Alabado sea Dios.
Los duodecimanos son una de las ramas del shi’ismo. Son llamados por los árabes ‘rafidíes’, porque rechazan a muchos de los compañeros del Profeta (que Dios esté complacido con todos ellos) y rechazan el liderazgo de los dos primeros califas, Abu Bákr y ‘Umar, y porque rechazaron el imamato de Zaid ibn ‘Ali, desertando. También con conocidos en ocasiones como imamitas, por su obsesión con el tópico del imamato o liderazgo de los imames, y lo han convertido en un principio básico de su religión, y porque aseveran que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo que ‘Ali y sus descendientes serían imames. Por eso son más conocidos como duodecimanos, porque ellos creen en el liderazgo de doce imames de la familia del Profeta, el primero de los cuales fue ‘Ali ibn Abu Tálib (que Dios esté complacido con él), y el último de los cuales fue Muhámmad ibn Al-Hasan al-‘Askari, el supuesto “imam oculto”, de quien ellos afirman que ingresó en la cueva de Samarrá' a mediados del tercer siglo después de la Hégira, y que todavía está allí, vivo, y por lo tanto ellos esperan que vuelva.
Ellos sostienen creencias y prácticas que son ajenas y contrarias al Islam, como las siguientes:
1 – Exageran en las atribuciones de sus imames, afirmando que son infalibles, y les dedican muchos actos de culto, como súplicas, piden su ayuda, ofrecen sacrificios en su nombre, y circunvalan sus tumbas. Todas estas cosas son en ante la ley islámica formas de idolatría y por lo tanto pecados mayores, porque implican asociar a otros con Dios, y este es el único pecado que Dios afirmó claramente en el Sagrado Corán que no perdonará. Estos actos de idolatría son cometidos igualmente por sus líderes como por el pueblo, y está socialmente aceptado.
2 – Algunos de ellos dicen que el Sagrado Corán ha sido distorsionado, que se le han agregado párrafos y quitado otros. Ellos tienen libros acerca de esto, que son conocidos por sus eruditos y por la gente común. Algunos afirman incluso que creer en la adulteración del Corán es una de las creencias esenciales de su fe. Consulta la respuesta a la pregunta No. 21500.
3 – Consideran que muchos de los compañeros del Profeta (que Dios esté complacido con ellos) eran incrédulos, los reprueban, y algunos pretenden acercarse a Dios maldiciéndolos. Afirman que muchos apostataron después de la muerte del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), excepto unos pocos. Algunos dicen que sólo siete fueron leales.
Esto implica rechazar al Sagrado Corán cuando afirma la virtud de los compañeros del Profeta, porque Dios afirma estar complacido con ellos y haberlos escogido Él mismo como compañeros y ayudantes del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Esto también implica no sólo poner en duda la autenticidad del Sagrado Corán sino de todo lo que sabemos del Islam, porque tanto el Corán como las palabras del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) llegaron a nuestros días transmitidas por ellos; si ellos hubieran sido incrédulos o apóstatas, entonces no podríamos fiarnos de su testimonio. En cualquier caso, esto es lo que implican estas creencias de los duodecimanos.
El Shéij al-Islam Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dijo: “Quien va más allá de la diferencia de opinión y afirma que los compañeros del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) apostataron después de su muerte, excepto un pequeño número; o que se convirtieron en malhechores, entonces no hay duda de que quien afirma esto es un incrédulo, porque está rechazando lo que dijo Dios en el Sagrado Corán en más de una ocasión, es decir, que Él estaba complacido con ellos. Ciertamente, quien duda de esto no puede considerársele musulmán, porque este punto de vista implica creer que todo lo que sabemos acerca del Islam y del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), incluyendo el Sagrado Corán, fue transmitido por incrédulos, malhechores y rebeldes a Dios. Un verso dice (traducción del significado):
“Sois la mejor nación que haya surgido de la humanidad: Ordenáis el bien, prohibís el mal y creéis en Dios” (Ali ‘Imrán, 3:110).
Y los mejores entre ellos eran la primera generación.
Pero de acuerdo al punto de vista de los duodecimanos, la mayoría de ellos era incrédula y rebelde, y por lo tanto la comunidad musulmana es la peor de las naciones, y las primeras generaciones de esta comunidad eran los peores de nosotros.
Esto es una forma de incredulidad, es algo para lo cual ningún verdadero musulmán tiene excusa alguna”. Fin de la cita de As-Sárim al-Maslul ‘ala Shátim ar-Rasul (p. 590).
4 – Le atribuyen a Dios formarse una nueva opinión sobre un asunto determinado, diferente de la anterior. Esto implica atribuirle ignorancia, glorificado y exaltado sea.
5 – Creen que es bueno y lícito disimular sus creencias (taquíyah), es decir, muestran externamente algo diferente a lo que sienten y creen. Esto es una forma de mentira y de hipocresía, e implica engañar a la gente, porque no es algo que se hace forzado por el temor o la coacción, sino que lo consideran un deber para los asuntos religiosos, tanto en tiempos difíciles como en tiempos de seguridad. Esto implicaría que no son sinceros en muchos de los acuerdos que dicen tener con los musulmanes de la comunidad y la Tradición Profética.
6 – Creen que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y los miembros de su casa, ‘Ali ibn Abu Tálib, Al-Hásan, Al-Husain, y otros imames, regresarán. Y también según sus dichos retornarán todos aquellos que perjudicaron a la familia del Profeta, como Abu Bákr, ‘’Umar, ‘Uzmán, Mo’áwiyah, Yazíd, Ibn Dil Yushan, y otros.
Según sus creencias, toda esta gente volverá a la Tierra una vez más antes del Día de la Resurrección, cuando el Líder Guiado (el Mahdi); volverán para ser castigados por haber negado los derechos de la familia del Profeta y morirán todos, y luego serán resucitados en el Día de la Resurrección para la recompensa final.
Y hay otras creencias ajenas al Islam sobre las cuales uno puede encontrar más detalles en otros libros, como por ejemplo:
Al-Jutut al-‘Aridah, por Muhíbb ad-Dín al-Jatíb (disponible en inglés, traducido por Abu Bilal Mustafa al-Kanadi).
Usul Mádhhab ash-Shi’ah al-Imamíyah, por Násir al-Qafari.
Firaq Mu’ásirah tantasib ila al-Islam, por Galib ibn ‘Ali ‘Awáyi (1/127-269).
Al-Mawsu’ah al-Muyássarah fi al-Adián wa al-Madáhib wa al-Ahzáb al-Mu’ásirah (1/51-57).
Los eruditos del Comité Permanente de Jurisprudencia Islámica de Arabia Saudita fueron consultados: “¿Es la creencia en los imames duodecimanos parte del Islam? ¿Quién la originó? Porque los duodecimanos le atribuyen su escuela de jurisprudencia a ‘Ali ibn Abi Tálib (que Dios esté complacido con él)”.
Ellos respondieron:
“La escuela imamita duodecimana es una escuela de jurisprudencia inventada, que ha sido introducida en nuestra comunidad desde afuera. Te aconsejamos leer los libros Al-Jutut al-‘Aridah, Mujtásar at-Tuhfah al-Izna ‘Asharíyah, y Minhách as-Sunnah, por el Shéij Ibn Taimíyah, que explica muchas de sus innovaciones.
Shéij ‘Abd el-‘Azíz ibn Baaz, ‘Abd er-Razzáq ‘Afifi, ‘Abd Allah ibn Gadián”. Fin de la cita de Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, (2/377).
En segundo lugar, por lo arriba expuesto queda claro que su escuela de jurisprudencia es inválida ante la ley islámica, porque atenta contra las creencias básicas de la comunidad musulmana.
Sobre los imames en quienes ellos dicen basarse, son inocentes de esas falsedades. Aquí siguen los nombres de estos imames:
1 – ‘Ali ibn Abu Tálib (que Dios esté complacido con él), fallecido en el año 40 después de la Emigración.
2 – Al-Hásan ibn ‘Ali (que Dios esté complacido con él; del 3 al 50 después de la Emigración).
3 – Al-Husain ibn ‘Ali (que Dios esté complacido con él; del 4 al 61 después de la Emigración).
4 – ‘Ali Zain al-‘Aabidín ibn al-Husain (del 38 al 95 d. E.), a quien ellos llaman As-Sayyád.
5 – Muhámmad ibn ‘Ali Zain al-‘Aabidín (del 57 al 114 d. E.), a quien ellos llaman Al-Báqir.
6 – Ya’far ibn Muhámmad al-Báqir (del 83 al 148 d. E.), a quien ellos llaman As-Sádiq.
7 – Musa ibn Ya’far as-Sádiq (del 128 al 148 d. E.), a quien ellos llaman Al-Kádim.
8 – ‘Ali ibn Musa al-Kádim (del 148 al 203 d. E.), a quien ellos llaman Ar-Rida (Reza).
9 – Muhámmad al-Yawád ibn ‘Ali ar-Rida (del 195 al 220 d. E.), a quien ellos llaman At-Taquíy.
10 – ‘Ali al-Hádi ibn Muhámmad al-Yawád (del 212 al 254 d. E.), a quien ellos llaman An-Naqíy.
11 – Al-Hásan al-‘Askari ibn ‘Ali al-Hádi (del 232 al 260 d. E.), a quien ellos llaman Az-Zakíy.
12 – Muhámmad al-Mahdi ibn al-Hásan al-‘Askari, a quien ellos llaman Al-Huyyáh al-Qá'im al-Muntázar. Afirman que ingresó en una cueva en Samarrá', pero la mayoría de los investigadores sostienen el punto de vista de que no existió en absoluto, y que su existencia es un mito.
Ver: Al-Mawsu’ah al-Muiássarah, 1/51.
Ibn Kázir dijo en Al-Bidaiah wa an-Niháiah (1/177): “Sobre la creencia de la cueva de Samarrá', esto es un mito, no tiene base alguna en la realidad, y no hay pruebas de ello en ningún reporte autenticado”. Fin de la cita.
Shéij al-Islam Ibn Taimíyah (que Allah tenga misericordia de él) dividió a los imames de los duodecimanos en cuatro clases:
1 – ‘Ali ibn Abi Tálib, Al-Hásan, y Al-Husain (que Dios esté complacido con ellos). Fueron nobles compañeros del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y entre sus compañeros hubo otros que eran más virtuosos aún, basándose en la evidencia proveniente del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
2 – ‘Ali ibn al-Husain, Muhámmad ibn ‘Ali al-Báqir, Ya’far ibn Muhámmad as-Sádiq, y Musa ibn Ya’far. Ellos estuvieron entre los sabios brillantes y confiables de su tiempo. Minhách as-Sunnah, 2/243-244).
3 – ‘Ali ibn Musa ar-Rida, Muhámmad ibn ‘Ali ibn Musa al-Yawád, ‘Ali ibn Muhámmad ibn ‘Ali al-‘Askari, y Al-Hásan ibn ‘Ali ibn Muhámmad al-‘Askari. Acerca de ellos, el shéij dijo:
“No mostraron el gran conocimiento de los sabios de antaño de tal forma que la comunidad pudiera beneficiarse de ellos, ni tuvieron autoridad por medio de la cual pudieran ayudar a la comunidad. Ellos fueron como otros descendientes del Profeta Muhámmad (que Dios esté complacido con él), ocuparon una posición respetada ante la sociedad, y tenían un conocimiento aceptable para dirigir los asuntos de su religión y estar a la altura de lo que los demás esperaban de ellos; un tipo de conocimiento que muchos musulmanes ordinarios poseyeron.
Pero el nivel de conocimiento de los grandes eruditos no estuvo presente en el caso de ellos. Por lo tanto los buscadores de conocimiento no recibieron de ellos enseñanzas influyentes que se transmitieran de generación en generación. Si ellos hubieran tenido esa clase de conocimiento, nos habrían llegado los reportes y lo sabríamos”. Minhách as-Sunnah, 6/387.
4 – Muhámmad ibn Al-Hásan al-‘Askari al-Muntázar (el Esperado). Como afirmamos arriba, no hay evidencia de que haya existido en absoluto.
Y Allah sabe más..