tradición Profética”. Fin de la cita de Ash-Shárh al-Mumti’, 4/64, del Shéij Muhámmad ibn al-‘Uzaimín.

Debemos señalar que en tu pregunta se afirma que la mejor oración es aquella cuya súplica es más larga. Quizá tu imam se estaba refiriendo al reporte narrado por Muslim (1257) de Yábir (que Dios esté complacido con él), que dice que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Lo mejor de la oración es el ‘qunut’ largo”.

El imam an-Nawawi dijo: “Lo que significa aquí la palabra ‘qunut’ es el estar de pie antes de la inclinación o reverencia de acuerdo al consenso de los eruditos, tanto como sabemos”.

Por lo tanto el reporte no se está refiriendo a la súplica dicha después de ponerse de pie y antes de la inclinación, sino que más bien se está refiriendo a estar de pie durante un largo tiempo.

Y Allah sabe más.

Origen: Sheij Muhammed Salih Al-Munajjid