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Evidencia de que el Profeta Muhámmad fue un profeta verdadero

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Fecha de publicación : 04-12-2015

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Pregunta

Tengo un amigo cristiano que no cree en el Corán. Hemos tenido varias discusiones sobre este asunto, pero él no cree que Muhámmad sea un profeta de Dios. De todas formas, yo sigo sintiendo que debería ayudarlo a saber la verdad acerca del asunto. ¿Podría usted ayudarme con esto? Él cree en la Biblia completamente y sigue sus instrucciones, y la ha memorizado. Pero es incapaz de comprender la importancia del Sagrado Corán.

Texto de la respuesta

Alabado sea Dios.

En primer lugar, es esencial comprender que la guía hacia la religión verdadera y la fe en el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) sólo pueden venir a una persona con la ayuda de Dios, y que a lo mucho lo que nosotros podemos hacer es exponer los hechos y las evidencias.

Hay abundante evidencia para quien quiera averiguar la verdad sobre la profecía del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Estas evidencias incluyen lo siguiente:

- Dios lo escogió de entre la gente humilde y desfavorecida. El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue huérfano y analfabeto, no sabía ni leer ni escribir. Sin embargo, tenía las más grandes virtudes humanas en su máxima expresión. Estas buenas cualidades eran parte intrínseca de su carácter, y las mostró a lo largo de toda su vida. Esta es una cualidad que nadie excepto los profetas a los que Dios ha protegido y guiado ha podido alcanzar. Las virtudes y nobles cualidades de Muhámmad es una de las más grandes pruebas de que su profecía era verdadera (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).

- Dios le concedió una revelación a través del arcángel Gabriel (la paz sea con él). El arcángel Gabriel es reconocido por toda la gente de las escrituras (judíos y cristianos). Cuando el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) recibía la revelación, eran visibles en él efectos que indicaban la intensidad del esfuerzo que estaba haciendo para sobreponerse a lo que estaba presenciando, que era la llegada de un mensaje proveniente de Dios y entregado por Su mensajero, el arcángel Gabriel (la paz sea con él). Sus compañeros atestiguaron esto cuando él recibía la revelación, y ellos se daban cabal cuenta de que la revelación era algo que le sucedía al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) desde una fuente externa y cuyo acontecimiento estaba más allá de su control. Tal era la revelación de Dios, El Sapientísimo, El Altísimo.

- Dios apoyó la misión de Su Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) con milagros físicos, con los cuales desafió a los incrédulos. Entre los más importantes, podemos mencionar cuando dividió la luna en dos y el Viaje Nocturno a Jerusalén. Los incrédulos fueron incapaces de explicar estos milagros, y fueron decisivos para muchos, como un divino testimonio de la verdad de su profecía (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Pero Dios no apoyó a Su Profeta sólo con milagros, sino también con abundante evidencia racional para las personas de buen entendimiento, y las más grandes de ellas ciertamente pueden atestiguarse en el Sagrado Corán. La revelación del Corán fue el más grande signo y milagro que le fue concedido al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y contiene varios milagros en sus páginas, tanto por su estilo como por sus afirmaciones, que la humanidad no puede igualar ni imitar aun si se reunieran todos para tal propósito. Esto quedó claramente demostrado en aquellos tiempos, en que la elocuencia expresiva de los poetas y oradores árabes había alcanzado su cumbre histórica, y sin embargo ninguno de ellos pudo componer algo semejante al Sagrado Corán, tanto en su estilo como en las temáticas que aborda. El Sagrado Corán es un milagro perpetuo, brillante en su estilo y un tesoro por su información acerca del Más Allá, sus enseñanzas éticas sobre la nobleza del carácter, la sabiduría de sus leyes y prescripciones, y por el hecho de que estas son practicables y apropiadas para todo tiempo, para todo lugar y para todos los pueblos. Todo esto expuesto y enseñado en un estilo conmovedor que apela a la sensibilidad más íntima de cada persona.

El Sagrado Corán hace referencia a los signos y pruebas que rodearon al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), atestiguando su veracidad. Por ejemplo, él estuvo libre de los pecados que son moneda corriente en cualquier sociedad humana, pero también de toda forma de frivolidad. Creció en la Península Árabe, con orígenes muy humildes y en medio de dificultades, y no recibió ninguna educación religiosa ni instrucción. Cuando llegó a la edad de cuarenta años, él trajo un conocimiento divino que nadie en su entorno había podido producir o gestar tanto en las generaciones precedentes como posteriores.

- El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) tuvo protección especial por parte de Dios, Quien lo mantuvo a salvo en tiempos de crisis. Si no fuera por esta protección, ciertamente los enemigos de Dios lo habrían matado. Su venida fue predicha en las revelaciones originales del Pentateuco y del Evangelio, y algunos de los judíos y cristianos de la época lo esperaban y fueron testigos tanto de los signos de la profecía en él como de las conductas propias de los profetas de Dios, lo cual los condujo a abrazar el Islam. Incluso en las versiones modernas de la Biblia que son aceptadas por judíos y cristianos hay afirmaciones que claramente parecen referir al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), incluso en el Evangelio de Bernabé, que es considerado por muchos cristianos como un evangelio auténtico.

- El mensaje revelado al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no fue exclusividad suya, sino que era de la misma naturaleza y similar contenido al mensaje entregado por Dios a los profetas y mensajeros precedentes. Dios envió a muchos profetas y mensajeros antes que él, como a Noé, Abrahán, Moisés, Jesús y otros (la paz sea con todos ellos), muchos enviados a los judíos y a todo otro pueblo de la historia de la humanidad, y cada vez que uno de ellos llegaba las personas piadosas se agrupaban en torno a ellos y creían en el mensaje que ellos enseñaban, dando testimonio de la veracidad de sus palabras y de la bondad de las enseñanzas contenidas en los Libros que les eran revelados, Libros que en términos generales contenían el mismo mensaje que el Sagrado Corán. Todos estos hechos son un elocuente testimonio de que Muhámmad era un Profeta verdadero, y que el mensaje que vino a traer le fue revelado por Dios.

Dios envió a Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) con el mismo mensaje que a los profetas y mensajeros de antaño, y el Sagrado Corán llegó también para confirmar los Libros revelados previamente y el rango de profeta de los mensajeros previos, convocando a toda la humanidad a creer en ellos. Por lo tanto, cuando la Gente del Libro cree en algunos profetas y descree de otros, está descreyendo en realidad de todos ellos. El Sagrado Corán contiene los mismos principios y enseñanzas fundamentales que los Libros en los que ellos dicen creer, porque todos ellos provienen de la misma fuente, que es Dios, glorificado y exaltado sea.

En resumen, las pruebas de que Muhámmad era un verdadero Profeta son claras y abundantes. Esta evidencia proviene tanto de los hechos inusuales que rodearon su vida como de los actos previamente conocidos, analizados tanto por la investigación racional como por el sentido común.

Estas evidencias y muchas otras pueden saciar la sed de conocimiento para quien verdaderamente tiene la humildad para adquirirlo y curar la enfermedad de las dudas. Dios dijo (traducción del significado):

“¡Oh, Gente del Libro! Os ha llegado Nuestro Mensajero para aclararos los preceptos más importantes que habíais ocultado del Libro y obviar otros. Os ha llegado de Allah una luz y un Libro claro [el Corán]. 16. Con el cual Allah guía a quienes buscan Su complacencia hacia los caminos de la salvación, les extrae con Su voluntad de las tinieblas hacia la luz, y les dirige por el sendero recto” (al-Má'idah, 5:15-16).

Creemos que puedes mostrarle a este cristiano al que mencionas en tu pregunta una traducción del Sagrado Corán. Si él comprende y constata la veracidad de sus contenidos, pues estonces alabado sea Dios. Pero si no lo hace, entonces no te excedas en tus esfuerzos ni sientas pena por él. Sólo Dios decide quién será guiado y quién permanecerá en el extravío, porque en Sus manos están todos los corazones. Y Él es El Sapientísimo, la única Guía hacia la verdad.

Y Allah sabe más.

Origen: Sheij Muhammed Salih Al-Munajjid