Alabado sea Dios.
Es bien sabido por la shari’ah y de boca de los mismos estudiosos del Islam que no está permitido simplemente pasar la mano hْmeda sobre lo que cubre la piel, como ser calcetines, turbante, velo, al realizar el ghusl para purificarse del yanaabah, segْn el consenso de los expertos. Eso sí está permitido cuando se realiza el wudu’ solamente, debido al hadiz de Safwaan ibn ‘Assaal (que Allah esté complacido con él) quien dijo: “El Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) nos ordenَ, cuando estuviésemos de viaje, a no quitarnos los calcetines por tres días y tres noches, excepto en caso de yanabah, pero no para defecar, orinar, o dormir”. No caben dudas de que la shari’ah islámica es la shari’ah de la tolerancia y la facilidad. No existe mayor dificultad en lavarse la cabeza en caso de yanaabah, porque cuando Umm Salamah le preguntَ al Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) sobre el ghusl para purificarse del yanaabah y de la menstruaciَn, le dijo: “Oh Mensajero de Allah, tengo mi cabello trenzado, ؟debo lavarlo cada vez que realizo el ghusl de yanaabah o de menstruaciَn?” El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) le respondiَ: “Basta con verter agua sobre tu cabeza tres veces, y luego vierte agua sobre todo tu cuerpo, y estarás pura (taahir)”. Narrado por Muslim en su Sahih.
Segْn esto, las mujeres que piensan que es muy difícil lavarse la cabeza al hacer el ghusl de yanaabah deben saber que basta con verter agua sobre su cabeza tres veces para asegurarse que el agua llegue al cuero cabelludo, sin tener que deshacer sus trenzas ni cambiar el peinado que pudiera verse afectado. También deben conocer la gran recompensa que tendrán de Allah y las buenas consecuencias y la vida placentera que disfrutarán por siempre en el Paraíso si son pacientes y cumplen las reglas de la shari’ah.
Pero en el caso de todo lo que cubra la piel de una persona cuando ésta tiene una extremidad fracturada o una herida, sí está permitido simplemente pasar la mano hْmeda sobre las vendas o el yeso tanto para el wudu’ como para el ghusl, porque se trata de un caso de necesidad y no existe un tiempo límite en este caso, siempre y cuando exista la necesidad de hacerlo. Yaabir narrَ un hadiz sobre un hombre que tenía una herida en la cabeza, y el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) le ordenَ que le pusieran una venda en la cabeza y que él debía simplemente pasar la mano hْmeda por encima de la venda, y lavar el resto de su cuerpo. Esto fue narrado por Abu Dawud en su libro Sunan.
Es una buena idea indicarles a quienes están interesados en el Islam, cuando ven dificultades en entender ciertas reglas o quizás les cueste aceptarlas, que el Paraíso está rodeado de dificultades, y el Infierno está rodeado de deseos, y que Allah ha ordenado Sus mandamientos para poner a prueba a Sus siervos y ver si hacen lo correcto. Ganarse el honor de entrar al Paraíso del Seٌor no es algo fácil en ningْn aspecto, por el contrario, la persona deberá enfrentar muchas dificultades para lograrlo. Debemos ser pacientes y luchar para superar nuestro ego (nafs), y tolerar muchas dificultades para así complacer a nuestro Seٌor, ser honrados por él y salvarnos de Su ira. Allah dice en el Corán (interpretaciَn del significado):
“Hemos embellecido cuanto hay en la Tierra para probar quién de ellos obra mejor”
[al-Kahf 18:7]
“él es Quien creَ la muerte y la vida para probaros y distinguir quién de vosotros obra mejor”
[al-Mulk 67:2]
“Por cierto que os probaremos para distinguir quiénes de vosotros son los verdaderos combatientes por la causa de Allah que se mantienen firmes en la fe; y sabed que sacaremos a la luz, mediante vuestras obras, lo que escondéis en vuestros corazones.”
[Muhammad 47:31]
Y hay muchos otros versículos similares.
Le pedimos a Allah que nos ayude a usted y a nosotros a guiar a otros por el verdadero camino, que ayude a los musulmanes a seguir el camino correcto, y que nos bendiga a todos con la sabiduría necesaria para el fin para el que hemos sido creados, y que aumente cada día el nْmero de quienes invitan y llaman al Islam, pues él todo lo puede.