Alabado sea Dios.
En primer lugar, la pobreza es una de las calamidades que Dios ha decretado y que pueden suceder, ya sea a una persona específica, a una familia, o a un pueblo. La pobreza tiene efectos negativos en las creencias de la gente y su conducta. Muchos misioneros cristianos explotan esta debilidad y buscan difundir el Cristianismo entre los pobres. De la misma forma, se difunden conductas inmorales como causa de la pobreza, como medio de subsistencia, como el robo, la prostitución, o el comercio de cosas prohibidas.
Indudablemente, tiene efectos negativos sobre individuos y sociedades. Los idólatras y paganos de antaño solían matar a sus hijos recién nacidos, la esperanza de sus vidas, ya sea a causa de la pobreza en la que estaban viviendo o por temor a la pobreza venidera. Dios dijo sobre el primer caso (traducción del significado):
“…no mataréis a vuestros hijos por temor a la pobreza, Nosotros Nos encargamos de vuestro sustento y el de ellos…” (al-An’ám, 6:151).
Y dijo sobre el Segundo (traducción del significado):
“No matéis a vuestros hijos por temor a la pobreza. Nosotros somos Quienes les sustentamos y a vosotros también. Matarles es un pecado gravísimo” (al-Isra’, 17:31).
En las dos obras Sahih se narró la historia de una mujer de los Hijos de Israel quien, cuando necesitaba dinero y se sentía bajo presión, no podía encontrar a nadie sino a su primo paterno, que quería casarse con ella, a cambio de dinero. Entonces Dios los salvó de ese apuro a ambos, cuando ella le recordó a Dios y le dijo que Le temiera.
Cual fuera el caso, es bien sabido que la pobreza puede llevar al crimen y la corrupción. Muchas naciones sufren por ella y buscan solución a sus problemas. El Islam tiene diversas y excelentes soluciones para este problema entre las normas que trajo para toda la humanidad hasta que comience La Hora.
En segundo lugar, los medios que han sido prescriptos por el Islam para resolver la pobreza son los siguientes:
1 – Enseñar a la gente a confiar verdaderamente en Dios informándoles que toda provisión proviene de Él, y que Él es El Proveedor (Ar-Razzáq), y cada calamidad que Dios decreta es por una razón, y que el musulmán pobre debe ser paciente y soportar esta calamidad esforzándose por aliviar su situación y la de su familia.
Dios dijo (traducción del significado):
“Allah es el Sustentador, y Él posee un poder grandioso” (Ad-Daariyát, 51:58).
“No existe criatura en la Tierra sin que sea Allah Quien la sustenta; Él conoce su morada y por donde transita, todo está registrado en un Libro evidente [la Tabla Protegida]” (Hud 11:6).
“¿O quién os sustentará si Él retiene vuestro sustento? Sin embargo, persisten en su insolencia y aversión” (al-Mulk 67:21).
“Por cierto que hemos honrado a los hijos de Adán, y les hemos facilitado los medios para transitar por la tierra y por el mar; les hemos proveído de cosas buenas y los hemos preferido por encima de muchas otras criaturas” (al-Isra’ 17:70).
Esto es así porque estas creencias el ser humano las debe sostener en todas las circunstancias, sea que le vaya bien o mal, en la calamidad y en la pobreza, y volverse a Dios solamente buscando provisión, aceptando lo que Dios decrete para él y esforzándose en ganarse la vida.
Se narró que Suhaib ar-Rumi (que Dios esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Cuán maravillosa es la situación del creyente, porque todos sus asuntos son buenos. Si algo bueno le sucede, da gracias por ello y ese agradecimiento es una recompensa para él; y si algo malo le sucede, lo soporta con paciencia, y esa paciencia es una recompensa para él”. Narrado por Muslim, 2999.
Podemos comprender el efecto de esta creencia en los musulmanes observando lo que les sucede a otros. En Japón, por ejemplo, en el año 2003, treinta y tres mil personas se quitaron la vida; una de las razones principales, fue el desempleo. En un reporte del sitio web de la BBC del 1/9/2004, dicen:
“Las estadísticas oficiales muestran que 33.000 personas se suicidaron en Japón en el último año. Los oficiales japoneses dicen que las razones de este ascenso en la tasa de suicidios es la recesión económica que Japón está enfrentando, que se considera que es la peor en cincuenta años. Esto condujo a una tasa de desempleo sin precedentes, como también al ascenso en los casos de depresión, especialmente entre los hombres de mediana edad”. Fin de la cita.
Dios dijo (traducción del significado):
“Ciertamente tu Señor concede abundante sustento a quien Le place, y se lo restringe a quien quiere. Él está bien informado y conoce a Sus siervos” (al-Isra’, 17:30).
Ibn Kázir (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Las palabras de Dios “Verdaderamente, tu Señor incrementa o retiene la provisión de quien Él quiere”, nos dicen que Él, glorificado y exaltado sea, es El Proveedor, El Contenedor, y El Otorgador, Quien trata con Su creación como quiere. Él le concede la independencia de medios a quien quiere y empobrece a quien quiere, con Su sabiduría. Por eso Él dice “Verdaderamente, Él es El Omnioyente, Omnisapiente”, quien conoce todos los asuntos de sus servidores. Él conoce, Él ve a quien va a ser rico y a quién va a ser pobre, y por qué.
En algunos casos la riqueza puede ser un medio para que la gente se extravíe en el pecado, y la pobreza puede ser una expiación o un castigo. Buscamos refugio en Dios de ambas”. Tafsir de Ibn Kázir, 5/71.
2 – Buscar refugio en Dios de la pobreza.
La Tradición Profética nos relata lo que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía hacer y lo que le enseñaba a su comunidad, que era buscar refugio en Dios de la pobreza, a causa de los efectos que tiene sobre la gente en general.
Se narró que Muslim ibn Abi Bakrah dijo: “Mi padre solía decir después de cada oración: “Allahúmma ínni ‘audu bika min al-kufri, wa al-faqri, wa ‘adáb il-qábr” (Dios nuestro, me refugio en Ti de la incredulidad, de la pobreza, y del tormento de la tumba), y yo solía decirlo también. Mi padre dijo: “Hijo mío, ¿de dónde sacaste esto?”. Yo le dije: “De ti”. Él respondió: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía decir eso después de cada oración”. Narrado por an-Nasá'I (1347); clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih an-Nasá’i.
Se narró de ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía decir en su oración: “Allahúmma ínni a’udu bika min al-ma’zam wa al-magram (Dios nuestro, me refugio en Ti del pecado y de las grandes deudas). Alguien le dijo: “¡Cuán a menudo te refugias en Dios de las grandes deudas!”. Él respondió: “Cuando un hombre se mete en grandes deudas, habla y miente, hace promesas y no las cumple”. Narrado por al-Bujari (832) y Muslim (589).
3 – Recomendar el trabajo honrado para ganarse la vida, y viajar por la Tierra buscando provisión.
Dios dijo (traducción del significado):
“Él es Quien os ha hecho propicia la Tierra [para que viváis en ella]. Transitad, pues, por sus caminos y comed de Su sustento, y sabed que compareceréis ante Él” (Al-Mulk, 67:15).
“Y dad en caridad parte de lo que os hemos proveído, antes de que la muerte sobrevenga a alguno de vosotros y entonces diga: ¡Oh, Señor mío! Concédeme un poco más de tiempo para que poder hacer caridades y así contarme entre los justos” (Al-Yumu’ah, 63:10).
Se narró de Al-Miqdam (que Dios esté complacido con él) que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Nadie come mejor comida que aquél que se la ha ganado con sus propias manos”. Narrado por al-Bujari, 1966.
Y se narró de Az-Zubair ibn al-‘Awwám (que Dios esté complacido con él) que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Si uno de ustedes fuera a tomar una cuerda para traer leña en su espalda y así preservar su dignidad, esto es mejor para él que mendigar a la gente, que puede darles o negarles lo que necesitan”. Narrado por al-Bujari, 1402.
4 – Haciendo obligatoria la caridad y convirtiéndola en un impuesto social gravable sobre los ricos y pudientes
Dios le ha garantizado al pobre una parte de la caridad obligatoria, que debe ser recaudada exclusivamente entre la gente pudiente y próspera y debe ser dada a los pobres, hasta que se hagan independientes de medios y ya no tengan que pedir.
Dios dijo (traducción del significado):
“Ciertamente que el Zakât es para los pobres, los menesterosos, los que trabajan en su recaudación y distribución, aquellos que [por haber mostrado cierta inclinación por el Islam o haberlo aceptado recientemente] se desea ganar sus corazones, la liberación de los cautivos, los endeudados, la causa de Allah, y el viajero insolvente. Esto es un deber prescripto por Allah, y Allah es Omnisciente, Sabio” (At-Táwbah, 9:60).
“Que de sus bienes destinan un derecho consabido [el Zakât y las caridades]” (Al-Ma’árich, 70:24-25).
5 – Encomendando dar en caridad voluntariamente, disponiendo fundaciones y patrocinando a los huérfanos y las viudas
Dios dijo (traducción del significado):
“Si realizáis obras buenas por Allah con vuestros propios bienes, Él os devolverá el doble y os perdonará vuestras faltas” (At-Tagábun, 64:17).
“Haced caridad en nombre de Allah en la medida que podáis. Toda obra de bien que hagáis será en vuestro favor, y Allah os recompensará enormemente por ello. Y pedid el perdón a Allah, Él es Absolvedor, Misericordioso” (Al-Muzámmil, 73:20).
Se narró que ‘Adí ibn Hátim dijo: “Oí al Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) decir: “Quien de ustedes pueda protegerse a sí mismo del Fuego, aún con medio dátil, que lo haga”. Narrado por al-Bujari (1347) y Muslim (1016).
Se narró que Sáhl ibn Sa’d dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “A quien patrocine a un huérfano, él y yo, estaremos así en el Paraíso”, y juntó sus dedos medio e índice”. Narrado por al-Bujari (4998). Muslim (2983) narró un reporte similar del relato de Abu Hurairah.
Se narró que Abu Hurairah dijo: “El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Quien se esfuerce en ayudar a las viudas y a los pobres es como quien se esfuerza en la sagrada lucha por la causa de Dios, y quien reza por la noche y quien ayuna durante el día”. Narrado por al-Bujari (5038) y Muslim (2982).
6 – Prohibiendo la usura, la estafa y las apuestas
Dios dijo (traducción del significado):
“¡Oh, creyentes! Temed a Allah y renunciad a lo que os adeuden a causa de la usura, si es que sois, en verdad, creyentes. Y si no dejáis la usura, sabed que Allah y Su Mensajero os declaran la guerra; pero si os arrepentís tenéis derecho al capital original, de esta forma no oprimiréis ni seréis oprimidos” (Al-Báqarah, 2:278-279).
“¡Oh, creyentes! El vino, los juegos de azar, los altares [sobre los cuales eran degollados los animales como ofrenda para los ídolos] y consultar la suerte valiéndoos de flechas son una obra inmunda de Satanás. Absteneos de ello y así tendréis éxito” (Al-Má'idah, 5:90).
Se narró de Abu Hurairah que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) pasó donde había un vendedor de alimentos; puso su mano en una bolsa y encontró que estaba húmeda. Le preguntó: “¿Qué es esto, vendedor de alimentos?”. Él respondió: “Oh, Mensajero de Dios, le llovió encima”. El Profeta le preguntó: “¿Por qué no la expones para que la gente pueda verla? Quien engaña a los demás, no es de los míos…”. Narrado por Muslim, 102.
Esto es porque si estas cosas se hacen y difunden entre la gente, habrá quien se apropie ilegítimamente de la riqueza de otros, y algunas personas pueden perder todo su patrimonio a causa de eso. Por eso los textos son claros en prohibirlo.
7 – Encomendando ayudar a los débiles y los necesitados.
Se narró que Nu’mán ibn Bashír dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “La similitud de los creyentes en su mutuo amor, misericordia y compasión los unos por los otros, es que son como un cuerpo: cuando un órgano está enfermo, todo el cuerpo padece la fiebre”. Narrado por al-Bujari, 5665; Muslim, 2586.
Se narró de Ibn ‘Abbás (que Dios esté complacido con él) que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No es un musulmán quien se llena el estómago cuando su vecino pasa hambre”. Narrado por al-Baihaqi en Shu’ab, 9251; y otros. Clasificado como bueno por Al-Albani.
En Al-Muwattá' el Imam Málik narró (1742) de Iahia ibn Sa’íd que ‘Umar ibn al-Jattáb se encontró con Yábir ibn ‘Abd Allah, quien estaba llevando algo de carne. Le preguntó: “¿Qué es eso?”. Él dijo: “Oh, Príncipe de los Creyentes, queríamos algo de carne, entonces la compré por un dirham”. ‘Umar dijo: “¿Quisiera uno de ustedes llenar su estómago a escondidas de su vecino o de su primo? ¿No han puesto atención al verso “Por cierto que desperdiciasteis las gracias que se os concedió en la vida mundanal volcándoos sólo a los placeres [y los pecados]. Hoy recibiréis un castigo humillante por haberos ensoberbecido en la Tierra injustamente, y por haber sido desobedientes” (Al-Ahqáf, 46:20)?”
Finalmente, esto es un breve resumen sobre el tópico de la pobreza y algunas de sus cualidades. El musulmán sabe que la pobreza y la riqueza, como cualquier cosa que nos sea dada o retenida, todas están sujetas al decreto de Dios. Por lo tanto soportamos las dificultades con paciencia cuando vienen, y agradecemos a Dios, glorificado y exaltado sea, por los buenos tiempos cuando los hallamos. Pero debemos trabajar y ganarnos la vida honradamente para aliviar nuestras necesidades y las de nuestra familia. Si alguien es incapaz de hacer eso a causa de problemas de salud o por las circunstancias de su tierra o país, entonces el Islam aliviará la pobreza de esta gente por medio de la caridad obligatoria pagada por los ricos y pudientes. Esta es una parte de su riqueza a la cual los pobres tienen derecho.
Y Allah sabe más.