Alabado sea Dios.
En primer lugar, si una mujer reza al lado de un hombre pero hay una barrera entre ellos, tal como un tabique, un muro, o un paso suficientemente amplio como para que pase una persona o rece allí, entonces la oración es válida según el consenso de la mayoría de los eruditos, entre ellos los juristas hánafis, los málikis, los sháfi’is y los hánbalis.
Sin embargo, ellos difieren con respecto a si el hombre reza al lado de la mujer sin ninguna barrera que los separe. Los hánafis sostienen el punto de vista de que la oración de tres hombres se invalida: la del hombre que reza a la derecha de ella, a su izquierda, y detrás, sujeto a las condiciones que ellos mencionaron, que pueden ser resumidas diciendo que si la mujer está en edad de ser deseada en matrimonio, con algunas variaciones entre las escuelas jurídicas sobre este punto, y si ambos rezan una oración regular obligatoria, que incluye inclinarse y postrarse juntos, o si el imam tiene la intención de dirigir a la mujer en la oración, y otros detalles que figuran en sus libros.
Ver: Al-Mabsut (1/183); Badá'i' as-Saná'i' (1/239); Tabiín al-Haqá'iq (1/136-139).
El imam An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo sobre las diferencias de opinión sobre este tópico y resumiendo el punto de vista hánafi:
“Si el hombre reza al lado de una mujer, esto no invalida la oración de ellos, ya sea que él dirija la oración o rece detrás de un imam. Este es nuestro punto de vista, y también fue el punto de vista del imam Málik y de la mayoría. Abu Hanifah dijo: “Si la mujer no está rezando o si está ofreciendo una oración diferente a la de él y no están rezando juntos, la oración de ambos es válida. Si ella está rezando con él (y en el punto de vista de Abu Hanifah la mujer no puede rezar con el hombre a menos que el imam esté dirigiendo a la mujer también), porque la mujer se ha unido a su oración y se colocó al lado de él, la oración del hombre queda invalidada, pero la oración de ella y de los hombres que estén más allá de su lado no queda invalidada, porque hay una barrera o espacio entre ellos. Si ella está en la fila de adelante justo enfrente, la oración de quienes están detrás de ella y a los lados de ella queda invalidada, pero la oración de quienes están más allá del espacio a los lados de ella no, porque hay una barrera entre ellos. Si la fila de las mujeres está detrás del imam y hay una fila de hombres detrás de ellas, entonces la oración de la fila de hombres que está inmediatamente detrás de ellas queda invalidada, y por analogía se podría pensar que las filas de más atrás no, porque hay una barrera. Pero nosotros sostenemos que la oración de todas las filas de hombres que recen detrás de una fila de mujeres queda invalidada, aunque haya cientos de filas. Y si un imam reza al lado de una mujer, su oración queda invalidada, porque ella está inmediatamente al lado, y por lo tanto la oración de todos los que recen con él queda invalidada, incluyendo la de ella”.
Sin embargo, nosotros consideramos que este punto de vista es débil, porque no tiene evidencias textuales suficientes. Nuestro punto de vista es que la oración es válida a menos que haya evidencia textual concreta que pruebe lo contrario, y ellos no la tienen. Nuestros compañeros extrajeron una analogía, de la presencia de la mujer en la oración funeraria, que no queda invalidada según el punto de vista de ellos. Dios sabe mejor cuál punto de vista es el correcto, y para Él es toda alabanza. Allah es la Fuente de toda fuerza”. Fin de la cita de Al-Maymu’, 3/331.
Entonces, si hay una barrera, los hánafis están de acuerdo con la mayoría de los eruditos en que esto no invalida la oración de ninguno de ellos, como se afirma en Tabiín al-Haqá'iq, 1/138.
En segundo lugar, indudablemente la Tradición Profética es que las filas de mujeres recen detrás de las filas de hombres, así es como se hacía en los tiempos del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), tal como se ha reportado.
Al-Bujari (380) y Muslim (658) narraron de Anas ibn Málik (que Dios esté complacido con él) que su abuela Mulaikah invitó al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) a una merienda que ella cocinó para él. Él comió, y luego dijo: “Levantémonos y permíteme dirigirte en la oración”.
Anas comentó: “Yo fui y cogí una esterilla de juncos que se había desteñido de tanto usarla, y la salpiqué con agua. Luego el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se puso de pie, y un huérfano y yo nos pusimos de pie detrás de él, y la anciana mujer se puso de pie detrás nuestro, y el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos dirigió en la oración rezando dos módulos de postraciones. Luego se fue”.
Al-Háfiz dijo en Al-Fáth: “Este reporte nos enseña diversas cosas, entre ellas, que las mujeres pueden rezar detrás de las filas de los hombres, y que una sola mujer puede formar una fila, aunque no haya ninguna otra presente”. Fin de la cita.
Pero si sucede lo que tú describes, y una mujer está rezando al costado de los hombres, la oración es válida, alabado sea Dios.
Y Allah sabe más.