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Alabado sea Dios.
En primer lugar, el musulmán debe temer a Dios y ofrecer las cinco oraciones diarias en congregación en la mezquita tanto como pueda, a menos que esté excusado por enfermedad, etc.
Consulta la pregunta No. 8918.
Con respecto a la oración del ocaso durante Ramadán en particular, hay muchos musulmanes que la descuidan. El imam debe estar a la cabeza de los orantes para esta oración por otra razón además de que es su deber rezar en congregación; esta razón es que se lo ha designado para cumplir este deber, y es su obligación dirigir la oración.
Si el imam descuida la oración del ocaso en congregación en la mezquita, esto no significa que ustedes estén pecando ni que sea permisible que ustedes recen en su casa; más bien, deben ofrecer la oración en congregación en la mezquita, aun si el imam no está presente. Cada persona es responsable de sus propios actos. Aun si él peca, ustedes todavía tienen el deber de hacer lo correcto y evitar incumplimientos, continuando con este ritual que es uno de los pilares del Islam.
Se narró que ‘Abd Allah Ibn Mas’ud (que Dios esté complacido con él) dijo: “Quien quiera encontrarse con Dios como musulmán, glorificado y exaltado sea, que ofrezca regularmente estas oraciones cuando oiga el llamado a la oración, porque Dios ha prescrito las tradiciones del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y la oración es una de esas tradiciones. Si rezan en sus casas estas oraciones y se apartan de las mezquitas, habrán abandonado una de las tradiciones de vuestro Profeta, y si lo hacen se extraviarán. Nadie se purifica y lo hace bien, y luego concurre a la mezquita sin que Dios le registre una buena obra por cada paso que da y lo eleve en estatus espiritual, borrándole un pecado. Yo recuerdo cuando nadie se quedaba atrás en las mezquitas excepto el hipócrita manifiesto, y los lisiados llegaban apoyándose entre dos compañeros para poder ponerse de pie en una fila de orantes”. Narrado por Muslim, 654.
El imam Ash-Sháfi’i (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“No hay justificación para quien es capaz de rezar en congregación y no lo hace”. Al-Umm, 1/277.
Ibn Al-Qayím (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Quien estudia apropiadamente la Tradición Profética se dará cuenta que ofrecer las oraciones regulares en congregación en la mezquita es una obligación individual, a menos que la persona tenga una justificación válida para no asistir.
El punto de vista correcto es que no es permisible para nadie ausentarse de las oraciones en congregación en la mezquita a menos que se tenga una excusa válida”. Kitab Al-Salah, pág. 166.
En tercer lugar, el ejemplo del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es el mejor ejemplo.
Se narró que Anas Ibn Málik (que Dios esté complacido con él) dijo: “El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) rompía su ayuno con dátiles frescos; si no había dátiles frescos, entonces con dátiles secos. Si no podía encontrar dátiles, rompía su ayuno simplemente con agua y luego rezaba la oración del ocaso”. Narrado por at-Tirmidi (632); clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih At-Tirmidi.
Lo que este imam está haciendo es contrario al ejemplo del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), por lo tanto se le debe exhortar y aconsejar para que vuelva al camino recto.
Y Allah sabe más.