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Alabado sea Dios.
En primer lugar, la oración en congregación en la mequita es obligatoria para cada musulmán que sea capaz de oír el llamado a la oración, de acuerdo al punto de vista más correcto entre los eruditos, porque Dios dijo (traducción del significado):
“Observad la oración prescripta, pagad la caridad obligatoria, y prosternaos con los orantes” (Al-Báqarah, 2:43).
Y hay otras evidencias que puedes encontrar en la respuesta a la pregunta No. 8918.
Lo que significa oír el llamado a la oración en este contexto es oírlo al nivel normal de una voz audible sin ninguna amplificación, cuando no hay sonido ambiente ni interferencias y no hay nada que te impida oírlo. Por eso quienes hacían el llamado a la oración en los tiempos del Profeta Muhámmad se apostaban sobre lugares altos, como el techo de la mezquita o algún lugar similar, y la estructura y altura de las casas permitía que el sonido alcanzara una considerable distancia. En esas condiciones, a una distancia de 10 minutos a pie la voz humana puede llegar, y puede ser audible, y de hecho puede alcanzar una distancia mayor.
La Tradición Profética indica que no hay nada de malo con rezar en nuestra casa y en no asistir a la oración comunitaria en la mezquita si existe una excusa aceptable para hacerlo así.
Se narró que Ibn ‘Abbás (que Dios esté complacido con él) dijo: “El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien oiga el llamado a la oración y no venga, su oración no es válida, a menos que tenga una excusa”. Narrado por Ibn Máyah, 793. Clasificado como auténtico por al-Albani en Al-Irwá’, 2/337.
Basándonos en esto, si un musulmán teme por su vida o por su integridad física, o que pueda ser apresado y encarcelado injustamente, todo esto se considera como una excusa aceptable para no concurrir a la oración comunitaria en la mezquita, y puede ofrecer la oración en su casa, si allí está protegido.
Ibn Qudamah (que Allah tenga misericordia de él) dijo en Al-Mugni (1/366):
“El musulmán que teme por su salud, su dignidad o sus bienes está excusado por no concurrir a la oración de la mezquita de los viernes, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Una excusa válida es temer por uno mismo o estar enfermo”. Fin de la cita.
Pero si la calle es segura y los perros no hacen más que ladrar sin amenazar ni atacar a nadie, entonces debes concurrir de todas formas a la mezquita. Si puedes arreglártelas para acordar con otro hermano que te lleve en automóvil, entonces debes aprovechar.
Se narró que Ubai Ibn Ka’b (que Dios esté complacido con él) dijo: “Había un hombre y yo no conocí a nadie que viviera más lejos de la mezquita que él entre nosotros, pero nunca se perdía una oración. Le preguntamos: “¿Por qué no compras un burro así puedes montar cuando está oscuro o cuando la arena está muy caliente?”. Él respondió: “Yo no quisiera que mi casa estuviera cerca de la mezquita. Me gusta mi caminata y me gusta cuando regreso con mi familia, y me gustaría que Dios registrara eso para mí”. El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo: “Dios ha reunido toda esa recompensa para ti”. Narrado por Muslim, 663.
Si respondes a la llamada a la oración, aun cuando tú estás lejos y debes lidiar con las dificultades de la caminata o yendo en un medio de transporte, esto será mejor y preferible para ti, y Dios registrará tus pasos y tus esfuerzos en llegar a la mezquita y también tu regreso de ella, si tu intención es sincera.
Y Allah sabe más.