Alabado sea Dios.
Primero:
No es permisible para un musulmán entretenerse en dudas con respecto a la inmutabilidad del Corán, porque Allah ha garantizado su preservación. Allah dice (interpretación del significado):
“Ciertamente Nosotros hemos revelado el Corán y somos Nosotros sus custodios”.
(al-Híyr 15:9)
El Corán fue preservado en los corazones de los Sahabas que lo memorizaron, y sobre tallos de palmera y blancas piedras lajas hasta los tiempos del califa Abu Bakr as-Saddiq (que Allah esté satisfecho de él). Durante las guerras de Riddah muchos de los sahabas que lo habían memorizado murieron, entonces Abu Bakr (que Allah esté satisfecho de él) temió que el Corán se pudiera perder. Consultó a los demás sahabas sobre la idea de compilar el Corán entero en un libro para preservarlo, y esta tarea fue confiada al gran hafiz (conservador) del Corán Zaid ibn Zábit (que Allah esté satisfecho de él), y otros quienes lo consignaron por escrito. Al-Bujari narró en su Sahih que Zaid ibn Zabit (que Allah esté satisfecho de él) dijo:
“Abu Bákr as-Saddíq mandó a buscarme cuando la gente de Iamamah fue asesinada (es decir, compañeros del Profeta que murieron luchando contra Musailimah). Fui, y encontré a ‘Umar ibn al-Jattáb sentado con él. Abu Bakr (que Allah esté satisfecho de él) me dijo: “Umar vino y me dijo: “Las bajas fueron muchas entre los Qurra’ del Corán en la batalla de Iamamah (es decir, aquellos que conocían el Corán de corazón), y temo que más puedan morir en otros campos de batalla, y que una parte del Corán se pierda. Por lo tanto sugiero que tú (Abu Bakr) debes dar órdenes para que el Corán sea compilado”.
Y yo le dije a ‘Umar: ¿Cómo puedes hacer algo que el Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él) no hizo? Y ‘Umar me contestó: “Por Allah, esto es algo bueno”. ‘Umar se mantuvo urgiéndome (a aceptar su propósito) hasta que Allah abrió mi corazón a él y comencé a darme cuenta del gran bien que había en su idea, y de lo que él ya se había dado cuenta. Entonces Abu Bakr me dijo: “Tu eres un hombre joven y sabio y nosotros tenemos mucha confianza en ti. Tu solías escribir la Revelación del Mensajero de Allah (paz y bendiciones de Allah sean con él). Entonces debes buscar el Corán (es decir, los fragmentos de palma o piedra en que estaba escrito) y compilarlos (en un libro). Por Allah, que si me ordenasen que moviera una montaña, esto no habría sido más difícil para mí que esta orden de compilar el Corán”. Y le dije a Abu Bakr: “¿Cómo puedes hacer algo que el Mensajero de Allah no hizo (paz y bendiciones de Allah sean con él)?”
Abu Bakr me respondió: “Por Allah, esto es algo bueno”. Abu Bakr siguió urgiéndome (a aceptar su propósito) hasta que Allah abrió mi corazón a él como abrió Él el corazón de Abu Bakr y ‘Umar. Entonces comencé a buscar el Corán y recolectarlo de los fragmentos de tallos de palmeras, piedras lajas y de los corazones de los hombres, (es decir, de los memorizadores), hasta que encontré el último verso de Surat at-Tawbah con Abu Juzaimah al-Ansari, y no lo encontré con nadie más que él. Este verso es:
“Ciertamente se os ha presentado un Mensajero de entre vosotros que se apena por vuestras adversidades, se preocupa y desea que alcancéis el bien [e ingreséis al Paraíso]; es compasivo y misericordioso con los creyentes”.
(at-Tawbah 9:128, interpretación del significado)
…hasta el fin de Surat Bará’ah (Surat at-Tawbah).
Estos fragmentos permanecieron con Abu Bakr hasta que él murió, entonces los conservó ‘Umar por el resto de su vida, y luego permanecieron con Hafsah bint ‘Umar (que Allah esté satisfecho de todos ellos)”.
Segundo:
Con respecto a al-Hayyáy, no fue su idea escribir el musjaf, más bien a él le ordenó hacerlo un hombre de inteligencia. He aquí la historia completa:
Az-Zarqaní dijo:
“Es sabido que el musjaf de ‘Uzmán fue sin puntos (es decir, que no tenía signos diacríticos). Sea cual fuere el caso, la adición de los signos diacríticos no ocurrió, de acuerdo al punto de vista bien establecido, hasta la era de ‘Abd el-Malik ibn Marwan, cuando él se dio cuenta que el Islam se había esparcido anchamente y los árabes se estaban mezclando con los no árabes, lo cual estaba afectando la lengua árabe, de tal forma que había confusión acerca de la correcta lectura de los masahif y se convirtió en algo difícil para la gente pronunciar las letras por separado. Por su profunda intuición, él se dio cuenta que debía hacer algo para resolver el problema. Entonces ordenó a al-Hayyáy tomar los cuidados pertinentes para este importante asunto. Obedeciendo al califa, al-Hayyáy designó dos hombres para esto, fueron Nasr ibn ‘Asim al-Láizi y Iahia ibn Ya’mar al-‘Adwáni, ambos de entre quienes estaban cualificados para hacer esta tarea, porque ellos eran gente de conocimiento, rectos, piadosos y expertos en lengua árabe y en las distintas recitaciones del Corán. Ellos habían ambos estudiado con Abul Áswad ad-Du’li. Que Allah tenga misericordia de estos dos shéijs, porque tuvieron éxito en su tarea y dieron al musjaf sus signos diacríticos por primera vez. Agregaron puntos a todas las letras que se parecían demasiado, sin agregar más de tres puntos a ninguna letra. Lo que fue ampliamente aceptado entre la gente y fue muy efectivo para dispersar la confusión concerniente a la lectura del musjaf.
Se dijo que la primera persona en agregar signos diacríticos al musjaf fue Abul Áswad as-Du’li, y que Ibn Sirín tenía un musjaf con signos diacríticos agregados por Iahia ibn Ya’mar. Estas opiniones pueden ser reconciliadas señalando que Abul Áswad ad-Du’li fue el primero que agregó los signos diacríticos al musjaf, pero hizo esto sólo para uso propio, entonces Ibn Sirín lo siguió en esto, y que ‘Abd al-Malik fue el primero en hacer agregar signos diacríticos al musjaf de una forma oficial y pública, la que se esparció ampliamente entre la gente para dispersar cualquier confusión con respecto a la pronunciación correcta”.
Manáhil al-‘Irfán, 1/280-281.
Tercero:
Con respecto a lo que mencionas en cuestión, citando de al-Masáhif de Ibn Abu Dawud, aquí sigue el reporte concerniente a este reporte y sus consideraciones:
Fue narrado por ‘Abbád ibn Suhaib de ‘Awf ibn Abi Yamílah que al-Hayyáy ibn Yusuf cambió once letras en el musjaf. Él dijo que en Surat al-Baqarah 2:259 decía “lam iatasánna wa’nzdhur”, sin ha’, y él lo cambió a lam iatasánnah wa’nzur (no muestran cambios, y mira…)
En al-Má’idah 5:48 decía “sharí’atan wa minháya”, y él lo cambió a shir’atan wa minháyan (una manera legal y clara).
En Yunus 10:22 decía “húa al-ladí iunshirukum” y él lo cambió a Húa al-ladí iusáiyrukum (Él es Quien os permite viajar…)
En Yusuf 12:45 dice “Ana atíkum bi ta’wílihi” y él lo cambió a Ana unábbi’ukum bi ta’wilihi (Yo te diré su interpretación).
En az-Zujruf 43:32 dice “Nahnu qasamna bainahum ma’aishahum” y él lo cambió a Nahnu qasamna bainahum ma’ishatahum (Somos Nosotros Quienes les proporcionamos su sustento).
En at-Takwir 81:24 dice “wa ma húwa ‘ala al-gháibi bi zanín” y él lo cambió a Wa ma húwa ‘ala al-gháibi bi danín (y él no tiene conocimiento de lo oculto)”.
Kitáb al-Masáhif por as-Sagastani, p.49.
Este reporte es muy débil (da’íf yíddan) o mawdu’ (fraguado), porque su cadena de transmisión incluye a ‘Abbád ibn Suhaib, cuyo Hadiz es rechazable.
‘Ali ibn al-Madini dijo: “Su Hadiz no es bueno”. Al-Bujari, an-Nasá’i y otros dijeron: “Es matruk (descartable)” Ibn Hibbán dijo: “Él fue un Qadarí que promocionó ideas innovadoras, y narró cosas que un principiante en este campo se habría dado cuenta que fueron fraguadas si las oyera. Ad-Dahabi dijo: “Él es uno de quienes son rechazables”.
Ver Mizan al-I’tidál, por ad-Dahabi, 4/28.
El texto del reporte es también falso, porque no suena creíble que estos cambios puedan haber sido hechos en el Corán y luego esparcirse por el mundo. Aún hay algunos de los no musulmanes, como los rafidíes (shi’ah) que piensan que el Corán está incompleto, que rechazaron y criticaron este texto.
Al-Jo’i, uno de los rafidíes, dijo: “Esta declaración es como la alucinación de quien está sufriendo fiebre, o como las historias fantásticas de los locos o los niños. Al-Hayyáy fue uno de los gobernadores de los Omeyas, y es incapaz de hacer algo así con el Corán. Es aún incapaz de cambiar algo en los menores asuntos del Islam, entonces… ¿Cómo podría cambiar algo que está en la fundación de la religión y en las bases de la shari’ah? ¿De dónde podría haber sacado poder para introducir este cambio a través del reino islámico y más allá del tiempo, cuando el Corán era bien conocido en todo el mundo islámico? ¿Cómo no vino a nosotros algún historiador a mencionarnos este desastroso evento, siendo algo tan serio y teniendo tantos motivos para mencionarlo? ¿Cómo es que no vino nadie de entre los musulmanes de su tiempo a narrarlo? ¿Cómo pueden los musulmanes haberse quedado ciegos ante tal acto luego de que el reinado de al-Hayyáy llegó a su fin? Aún si asumiéramos que él reunió todas las copias del Corán y que ni una simple copia escapó de su alcance en alguna parte olvidada, en las lejanas regiones del mundo islámico, ¿Cómo podría haberlo removido de los corazones de los musulmanes y de aquellos que lo han memorizado, cuyo gran número sólo es conocido por Allah?
(al-Baián fi Tafsir al-Qur’án, p. 219).
Lo que el cuestionador menciona acerca del Imam as-Sagastaní, y que él escribió un libro llamado Ma Ghaiyárahu al-Hayyáy fi Musjaf ‘Uzmán (Lo que al-Hayyáy cambió en el Libro de ‘Uzmán) no es cierto, es una mentira descarada. Todo lo que hay, es el comentario que as-Sagastaní escribió acerca de las palabras citadas arriba de al-Hayyáy, titulado Bab Ma Kataba al-Hayyáy ibn Yusuf fil Musjaf (Capítulo sobre lo que al-Hayyáy escribió en el Libro).
Sobre estas bases, no podemos confiar en este reporte bajo ninguna circunstancia. El hecho de que hasta ahora nadie haya logrado cambiar siquiera una letra del Corán es suficiente prueba de que esto es mentira. Si esto que ha sido narrado es verdad, entonces podría ser posible repetirlo, especialmente en tiempos en que los musulmanes fueron débiles y sus enemigos complotaron contra ellos. Este es un argumento tan capcioso que prueba que estas declaraciones son falsas, y que nuestros enemigos son incapaces de refutar la evidencia del Corán o su claridad, entonces optaron por atacarlo.
Y Allah sabe más.