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¿Cómo rezaba el Profeta Muhammad (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él)?
Alabado sea Dios.
1. Cuando usted se pone de pie para rezar, debe hacerlo en dirección a la Ka’bah esté donde esté, tanto en oraciones fard (obligatoria) como nafl (supererogatorias). Este es uno de los pilares del rezo , sin el cual no es válido.
2. La obligación de mirar en esa dirección no se aplica a aquel que está en una batalla, cuando hace la oración del temor (Salat Al Jauf) o está en un conflicto armado. Tampoco se aplica para aquellos que no pueden hacerlo, como el que está enfermo, o el que está viajando en un barco, automóvil o avión, si teme que se pasará el momento de rezar (antes de llegar a un lugar donde pueda encontrar la dirección correcta). Tampoco se aplica al que reza una oración nafl o el witr mientras cabalga un animal, etc., pero es mustahab que se oriente hacia la Qiblah si puede hacerlo al pronunciar el Takbir Al Ihram (en el comienzo del rezo), luego puede mirar en la dirección hacia la que se dirige.
3. Todo aquel que puede ver la Ka’bah debe mirar hacia ella; los que no pueden, deben mirar en su dirección.
4. Si alguien reza sin orientarse hacia la Qiblah, ya sea por nubes [que no le permiten ver la dirección por medio de la posición del sol] o algún otro motivo, pero hizo todo lo posible para dilucidar la dirección correcta, su rezo es válido y no tiene que repetirlo.
5. Si alguien en quien confía viene —mientras está rezando— y le indica la dirección correcta, debe girar hacia allí, y su rezo es válido.
6. Es obligatorio rezar de pie. Este es un pilar (parte esencial de la oración), excepto para quien realiza el rezo del temor o en momentos de lucha intensa, cuando se le permite rezar cabalgando. Para el que está enfermo y no se puede parar, debe rezar sentado si puede, o recostado sobre su costado; y quien esté realizando un rezo nafl, puede hacerlo mientras cabalga o sentado si lo desea, e indica el ruku’ y el suyud con su cabeza. El enfermo puede hacer eso también, y debe hacer su suyud más bajo que su ruku’.
7. No tiene permitido, aquel que reza sentado, poner algo en el piso, elevado, para postrarse en ello, sino que debe hacer su suyud más bajo que el Ruku’ —como hemos mencionado— si es que no puede tocar el piso con su frente.
8. Es permisible realizar oraciones fard en un barco o un avión.
9. Es permisible rezarlas sentado si uno teme caerse.
10. Es permisible apoyarse en un pilar o palo al estar parado, si uno es anciano o débil físicamente.
11. Se puede realizar el Qiam Al-Lail parado o sentado sin excusa, o hacer ambos. En ese caso, la persona puede rezar y recitar sentado y, justo antes del ruku’ se puede parar y recitar el resto de las ayahs de pie, luego hacer ruku’s y suyud, y lo mismo en la segunda rak’ah.
12. Si reza sentado, debería hacerlo con las piernas cruzadas o en cualquier posición que encuentre cómoda.
13. Se puede rezar descalzo o con calzado.
14. Es mejor rezar a veces descalzo, y a veces con calzado, de acuerdo a lo que sea más fácil; no se debe hacer dificultoso ponerse el calzado o removerlo para rezar. Si la persona está descalza, debe rezar así; y si tiene calzado puesto, debe rezar así, excepto cuando tenga un motivo para no hacerlo.
15. Si se saca el calzado, no debe ponerlo a su derecha, sino a su izquierda, si es que no hay nadie allí, y si no, debe ponerlo entre sus pies. Hay un indicio de que no debe poner el calzado en frente. Esta es una etiqueta que la mayoría de los orantes ignora, ¡y se los ve rezando hacia sus zapatos! Esto es lo que fue narrado en los reportes sahih del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él).
16. Es permisible para el imam rezar en un lugar elevado, como el minbar, para poder llegar a la gente. Entonces, debe pararse sobre este, decir el Takbir, recitar Corán y hacer ruku’ mientras está en ese lugar, luego debe retroceder un poco para postrarse en el piso en la base del minbar, luego puede regresar a él y hacer la segunda rak’ah, tal como hizo en la primera.
17. Es obligatorio rezar hacia una sutrah (mampara o cortina), sin importar si está en una mezquita o cualquier otro lugar, ya sea una mezquita grande o pequeña, por el sentido general del hadiz del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él): “No recen excepto frente a una sutrah, y no permitan que nadie pase por delante de ustedes y, si insiste, impídanselo, porque tiene un compañero con él (qarin)” —es decir, el Shaitán—.
18. Es obligatorio estar cerca de la sutrah, porque eso es lo que ordenó el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él).
19. Entre el lugar donde se postraba el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) y la pared solía haber un espacio suficiente como para que pase una oveja. Quien haga eso está lo suficientemente cerca [de la sutrah]. De esto sabemos que lo que hace la gente en todas las mezquitas que he visto en Siria y otros lugares, que es rezar en el medio de la mezquita lejos de cualquier pared o pilar, no es más que una negligencia del mandato y la acción del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él).
20. La sutrah debe tener aproximadamente la altura de una mano o dos por sobre el suelo, porque el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Cuando uno de ustedes coloca delante algo como un palo al final de una montura, debe rezar y no preocuparse por aquel que pase delante de eso”. Este hadiz indica que no es suficiente una línea en el piso, y el hadiz citado al respecto de eso es da’if (débil).
21. Debe orientarse directamente hacia la sutrah, ya que ese es el sentido general de la orden de rezar hacia ella. Pararse levemente hacia la derecha o izquierda y no verla de frente no es correcto.
22. Es permisible orar mirando un palo plantado en el suelo o algo similar, un árbol, una columna o la esposa recostada en la cama bajo su sábana, o un animal, incluso si es un camello.
23. No está permitido rezar mirando las tumbas en lo absoluto, ya sea las tumbas de profetas o cualquier otra.
24. No está permitido caminar por delante de quien está rezando si tiene una sutrah frente a él [es decir, no se puede interponer entre él y su sutrah]. No hay diferencia al respecto entre Al Masyid Al Haram y otras mezquitas, todas son lo mismo al respecto de que esto —caminar por delante de quien está rezando— no es permisible, debido al sentido general de las palabras del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él): “Si la persona que pasa por delante de quien está rezando supiera el grado de pecado que resulta de ello, quedarse parado por cuarenta años sería mejor para él que pasar por delante del que reza”. Esto se refiere a pasar entre él y su lugar de postración. El hadiz que menciona al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) rezando en Hashiat Al Mataf sin sutrah y con gente pasando delante de él no es sahih, a pesar de que no dice que estaban pasando entre él y su lugar de postración. Es obligatorio para el que se postra impedirle el paso al que quiere pasar por delante suyo, incluso en Masyid Al Haram.
25. No tiene permitido aquel que reza hacia una sutrah dejar pasar a nadie por delante suyo, dado el hadiz citado arriba: “No dejen que nadie pase delante de ustedes…”, y porque el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Cuando uno de ustedes está rezando hacia algo que es una sutrah entre ustedes y la gente, y alguien quiere pasar por delante, deben empujarlo en el pecho lo más que puedan”. De acuerdo a otra narración: “… deben frenarlo dos veces, pero si insiste, deben luchar contra él, porque es un demonio”.
26. Es permisible que la persona dé uno o dos pasos hacia el frente para evitar que el irresponsable pase por delante, como un animal o niño pequeño, y hacer que pasen por detrás.
27. La sutrah es tan importante para la oración que evita que el rezo de la persona sea invalidado si alguien pasa por delante suyo. Esto es en contraste con quien reza sin sutrah, cuya oración es anulada si una mujer adulta, un burro o un perro negro pasa por delante.
28. El creyente debe tener la intención de realizar la oración para la cual está de pie. Debe tener la intención en su corazón de que va a hacer un rezo específico, como el fard (obligatorio) del Dhuhr o ‘Asr, o la Sunnah de ellos. Esto es una condición o pilar (parte esencial) del rezo, pero decirlo verbalmente es una bid’ah que va en contra de la Sunnah, y no fue sugerido por ninguno de los imams que se debe seguir.
29. Luego, debe comenzar la oración diciendo “Al-lahu Akbar” (Al-lah es el más Grande). Esta es una parte esencial de la oración, porque el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “La llave de la oración es purificarse (wudu’), y se comienza con el Takbir (decir “Al-lahu Akbar”) y se termina con el Taslim (decir “As-salamu ‘alaikum”), es decir, una vez que se pronuncia el Takbir, hay ciertas cosas que están prohibidas, y eso termina cuando se dice el Taslim.
30. No se debe alzar la voz al decir el Takbir en las oraciones, a menos que se esté actuando como Imam.
31. Es permisible que el Muadhdhin haga llegar el Takbir del Imam a la gente si hay necesidad de hacerlo, como cuando el Imam está enfermo y su voz es débil, o cuando hay muchos orantes rezando por detrás.
32. El que está siguiendo al Imam no debe decir el Takbir hasta que el Imam lo haya pronunciado.
33. Se debe alzar las manos al decir el Takbir, o antes o después de decirlo. Todas esas opciones están comprobadas en la Sunnah.
34. Se debe hacerlo con los dedos estirados.
35. Se debe levantarlas a la altura de los hombros, o a veces hasta llegar a las orejas. Con respecto a tocar los oídos con los pulgares, no hay fundamento de ello en la Sunnah, sino que, en mi opinión, esto es waswas (susurros del Shaitán).
36. Luego se debe colocar la mano derecha sobre la izquierda, inmediatamente luego del Takbir. Esta es la tradición de los profetas (la paz sea con ellos), y es lo que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) ordenó a sus Compañeros. No es permisible dejar los brazos a los costados del cuerpo.
37. La mano derecha debe reposar sobre el revés de la izquierda, la muñeca y el antebrazo.
38. En ocasiones, se puede agarrar la mano izquierda con la derecha. La combinación de colocar y agarrar, que fue favorecida por algunos eruditos tardíos, no tiene fundamento.
39. Las manos deben estar sobre el pecho únicamente; no hay diferencia entre hombres y mujeres al respecto. Ponerlas en otro lado que no sea el pecho es da’if (débil) o no tiene fundamento.
40. No es permisible poner la mano derecha sobre la cintura.
41. El orante debe ser humilde en su oración, y debe evitar todo lo que lo pueda distraer, como adornos o decoración. No debe rezar donde haya comida que quiere comer, o cuando necesita orinar o defecar.
42. Mientras está parado, debe mirar hacia el lugar a donde se postrará.
43. No debe mirar a la derecha o a la izquierda, porque hacerlo es algo que el Shaitán roba de la oración del siervo.
44. No está permitido mirar al cielo.
45. Luego debe comenzar la oración con alguno de los du’as narrados del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él). Hay muchos de ellos, y el más conocido es: “Subhanaka Al-lahumma wa bihamdika, wa tabaraka ismuka wa ta’ala yadduka, wa la ilaha gairuka” (Gloria y alabanza a Ti, oh, Al-lah, bendito sea Tu nombre y exaltada sea Tu Majestuosidad, y no hay divinidad excepto Tú). La orden de hacer esto está comprobada y debemos cumplir. Aquel que quiera ver las otras súplicas puede referirse a Sifat As-Salah, p. 91-95, Maktabat Al Ma’arif, Riyadh [en inglés, ver El Rezo del Profeta, descrito por el Sheij Al Albani, Al Hanif Publications, p. 14-19].
46. Luego debe buscar refugio en Al-lah —esto es obligatorio, y está pecando si omite hacerlo—.
47. La Sunnah es a veces decir: “A’udhu Bil-lahi min ash-Shaitan ir-rayim, min hamzihi wa nafjihi wa nafzihi” (me refugio en Al-lah del maldito Shaitán, de su locura, su arrogancia y su poesía) —poesía aquí se refiere a los tipos de poesía censurables—.
48. Y en ocasiones puede decir: “A’udhu Bil-lah is-Sami’ il A’lim min ash-Shaitan…” (Me refugio en Al-lah, el Omnioyente, Omnisapiente, del Shaitán…).
49. Luego debe decir en voz baja —ya sea que la oración se deba recitar en voz audible o silenciosa— “Bismil-lah Ar-Rahamn Ar-Rahim” (en el Nombre de Al-lah, el más Clemente, el más Misericordioso).
50. Luego debe recitar Surat Al Fatihah (la primera Surah del Corán) completa, incluyendo el Basmalah (Bismil-lahi Ar-Rahman Ar-Rahim). Esta es una parte esencial del rezo, sin la cual no es válido. Aquellos que no hablan árabe deben memorizar esta Surah.
51. Aquel que no pueda memorizarla debe decir: “Subhan Al-lah, wal-hamdu-lil-lah, wa la ilaha il-la Al-lah, wa Al-lahu Akbar, wa la hawla wa la quwata il-la Bil-lah” (Glorificado sea Al-lah, Alabado sea Al-lah, no hay divinidad excepto Al-lah, Al-lah es el más Grande, y no hay fuerza ni poder excepto con Al-lah).
52. La Sunnah es recitar un versículo por vez, y pausar al comienzo de cada ayah. Entonces, debe decir: “Bismil-lah Ar-Rahman Ar-Rahim” (en el nombre de Al-lah, el más Clemente, el más Compasivo), y pausar. Luego decir: “Al Hamdu lil-lahi Rabb il ‘Alamin” (toda las alabanzas y gracias son para Al-lah, Señor del ‘Alamin (humanidad, yinn, y todo lo que existe), y pausar. Luego decir: “Ar-Rahman Ar-Rahim (el más Clemente, el más Misericordioso), luego pausar… y seguir así, hasta el final de la Surah.
Así es como recitaba toda la Surah el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), pausando al final de cada aiah y no juntándola con la próxima, incluso si hubiese continuidad en el significado.
53. Es permisible leerla con “Maliki Iaun id-Din” o “Maaliki Iaum id-Din”.
54. Aquel que está rezando detrás del Imam debe recitar Al Fatihah en las oraciones silenciosas y en las oraciones que son audibles si es que no llega a escuchar la recitación del Imam, o si él pausa luego de completarla para que aquellos que rezan detrás suyo puedan hacerlo. Creemos que esta pausa no está comprobada en la Sunnah. He mencionado la evidencia de aquellos que piensan que tal freno es lícito y la refutación de sus pruebas en Silsilat Al Ahadiz Ad-Da’ifah, número 546, 547, parte 2, pp. 24-26, editorial Dar Al Ma’arif.
55. Es Sunnah recitar, luego de Al Fatihah, otra Surah , incluso en Salat Al Yanazah (oración fúnebre), o algunas ayahs, en las dos primeras rak’ahs.
56. Se puede alargar la recitación a menudo , y acortar en ocasiones, por motivos de viaje, tos, enfermedad, o el llanto de un niño.
57. La recitación varía de acuerdo al rezo. La recitación del Fayer es más larga que en otras oraciones. La siguiente en longitud es generalmente el Dhuhr, luego el ‘Asr, luego el ‘Isha, y luego el Magrib.
58. La recitación en las oraciones nocturnas (qiam al lail) es más larga que en todas las mencionadas.
59. Es de la Sunnah hacer más larga la primera rak’ah que la segunda.
60. Se debe hacer la recitación en las dos últimas rak’ahs más corta que en las dos primeras; la mitad de largo. Si requiere más detalles sobre esto, ver Sifat As-Salah, p. 102 (original en árabe).
61. Es obligatorio recitar Al Fatihah en cada rak’ah.
62. Es Sunnah agregar algo en las dos últimas rak’ahs también.
63. No tiene permitido el Imam alargar su recitación más allá de lo descrito en la Sunnah, porque es difícil para aquellos que puedan estar rezando detrás, como los ancianos y los enfermos, o madres amamantando, o aquellos que tienen otros asuntos que atender.
64. El Corán se debe recitar en voz alta en las oraciones del Fayer y Yumu’ah, el rezo del ‘Eid, el rezo por la lluvia (istisqa), el rezo del eclipse (kusuf) y en las dos primeras rak’ahs del Magrib y el ‘Isha.
Se debe recitar en silencio en las dos primeras rak’ahs del Dhuhr y el ‘Asr, en la tercera rak’ah del Magrib, y en las dos últimas del ‘Isha.
65. Es permisible que ocasionalmente el Imam recite una ayah de forma audible en los rezos que se deben hacer en silencio.
66. En el witr y el qiam al lail, debe recitar en silencio a veces, y en voz alta a veces, y se debe ser moderado al alzar la voz.
67. La Sunnah es recitar el Corán en un ritmo medido, no rápido ni con apuro. Se debe leer de forma que se pueda distinguir claramente cada letra, embelleciendo el Corán con la voz. Se debe prestar atención a los veredictos de los eruditos de Taywid conocidos y no se debe recitar en la forma innovada de los cantantes o de acuerdo a las reglas de la música.
68. Se prescribe que aquel que reza detrás del Imam lo ayude si él duda en su recitación.
69. Cuando ha completado la recitación, se debe pausar brevemente para respirar.
70. Luego se deben levantar las manos de la forma descripta para el Takbirat Al Ihram (el Takbir al comienzo de la oración).
71. Debe decir Takbir (Al-lahu Akbar). Esto es obligatorio.
72. Luego, debe hacer el ruku’, inclinándose hasta donde sus articulaciones se lo permitan, hasta que adopte la nueva posición y esté relajado en ella. Esta es una parte esencial de la oración.
73. Se deben poner las manos sobre las rodillas, con firmeza, separando los dedos, como si estuviera agarrándolas.
74. Debe estirar su espalda y hacer que esté recta, de manera que si se vertiera agua sobre ella, quedaría allí (y no se caería).
75. No se debe ni levantar ni bajar la cabeza, sino que debe estar alineada con la espalda.
76. Se deben mantener los codos alejados de los costados del cuerpo.
77. En el ruku’, se debe decir “Subhana Rabbi Al ‘Adhim” (Glorificado sea mi Señor, el Majestuoso) tres veces o más. Hay otros tipos de Dhikr que se pueden decir en esta posición, algunos largos, algunos medianos, y algunos cortos. Ver Sifat Salat An-Nabi, p. 132, editorial Maktabat Al Ma’arif (Descripción de la oración del Profeta, p. 44).
78. Es Sunnah hacer que las partes esenciales del rezo sean iguales en longitud, entonces, el ruku’, incorporarse luego de él, la postración y estar sentado entre las dos postraciones deberían ser aproximadamente del mismo largo.
79. No es permisible recitar Corán en el ruku’ o el suyud.
80. Luego se debe reincorporar del ruku’. Esta es una parte esencial del rezo.
81. Al hacer esto, se debe decir: “Sami’a Al-lahu liman hamidah” (Al-lah escucha a aquel que Lo alaba). Esto es obligatorio.
82. Debe levantar las manos al levantarse, de la forma descrita arriba.
83. Luego se debe poner de pie, hasta que toda vértebra haya vuelto a su lugar. Esto es una parte esencial de la oración.
84. Al estar parado, debe decir: “Rabbana wa laka al hamd” (Señor nuestro, para Ti es toda alabanza). (Hay otros tipos de Dhikr que se pueden decir en este momento. Ver Sifat As-Salah, p. 135/ Descripción de la Oración del Profeta, p. 47). Esto es obligatorio para toda persona que está rezando, incluso si está siguiendo al Imam, porque es el Dhikr cuando uno está parado luego del ruku’, y decir “Sami’a Al-lahu liman hamidah”, es el que se pronuncia al incorporarse. No está indicado poner las manos una sobre la otra al estar parado aquí, porque no fue narrado del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él). Para más detalles, ver Sifat Salat An-Nabi, 1: Istiqbal Al Qiblah (Descripción de la oración del Profeta: Mirar hacia la Qiblah).
85. Debe estar de pie el mismo tiempo que duró en el ruku’, como dijimos arriba.
86. Luego, debe decir “Al-lahu Akbar”, esto es obligatorio.
87. A veces puede levantar las manos.
88. Luego debe hacer el suyud apoyándose en sus manos, apoyándolas antes que las rodillas. Esto fue lo que ordenó el Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), y está comprobado que hacía eso, y prohibió imitar la forma de sentarse de un camello, la cual es arrodillándose con sus patas delanteras primero.
89. Cuando se postra —que es una parte esencial del rezo— debe poner su peso sobre sus palmas y separarlas.
90. Debe mantener los dedos juntos.
91. Los dedos deben apuntar hacia la Qiblah.
92. Luego debe subir sus palmas a la altura de sus hombros.
93. A veces puede subirlas a la altura de sus oídos.
94. Debe mantener sus antebrazos alejados del piso, esto es obligatorio. No debe apoyarlos en el suelo como hace un perro.
95. Debe colocar su nariz y frente firmemente en el piso. Esto es una parte esencial de la oración.
96. También debe apoyar sus rodillas en el piso con firmeza.
97. Lo mismo se aplica a los dedos de los pies.
98. Debe tener sus pies en posición vertical, con sus dedos tocando el suelo. Todo esto es obligatorio.
99. Los dedos de los pies deben apuntar hacia la Qiblah.
100. Debe juntar sus talones.
101. Se debe estar relajado en el suyud, distribuyendo el peso equitativamente entre las partes del cuerpo que están en contacto con el suelo, que son: la nariz y frente, las palmas, las rodillas y los dedos de los pies.
102. Aquel que está relajado en esa postura, la está realizando bien. Estar así es también una parte esencial del rezo.
103. En el suyud, se debe decir: “Subhana Rabii Al ‘Ala” (Glorificado sea mi Señor, el Altísimo) tres veces o más. (Hay otros tipos de Dhikr también, ver Sifat Salat An-Nabi, p. 145/Descripción de la oración del Profeta, p. 55.)
104. Es mustahab hacer mucho du’a durante el suyud, porque es un momento en el que es probable que sea respondido.
105. Se debe hacer el suyud casi tan largo como el ruku’, tal como dijimos arriba.
106. Es permisible postrarse en el suelo, o sobre algo que lo cubra, como una vestimenta, o alfombra, etc.
107. No está permitido recitar Corán mientras se está postrado.
108. Luego se debe levantar la cabeza, diciendo Takbir. Esto es obligatorio.
109. Se puede levantar las manos a veces.
110. Luego debe sentarse relajado, hasta que todas las vértebras vuelvan a su lugar. Esto es obligatorio.
111. Debe doblar su pierna izquierda y sentarse sobre ella. Esto es obligatorio.
112. Su pie derecho debe estar derecho con el talón hacia arriba.
113. Y sus dedos [del pie derecho] deben apuntar hacia la Qiblah.
114. Es permisible sentarse en iq’a en ocasiones, lo cual significa reposar sobre los talones y pies.
115. Al estar sentado así, se debe decir: “Al-lahumma igfirli, warhamni, wayburni, warfa’ni, wa’afini, warzuqni” (Oh, Al-lah, perdóname, ten misericordia de mí, afírmame, refuérzame, elévame en estatus, perdóname y dame sustento).
116. Si desea, puede decir: “Rabbi igfir li. Rabbi igfir li” (Señor mío, perdóname. Mi Señor, perdóname).
117. Esta posición debe ser tan larga como el suyud.
118. Luego debe decir el Takbir. Esto es obligatorio.
119. Debe elevar las manos en ocasiones al pronunciar tal Takbir.
120. Debe realizar la segunda postración. Esto también es una parte esencial de la oración.
121. Debe hacer en esta segunda postración lo que hizo en la primera.
122. Cuando alza la cabeza de la segunda postración y quiere levantarse para la segunda rak’ah, debe decir el Takbir. Esto es obligatorio.
123. Debe, a veces, levantar las manos.
124. Debe sentarse erguido, sobre su pie izquierdo, hasta que cada hueso repose en su lugar.
125. Luego se debe levantar para hacer la segunda rak’ah, apoyándose sobre sus manos con los puños cerrados, como si estuviera amasando. Esto es una parte esencial de la oración.
126. Debe hacer en la segunda rak’ah lo que hizo en la primera.
127. Excepto que no debe recitar el du’a para el comienzo del rezo.
128. Debe hacerla más corta que la primera rak’ah.
129. Cuando completa la segunda rak’ah, se debe sentar para el Tashahhud. Esto es obligatorio.
130. Se debe sentar en iftirash, tal como se describió arriba cuando uno se sienta entre las dos postraciones.
131. Pero no está permitido sentarse en iq’a en este momento.
132. Se debe colocar la mano derecha sobre el muslo y la rodilla derechos, y el final del codo derecho sobre el muslo, no lejos de él.
133. Debe abrir la palma izquierda sobre el muslo y la rodilla izquierdos.
134. No es permisible apoyarse con los brazos, especialmente el izquierdo.
135. Debe cerrar todos los dedos de su mano derecha, y poner el pulgar sobre el dedo mayor en ocasión.
136. A veces puede hacer un círculo entre ellos [el pulgar y dedo mayor].
137. Debe apuntar con su dedo índice hacia la Qiblah.
138. Debe mirar ese dedo índice.
139. Debe moverlo, haciendo du’a, desde el comienzo del Tashahhud hasta el final.
140. No debe apuntar con su dedo de la mano izquierda.
141. Debe hacer esto en cada Tashahhud.
142. El Tashahhud es obligatorio, y si uno se lo olvida, debe hacer dos postraciones por olvido (saydat as-sahu).
143. Debe recitarlo en voz baja.
144. Las palabras del Tashahhud son: “At-tahiatu lil-lah was salawatu wat taibat. As-salamu ‘alaika aihuan Nabiu wa rahmat Al-lahi wa barakatuhu. As-salamu ‘alaina wa ‘ala ‘ibad-Il-lah is-salihin. Ash-hadu an la ilaha il-la Al-lah, wa ash hadu anna Muhammadan ‘abduhu wa rasuluhu” (todo elogio, rezos, y palabras puras son para Al-lah. La paz sea contigo, oh, Profeta, y la misericordia y bendiciones de Al-lah. La paz sea con nosotros y con los siervos piadoso de Al-lah. Atestiguo que no hay divinidad excepto Al-lah, y atestiguo que Muhammad es el siervo y Mensajero de Al-lah)”. Se mencionan otras versiones en Sifat Salat An-Nabi/Descripción de la oración del Profeta, pero lo que trascribimos aquí es lo más correcto.
Enviar salams al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él): esto es lo que se prescribió luego de la muerte del Profeta, y es narrado en el Tashahhud de Ibn Mas’ud, ‘Aisha e Ibn Az-Zubair (que Al-lah esté complacido con ellos). Para más detalles, ver Sifat Salat An-Nabi, p. 161, Maktabat Al Ma’arif, Riyadh /Descripción de la oración del Profeta, p. 67.
145. Luego de eso, se debe enviar súplicas por el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), diciendo: “Al-lahumma sal-li ‘ala Muhammad wa ‘ala ali Muhammad kama sal-laita ‘ala Ibrahim wa ‘ala ali Ibrahim, innaka hamidun mayid. Al-lahumma barik ‘ala Muhammad wa ‘ala ali Muhammad kama barakta ‘ala Ibrahim wa ‘ala ali Ibrahim, innaka hamidun mayid” (Oh, Al-lah, envía salutaciones sobre Muhammad y sobre la familia de Muhammad, tal como enviaste salutaciones sobre Ibrahim y sobre la familia de Ibrahim; Tú eres ciertamente Digno de Alabanza, Lleno de Gloria. Oh, Al-lah, bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad tal como bendijiste a Ibrahim y la familia de Ibrahim; Tú eres ciertamente Digno de Alabanza, Lleno de Gloria).
146. Si usted desea, puede acortarlo diciendo: “Al-lahumma sal-li ‘ala Muhammad wa ‘ala ali Muhammad, wa barik ‘ala Muhammad wa ‘ala ali Muhammad kama sal-laita wa barakta ‘ala Ibrahim wa ‘ala ali Ibrahim, innaka hamidun mayid” (Oh, Al-lah, envía salutaciones sobre Muhammad y sobre la familia de Muhammad, y bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad, como enviaste salutaciones y bendijiste a Ibrahim y a la familia de Ibrahim; Tú eres ciertamente Digno de Alabanza, Lleno de Gloria).
147. Luego, en este Tashah-hud puede elegir cualquier du’a que quiera o aquellos que han sido narrados, e invocar a Al-lah con esas palabras.
148. Luego dice el Takbir, lo cual es obligatorio. La Sunnah es decirlo mientras uno aún está sentado.
149. Debe elevar su cabeza en ocasiones.
150. Luego debe levantarse para la tercera rak’ah, lo cual es una parte esencial del rezo, y lo mismo la rak’ah siguiente.
151. Debe hacer lo mismo si desea incorporarse para la cuarta rak’ah.
152. Pero antes de levantarse se debe sentar derecho, ajustando su pierna izquierda, hasta que cada hueso vuelva a su lugar.
153. Luego se debe levantar, apoyándose sobre sus manos, como hizo en la segunda rak’ah.
154. Luego, en las tercera y cuarta rak’ahs, debe recitar Al Fatihah. Esto es obligatorio.
155. Puede añadir una ayah o algo más en ocasiones.
156. Es de la Sunnah recitar Qunut y rezar por los musulmanes cuando algún desastre los aqueja.
157. Se debe recitar el Qunut luego de pararse del ruku’ y decir “Rabbana wa lakal-hamd” (Señor nuestro, para Ti son las alabanzas).
158. No hay un du’a específico que se deba pronunciar de forma regular en el Qunut, sino aquello que sea apropiado cuando azota un desastre.
159. Debe elevar las manos al recitar este du’a.
160. Debe recitarlo en voz alta si está actuando como Imam.
161. Aquellos que rezan detrás del Imam deben decir “amin” con él.
162. Cuando ha terminado, debe decir el Takbir y postrarse.
163. El qunut al witr se prescribe ocasionalmente.
164. Se debe recitar antes del ruku’, contrario al qunut recitado en momentos de calamidad.
165. Debe recitar las siguientes palabras:
“Al-lahumma ihdini fiman hadaita, wa ‘afini fiman ‘afait, wa tawal-lani fiman tawal-lait, wa barik li fima a’taita, wa qini sharra ma qadaita, fa innaka taqdi wa la iuqda ‘alaik, wa innahu la iadhil-lu man walaita, wa la ia’izzu man ‘adaita, tarabakta rabbana wa ta’alaita, wa la manya minka il-la ilaik” (Oh, Al-lah, guíame entre aquellos a quienes has guiado; perdóname entre aquellos a quienes has perdonado; ven a mí en amistad entre aquellos a quienes fuiste en amistad; bendíceme en lo que me has dado; sálvame del mal que has decretado; ciertamente Tú decretas, y nadie puede influenciarte; y no es humillado aquel con quien tienes amistad; ni es honrado quien Tú tomas como enemigo. Bendito eres, oh, Señor, y Exaltado. No hay lugar a salvo de Ti excepto en Tu dirección).
166. Este du’a fue enseñado por el Mensajero de Al-lah (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), por tanto, es permisible, ya que fue narrado por los Sahabas (que Al-lah esté complacido con ellos).
167. Luego debe hacer ruku’ y las dos postraciones, como antes.
168. Luego se debe sentar para el Tashah-hud. Esto es obligatorio.
169. Debe hacer lo mismo que en primer Tashah-hud.
170. Pero no se debe sentar mutawakiran, es decir, poniendo el pie izquierdo bajo su pierna derecha.
171. Debe poner su pie derecho recto.
172. También es permisible, en ocasiones, apoyar el pie derecho a lo largo del suelo.
173. Debe cubrir su rodilla izquierda con su palma izquierda, apoyándose sobre ella con fuerza.
174. Es obligatorio en este Tashah-hud enviar salutaciones al Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él); algunas versiones de esto las hemos mencionado arriba, cuando tratamos el primer Tashahhud.
175. También debe buscar refugio en Al-lah de cuatro cosas, diciendo: “Al-lahumma inni a’udhu bika min ‘adhab Yahannam, wa min ‘adhab al qabri, wa min fitnat il-mahia wal mamat, wa min sharri fitnat il-masih ad-dayyal” (Oh, Al-lah, me refugio en Ti del tormento del Infierno, del tormento de la tumba, de las pruebas de la vida y la muerte, y del mal de la tribulación del Dayyal).
Las tribulaciones de la vida significan las tentaciones de este mundo y los deseos que una persona enfrenta. Las pruebas de la muerte son el tormento de la tumba y el interrogatorio de los dos ángeles. Las tribulaciones del Dayyal son los portentos extraordinarios que realizará con sus manos, por los cuales muchos se desviarán, lo seguirán y le creerán cuando diga que es divino.
176. Luego, se puede hacer las súplicas que se deseen, tal como se narró en el Corán y la Sunnah. Hay muchos du’as buenos, si uno no conoce ninguno, puede decir lo que le sea fácil, pidiendo por cosas que lo beneficien en su religión y en asuntos mundanos.
177. Luego se debe decir salams hacia la derecha, lo cual es una parte esencial de la oración, girando el rostro hasta que se vea el pómulo derecho (desde atrás).
178. Luego debe decir salams hacia la izquierda, girando su rostro hasta que se vea el pómulo izquierdo desde atrás, incluso en el rezo funerario.
179. El Imam debe alzar su voz cuando hace el salam, excepto en el rezo fúnebre.
180. El salam toma varias formas:
Hermano musulmán, esto es lo que hemos podido resumir de Sifat Salat An-Nabi (Descripción de la Oración del Profeta, la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), en un intento de hacerlo más accesible para usted, para que sea claro, como si pudiera verlo con sus propios ojos. Si usted reza de la forma descrita y como lo hizo el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), entonces esperamos que Al-lah acepte eso de usted porque, al hacerlo, habrá puesto en práctica las palabras del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él): “Recen como me vieron hacerlo”.
Además, no debe olvidar la importancia de estar concentrado y tener humildad en el rezo, porque ese es el principal propósito de estar parado rezando ante Al-lah. Cuanto más pueda desarrollar la actitud de humildad y sumisión en la oración tal como se describe en el rezo del Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), más beneficios obtendrá, tal como indicó nuestro Señor cuando dijo (lo que en español se interpreta así): {… la oración preserva de cometer actos inmorales y reprobables} [Corán 29:45].
Finalmente, pedimos a Al-lah que acepte nuestra oración y todas nuestras buenas obras, y que reserve su recompensa hasta el Día en que nos encontremos con Él: {… el día en que de nada servirán las riquezas ni los hijos, y solo estará a salvo quien tenga el corazón puro} [Corán 26:88-89].
Y Al-lah sabe más.