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7,06913/Rabi al-thani/1436 , 02/febrero/2015

La evidencia de que ofrecer las oraciones obligatorias en congregación en la mezquita es obligatorio

pregunta: 8918

Yo soy un musulmƔn nuevo y quisiera saber si es mejor que el musulmƔn ofrezca las oraciones obligatorias en la mezquita, y cuƔl es la evidencia para ello.

Texto de la respuesta

Las alabanzas sean todas para Al-lah y que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con Su Mensajero:

En primer lugar, alabamos a Dios por guiarte al Islam. Esta es una gran bendición, por la cual debemos agradecer y alabar a Dios. 

En segundo lugar, el musulmĆ”n debe comprender que la oración es uno de los mĆ”s grandes pilares del Islam, y una de las que distingue a los creyentes de los incrĆ©dulos, como dice el reporte de YĆ”bir (que Dios estĆ© complacido con Ć©l), quien dijo: ā€œOĆ­ al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con Ć©l) decir: ā€œEntre el musulmĆ”n y la incredulidad estĆ” el abandono de la oraciónā€. Narrado por Muslim, 82. 

En tercer lugar, los juristas (que Allah tenga misericordia de ellos) difieren con respecto a las normas sobre las oraciones en congregación. Hay varias opiniones, y la mĆ”s correcta entre ellas es que la oración en congregación en la mezquita es obligatoria para todo hombre musulmĆ”n en circunstancias regulares, a causa de la evidencia textual. 

Este fue el punto de vista de ā€˜AtĆ”' ibn Abi RabbĆ”h, Al-HĆ”san al-Basri, Al-AwzÔ’i, y Abi ZĆ”wr, y del Imam Ɓhmad, segĆŗn parece por algunas de sus afirmaciones. Esto fue tambiĆ©n afirmado por el imam Ash-ShĆ”fi’i en MujtĆ”sar al-Muzni, donde dijo:

ā€œCon respecto a la oración en congregación, yo no considero permisible dejar de ir excepto con una excusa vĆ”lidaā€. Este fue tambiĆ©n el punto de vista del ShĆ©ij ā€˜Abd el-ā€˜AzĆ­z ibn Baaz y del ShĆ©ij MuhĆ”mmed ibn al-ā€˜UzaimĆ­n (que Allah tenga misericordia de ellos). 

Con respecto a la evidencia de que es obligatoria, estĆ” la siguiente: 

1 – Cuando Dios dijo (traducción del significado):

ā€œCuando estĆ©s con ellos [Ā”Oh, Muhammad!] y dirijas la oración, que un grupo permanezca de pie tomando las armas. Cuando os prosternĆ©is, que se pongan detrĆ”s de vosotros; luego el grupo que aĆŗn no haya orado se adelante y ore contigo tomando sus precauciones y estando armados. Los incrĆ©dulos desean que descuidĆ©is vuestras armas y pertrechos para lanzarse sobre vosotros sorpresivamente. No cometĆ©is falta si la lluvia os molesta o estĆ”is enfermos y dejĆ”is las armas, pero tomad vuestras precauciones. Allah ha reservado para los incrĆ©dulos un castigo denigranteā€ (An-NisĆ”', 4:102). 

Ibn al-Mundhir dijo:

ā€œEl hecho de que Dios nos ha ordenado establecer la oración en congregación aun en tiempos difĆ­ciles, indica que hacerlo tanto en tiempos de seguridad como de dificultad, es obligatorioā€. Fin de la cita de Al-Awsat, 4/135. 

Ibn al-QayĆ­m dijo:

ā€œHay varias formas en las cuales se puede usar este verso como evidencia:

En primer lugar, Dios nos ordenó rezar en congregación, y luego repitió la orden para el segundo grupo diciendo ā€œā€¦luego el grupo que aĆŗn no haya orado se adelante y ore contigoā€. Esto indica que rezar en congregación es una obligación individual, pues Dios no excusó al segundo grupo porque el primer grupo ya haya rezado. Si rezar en congregación fuera simplemente parte de la tradición profĆ©tica recomendable, la mejor excusa para no realizarla habrĆ­a sido la excusa del temor y las dificultades. Si fuera una obligación colectiva (fĆ”rd kifĆ”iah), ya no serĆ­a obligatoria una vez que el primer grupo la realizó. Por lo tanto este verso prueba que la oración es obligatoria para todos y cada uno de los musulmanes. 

Estas son las tres formas en que este verso prueba que es obligatoria: Dios la ordena una vez, luego la ordena nuevamente, y luego no permite suspenderla en tiempos de dificultades y temorā€. Fin de la cita de As-Salah wa HĆŗkm TaarikĆ­ha, p. 137-138. 

2 - Dios dijo (traducción del significado): 

ā€œObservad la oración prescripta, pagad el ZakĆ¢t [contribución destinada a mejorar la condición de ciertos sectores de la sociedad que deben dar aquellos cuyos bienes alcanzan un monto determinado] y prosternaos con los orantesā€ (Al-BĆ”qarah, 2:43).

 La forma en que este verso puede tomarse como evidencia es que aquĆ­ Dios nos ordenó prosternarnos, lo cual se refiere a la oración. La oración es descripta aquĆ­ con la palabra ā€œrukuā€™ā€ (inclinación, reverencia), que es uno de los gestos o acciones bĆ”sicas de la oración. Este recurso es muy usado en el Sagrado CorĆ”n, y por eso tambiĆ©n Dios ha descripto a la oración como postración (suyĆ»d) y tambiĆ©n como glorificación de Dios (tasbih). 

La frase ā€œā€¦con los orantesā€ no puede significar otra cosa que hacer dicha oración con la congregación con los demĆ”s orantes. 

Una vez que comprendemos esto, si una orden menciona asociado un contexto o mĆ©todo particular, entonces el creyente no puede realizar apropiadamente lo que se le ha encomendando a menos que lo haga en la forma o contexto mencionado. Alguien podrĆ­a argumentar que Dios dijo (traducción del significado): 

ā€œĀ”Oh, MarĆ­a! Adora a tu SeƱor, prostĆ©rnate e inclĆ­nate con los orantesā€ (Ali ā€˜ImrĆ”n, 3:43). 

Pero esto no significa que la mujer deba asistir a las oraciones en congregación. Y se ha argumentado que este verso no implica que esto se le haya encomendado a todas las mujeres, sino que era una orden particular para ella, a diferencia de las palabras ā€œY realiza la oración, da la caridad, e inclĆ­nate con los orantesā€. MarĆ­a fue un caso Ćŗnico, porque su madre habĆ­a jurado que su hija serĆ­a consagrada al culto religioso a Dios, que servirĆ­a en el templo y que no lo abandonarĆ­a. Entonces se le ordenó inclinarse con el resto de los orantes en el lugar de culto. 

Cuando Dios la escogió y la purificó por encima de todas las mujeres en el mundo, le encomendó actos de adoración que no se aplicaban a ninguna otra mujer. Dios dijo (traducción del significado): 

ā€œY recuerda cuando los Ɓngeles dijeron: Ā”Oh, MarĆ­a! Allah te ha elegido y purificado. Te ha elegido entre todas las mujeres del universo. 43. Ā”Oh, MarĆ­a! Adora a tu SeƱor, prostĆ©rnate e inclĆ­nate con los orantesā€ (Ali ā€˜ImrĆ”n, 3:42-43). 

Algunos dicen que el hecho de que se les haya encomendado inclinarse junto con el resto de los orantes no indica que deba hacerse en el mismo momento que ellos, sino que uno debe hacerlo como ellos lo hacen, como en el verso (traducción del significado): 

ā€œĀ”Oh, creyentes! Temed a Allah, y contaos entre los veracesā€ (At-Tawbah, 9:119). 

La respuesta es que en el contexto de una acción que tiene un momento fijado previamente para su realización, la preposición ā€˜con’ (ma’a) significa hacer lo mismo que ellos en el mismo momento que ellos. Por lo tanto si, por ejemplo, un padre le dice a su hijo ā€œVe y come con tus compaƱerosā€ o ā€œVe y juega con aquellos que estĆ”n jugandoā€, entonces esto implica en la compaƱƭa de ellos, y esta compaƱƭa no puede hacerse efectiva sólo realizando la misma acción, ni siquiera si se realiza en el mismo lugar: debe coincidir tambiĆ©n en el tiempo en que se realiza. No tendrĆ­a sentido que un padre pronunciara alguna de estas dos frases en un contexto distinto, por ejemplo, si no fuera la hora de comer, o si no hubiera niƱos jugando.

Por lo tanto, la Ćŗnica interpretación razonable es que significa rezar junto a ellos, en el mismo tiempo y lugarā€. Fin de la cita de As-Salah wa HĆŗkm Taarikiha, 139-141. 

3 – Se ha narrado de Abu Hurairah (que Dios estĆ© complacido con Ć©l) que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con Ć©l) dijo: ā€œPor AquĆ©l en Cuya mano estĆ” mi alma, que yo estaba pensando en ordenarles reunir madera, luego les habrĆ­a ordenado que hicieran el llamado a la oración, luego le habrĆ­a ordenado a alguien que los dirija en la oración, y luego habrĆ­a ido y les habrĆ­a quemado la casa a aquellos que no asistieron. Por AquĆ©l en Cuya mano estĆ” mi alma, que si en lugar de la oración se les hubiera llamado para darles un hueso con carne cocida, habrĆ­an venido corriendo a la oración de la nocheā€. Narrado por al-Bujari, 618; Muslim, 651. 

Se narró de Abu Hurairah que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con Ć©l) dijo: ā€œLas oraciones mĆ”s difĆ­ciles para los hipócritas son la oración de la noche y la del alba. Si supieran la recompensa que tienen, llegarĆ­an a rezarlas aunque fuera arrastrĆ”ndose. Yo estaba pensando en ordenar que hicieran el llamado a la oración, luego le habrĆ­a ordenado a alguien que los dirija en la oración, y luego habrĆ­a ido y les habrĆ­a quemado la casa a todos aquellos que no asistieronā€. Narrado por al-Bujari, 626; Muslim, 651. 

Ibn al-Mundir dijo:

ā€œEl hecho de que Ć©l estuviera pensando en quemar la casa de la gente que no asistiera a la oración es una clara indicación de que la oración es obligatoria rezarla en congregación, porque si no hubiera sido asĆ­ Ć©l no habrĆ­a estado enfurecido con ellosā€. Fin de la cita de Al-Awsat, 4/134. 

As-San’Ôni dijo:

ā€œEste reporte indica que la oración en congregación es una obligación individual, no colectiva, porque si fuera colectiva y ya hubo algunos que la realizaron, Āæpor quĆ© merecerĆ­an los otros algĆŗn castigo? No hay castigo excepto para quien descuida algĆŗn deber o hace algo prohibidoā€. Fin de la cita de Subul as-Salam, 2/18-19. 

4 – Se narró que Abu Hurairah (que Dios estĆ© complacido con Ć©l) dijo: ā€œUn hombre ciego (Ibn Umm Maktum) llegó a ver al Profeta MuhĆ”mmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con Ć©l) y le dijo: ā€œOh, Mensajero de Dios, no tengo a nadie que me lleve a la mezquitaā€, y le pidió que le permita rezar en su casa, y el Profeta consintió. Sin embargo, cuando se estaba por ir, lo detuvo y le preguntó: ā€œĀæPuedes oĆ­r el llamado a la oración?ā€. Le respondió: ā€œSĆ­ā€. Entonces el Profeta MuhĆ”mmad le dijo: ā€œEntonces debes responderloā€. 

De acuerdo a otra versión narrada por Abu Dawud (552) e Ibn MĆ”yah (792), el Profeta MuhĆ”mmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con Ć©l) le habrĆ­a respondido: ā€œNo creo que tengas permiso para elloā€. El imam An-Nawawi dijo acerca de este reporte: ā€œSu cadena de transmisión es buenaā€. Ver Al-Maymu’, 4/164. 

Ibn al-Mundir dijo:

ā€œSi un ciego no tiene permiso de rezar en su casa y ausentarse de la oración comunitaria en la mezquita, menos aĆŗn tienen permiso para ello los que pueden verā€. Al-Awsat, 4/134. 

Ibn Qudamah dijo:

ā€œSi alguien que no puede ver y no tiene quiĆ©n lo lleve a la mezquita no tiene permiso para faltar a la oración comunitaria, menos aĆŗn tienen permiso para ello los demĆ”sā€. Al-Mugni, 2/3. 

5 – Se narró que Ibn Mas’ud dijo:

ā€œQuien quiera encontrarse con Dios maƱana como musulmĆ”n, que realice regularmente estas oraciones cuando escuche el llamado a la oración, porque estĆ”n entre los caminos a la buena guĆ­a. Dios ha concedido a nuestro Profeta diversos caminos a la guĆ­a, y si rezan en sus casas, entonces habrĆ”n abandonado uno de los caminos del Profeta, y si abandonan los caminos del Profeta MuhĆ”mmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con Ć©l) se perderĆ”n. No hay musulmĆ”n que se purifique y lo haga bien, y que luego concurra a una de las mezquitas, sin que por cada paso que haya hecho, Dios le registre una buena obra y lo eleve en estatus espiritual, borrĆ”ndole una mala obra. Yo nos vi (en el tiempo del Mensajero de Dios) y nadie se quedaba detrĆ”s de estas oraciones excepto los que eran conocidos por su hipocresĆ­a. Incluso habĆ­a un hombre que venĆ­a rengueando y apoyĆ”ndose en otros dos, para poder tener el privilegio de pararse entre las filas de los orantesā€. 

De acuerdo a otra versión, habrĆ­a dicho: ā€œEl Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con Ć©l) nos enseñó los caminos de la guĆ­a, y nos dijo que uno de los caminos de la guĆ­a es rezar en la mezquita cuando se hace el llamado a la oraciónā€. Narrado por Muslim, 654. 

Ibn al-QayĆ­m dijo:

ā€œLo que podemos concluir de esto es que el Profeta MuhĆ”mmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con Ć©l) describió que uno de los signos de los hipócritas de su Ć©poca era apartarse de las oraciones comunitarias. Los signos de la hipocresĆ­a no consisten en omitir lo recomendable ni en hacer lo desaconsejable. Quien quiera aprender los signos de la hipocresĆ­a de acuerdo a la tradición profĆ©tica encontrarĆ” que consisten en omitir los actos obligatorios y en hacer lo prohibido. Esto estĆ” apoyado por lo que Ibn Mas’ud dijo: ā€œQuien quiera encontrarse con Dios maƱana como musulmĆ”n, que realice regularmente estas oraciones cuando escuche el llamado a la oraciónā€. Y describió a aquel que se quedaba afuera de estas oraciones limitĆ”ndose a ofrecer las oraciones en su casa, como alguien que habĆ­a abandonado uno de los caminos de la Tradición ProfĆ©tica, que es el ejemplo del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con Ć©l), que Ć©l dejó para guiar a su comunidad. Pero a lo que se estĆ” refiriendo no es a los puntos de la tradición que uno puede escoger hacerlos o no hacerlos, porque omitir lo recomendable no es un signo de desviación e hipocresĆ­a, como por ejemplo no lo es no rezar la oración de ad-duhĆ” y las oraciones nocturnas (qiyam al-lĆ”il), o ayunar los lunes y los juevesā€. Fin de la cita de As-Salah wa HĆŗkm Taarikiha, p. 146-147. 

6 – El consenso de los compaƱeros del Profeta (que Dios estĆ© complacido con todos ellos). 

Ibn al-QayĆ­m dijo:

ā€œHabĆ­a consenso entre los compaƱeros del Profeta, y citamos lo que ellos dijeron. Hemos mencionado las palabras de Ibn Mas’ud anteriormente: ā€œYo nos vi (en tiempos del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con Ć©l)) y nadie se quedaba detrĆ”s de estas oraciones excepto aquellos que eran conocidos por su hipocresĆ­aā€. 

TambiĆ©n se narró que Ibn Mas’ud (que Dios estĆ© complacido con Ć©l) dijo: ā€œQuien oye el llamado a la oración y no responde sin una excusa aceptable, su oración no es vĆ”lidaā€. 

Y se narró que Abu Musa al-Ash’ari (que Dios estĆ© complacido con Ć©l) dijo: ā€œNo es vĆ”lida la oración de quien escucha el llamado a la oración y no acudeā€. 

Se narró que ā€˜Ali ibn Abi TĆ”lib (que Dios estĆ© complacido con Ć©l) dijo: ā€œNo hay oración para el vecino de una mezquita, excepto en la mezquita mismaā€. Le preguntaron: ā€œĀæQuiĆ©n es el vecino de una mezquita?ā€. Respondió: ā€œQuien vive lo suficientemente cerca de ella como para oĆ­r el llamado a la oraciónā€. 

Y se narró que Ć©l tambiĆ©n dijo (que Dios estĆ© complacido con Ć©l): ā€œQuien entre los vecinos de la mezquita oye el llamado a la oración y no tiene ningĆŗn problema de salud ni una excusa vĆ”lida para faltar, su oración no es vĆ”lidaā€. 

Se narró que Al-HĆ”san ibn ā€˜Ali (que Dios estĆ© complacido con Ć©l) dijo:

ā€œQuien oye el llamado a la oración y no acude, su oración no va mĆ”s allĆ” de su cabeza, excepto que tenga una excusa para elloā€. 

Fin de la cita de As-Salah wa HĆŗkm Taarikiha, p. 153. 

Hay una gran cantidad de evidencia, pero creemos que lo que hemos citado es suficiente para demostrar su obligatoriedad. Puedes remitirte a la citada obra de Ibn al-QayĆ­m, As-Salah wa HĆŗkm Taarikiha (La Oración y las Normas sobre Quien la Abandona), que contiene mucha mĆ”s información. 

El ShĆ©ij ā€˜Abd el-ā€˜AzĆ­z ibn Baaz tambiĆ©n escribió un Ćŗtil ensayo titulado Wuyub AdĆ”' as-Salah fi Yama’ah (La Obligación de Ofrecer las Oraciones en Congregación). 

Y Allah sabe mƔs.

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