Alabado sea Dios.
Alabado sea AllahEn primer lugar, la mayoría de los juristas de la escuela máliki y la sháfi’i, al igual que algunos hánbalis, tienen el punto de vista de que es permisible decir una súplica dentro de la oración para pedir a Dios diversas cosas que uno necesita, tal como por ejemplo, si pide a Dios contraer matrimonio, o provisión, o éxito, etc.
Ellos citan como evidencia para eso el reporte de Ibn Mas’ud (que Allah esté complacido con él), de acuerdo al cual el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) les enseñó a sus compañeros el tasháhhud (súplica recitada dentro de la oración musulmana), y dijo al final de ella: “Luego, que elija cualquier súplica que desee”. Narrado por al-Bujari (5876) y Muslim (402).
Ibn Abi Shaibah narró en al-Musánnaf (1/331) que al-Hásan y ash-Sha’bi dijeron: “Pide durante tu oración lo que quieras”. Fin de la cita.
Dice en al-Mudáwwanah (1/192):
“Málik dijo: “No hay nada de malo en que una persona rece pidiendo lo que necesita en las oraciones prescriptas, tanto por sus necesidades en este mundo como en el Más Allá, cuando está de pie, cuando está sentado, y cuando está postrado”. Málik me dijo que ‘Urwah ibn az-Zubair dijo: “Oí que él dijo: “Yo le pido a Dios por todo lo que necesito cuando rezo, aún por la sal”. Fin de la cita.
Los hánafis y la mayoría de los hánbalis están en desacuerdo con eso, y dicen que no es permisible decir una súplica pidiendo por asuntos mundanos cuando se está rezando. En cambio, dicen que la oración de quien hace una súplica dentro de ella queda invalidada.
Dice en al-Insáf (1/81-82), que es un libro Hánbali:
“Con respecto a hacer una súplica en otras palabras que no sean las que se han narrado (del Profeta), pidiendo cosas que no tienen que ver con el más allá, el punto de vista de nuestra escuela de jurisprudencia es que no es permisible, y que la oración queda invalidada por eso. Este es el punto de vista de la mayoría de nuestros compañeros.
También se narró de él (es decir, del Imam Áhmad) que es permisible decir una súplica pidiendo por nuestras necesidades mundanas, y que es permisible decir una súplica pidiendo por cosas que se desean y placeres, tales como decir: “Oh Señor, bendíceme con una bella esposa, y una habitación verde, y una montaña confortable”, etc.”. Fin de la cita.
Dice en al-Fatáwa al-Hindíyah (1/100), que es un libro hánafi:
“Si él dice: “Oh Allah, bendíceme con tal y tal (mujer)”, entonces el punto de vista correcto es que esto invalida la oración, porque esta redacción es también usada entre la gente (en sus formas corrientes de expresarse)”. Fin de la cita.
Ver: Fáth al-Bári (1/319) y Nasáb ar-Ráiah (1/558).
Ellos aprendieron eso de algunos de los compañeros del Profeta, e Ibn Abi Shaibah lo narró de ellos en al-Musánnaf (1/332) que consideraban recomendable decir una súplica en las oraciones obligatorias, citando el Corán solamente. Ciertamente, se narró de Ibn ‘Awn que Muhámmad dijo: “Se consideraba reprobable decir una súplica en la oración para pedir sobre cualquier asunto mundano”.
Dice en al-Mawsu’ah al-Fiqhíyah (20/265-266):
“Los hánafis y los hánbalis dicen: “Es de la Tradición Profética (encomiable) decir una súplica al final del tasháhhud, luego de enviarle la paz y las bendiciones al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), diciendo cosas que se asemejen al discurso de la gente común, tal como decir: “Oh Dios, permíteme casarme con tal y tal”, o “concédeme tal cantidad de oro y plata”, o posiciones, etc.
Los málikis y los sháfa’is sostienen el punto de vista que es de la Tradición Profética decir una súplica después del tasháhhud, y antes de decir el salam, pidiendo por las mejores cosas de este mundo y el Otro, pero no es permisible decir una súplica pidiendo por nada que sea prohibido, imposible, o condicional. Si una persona dice una súplica pidiendo algunas de estas cosas, entonces su oración es inválida, y es mejor usar las palabras que se han mencionado en los reportes”. Fin de la cita.
El punto de vista correcto es el de los málikis y sháfi’is, a causa de la solidez de su evidencia, y a causa de la debilidad de la evidencia citada por quienes sostienen la otra opinión.
An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo en al-Maymu’ (3/454):
“Nuestro punto de vista es que es permisible decir una súplica en la oración, para pedir cosas que son permisibles también fuera de ella, ya sea en asuntos religiosos o mundanos. Algunos pueden decir: “Oh Allah, bendíceme con buenas ganancias (lícitas), un hijo, una casa, una bella esposa”, describirla, o “Oh Allah, libera a tal y tal de la prisión, destruye a tal y tal”, y cosas similares, y su oración no es invalidada por ninguna de estas cosas, en nuestro punto de vista.
Este fue el punto de vista de Málik, az-Záwri, Abu Záwr e Isjáq.
Abu Hanifah y Áhmad dijeron que no es permisible decir ninguna súplica excepto las que fueron mencionadas en los reportes y están de acuerdo con el Corán.
Ellos citaron como evidencia las palabras del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “Esta oración no es el lugar correcto para el discurso de la gente, más bien es glorificación de Dios, alabarlo, y recitar el Corán” (Narrado por Muslim), por analogía con devolver el saludo y decir “iarhámuk Alláh” a quien estornuda.
Nuestros compañeros citaron como evidencia las palabras del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) “Durante la postración, esfuérzate duro en suplicar”.
La orden de decir una súplica es de significado general, y no está restringida, por lo tanto se aplica a todo lo que pueda llamarse “súplica”.
Y porque el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) hizo súplicas en varios momentos (dentro de la oración), lo cual indica que no hay restricciones a eso.
En as-Sahihain, en el reporte de Ibn Mas’ud (que Allah esté complacido con él), se narró que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo al final del tasháhhud: “Luego, que elija cualquier súplica que guste o desee”.
De acuerdo a un reporte narrado por Abu Hurairah: “Luego que rece por sí mismo como le parezca apropiado”. An-Nasá'i dijo: “Su cadena de transmisión es auténtica”.
Se narró de Abu Hurairan que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo en su súplica de al-qunút: “Oh Allah, salva a al-Walíd ibn Walíd y a ‘Aiyásh ibn Abi Rabi’ah, y a Salámah ibn Hishám, y a los creyentes que son débiles y están oprimidos. Oh Alla, castiga a Mudar severamente, y envíales una hambruna como la de los tiempos de Yusuf”. Narrado por al-Bujari y Muslim.
En as-Sahihain se narró que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Oh Allah, maldice a Ri’l y Dhakwán, y a ‘Usáiah, que desobedeció a Dios y a Su Mensajero”. Estas eran tribus árabes.
Hay muchos otros reportes que son similares a éstos que hemos citado aquí. Más aún, la súplica no es parte del discurso diario de la gente.
Con respecto a iarhámuk Allah, aquello que se dice a quien estornuda, y devolver el salam cuando se saluda, estas son palabras que están dirigidas a otro ser humano, diferentes a las de una súplica. Y Allah sabe más”. Fin de la cita.
El shéij Ibn ‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) dijo en ash-Shárh al-Mumti’ (3/283):
“El significado aparente de las palabras del autor (el Imam Musa al-Hiyyáwi, uno de los imames hánbalis), es que una persona no debe decir una súplica usando otras palabras que aquellas que se han narrado (en la ley islámica), y que por lo tanto no debe pedir por ningún asunto material tal como decir “Oh Dios, bendíceme con una casa espaciosa”, o “Oh Allah, bendíceme con una bella esposa”, o “Oh Allah, bendíceme con muchísimas riquezas”, o “Bendíceme con un auto confortable”, etc., porque todas estas cosas tienen que ver con asuntos mundanos. Algunos de los juristas (que Allah tenga misericordia de ellos) aún han dicho: “Si pide por algo que tenga que ver con asuntos mundanos, entonces su oración es inválida”.
Pero este es indudablemente un punto de vista débil. El punto de vista correcto es que no hay nada de malo con pedir cosas de este mundo, porque la súplica es en sí misma un acto de culto, aún si uno pide cosas mundanas, y la persona está volviéndose de cualquier manera hacia Dios. El Mensajero (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo “Lo más cerca que un servidor está de Dios, es cuando está postrado”, y también dijo: “Durante la postración, hagan abundantes súplicas, porque es más probable que reciban una respuesta”. Y de acuerdo al reporte de Ibn Mas’ud, cuando habó sobre el tasháhhud, él (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Luego, que escoja cualquier súplica que desee”. Una persona nunca se vuelve a Dios completamente como cuando está haciendo su oración, por lo tanto, ¡cómo podemos decir “No pidas a Dios cuando estás rezando por nada que necesites de este mundo”! Esto es improbable.
Por lo tanto, el punto de vista correcto es indudablemente que el orante puede pedir luego del tasháhhud por cualquier cosa que desee, de las cosas buenas de este mundo y del Más Allá”. Fin de la cita.
El punto es que no hay nada de malo en decir una súplica pidiendo a Dios casarse con una persona en particular, si es una persona recta y buena, aunque es siempre mejor recitar súplicas elocuentes y concisas que fueran narradas del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). Ver las respuestas a las preguntas No. 5236, 6585 y 75058.
Segundo, aún cuando hemos determinado que es permisible que digas una súplica en tu oración pidiendo casarte con un hombre en particular, te aconsejamos, desde un punto de vista psicológico, no excederte en este asunto. El matrimonio es algo decretado por Dios, y por Su misericordia hacia la humanidad Él nos ha dado una amplia provisión y nos ha hecho independientes de medios, y no ha limitado el matrimonio a un hombre en particular, más bien Él lo ha condicionado a que tenga un buen carácter y compromiso religioso, por lo tanto cuando estar condiciones se cumplen, el musulmán debe aceptarlas.
El musulmán que cree en la voluntad y el decreto de Dios (al-qadá’ wal-qádar), cree que Dios es Sabio en todo lo que Él ordena o hace, y que Él puede evitarle a una persona el mal que de lo que quiere, y por lo que se esfuerza y reza, porque Él conoce algo mejor que eso. Allah dijo (traducción del significado):
“Es posible que detestéis algo y sea un bien para vosotros, y que améis algo y sea un mal para vosotros. Allah sabe y vosotros no sabéis” (al-Báqarah 2:216).
El lema del musulmán en este asunto son las palabras del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en la súplica de al-istijárah: “…y ordena para mí el bien cual sea que pueda ser, y haz que yo esté feliz con él”. Narrado por al-Bujari, 1162.
Esperamos que este asunto no abarque más espacio en tu corazón y en tu mente que el que merece. Hay muchos, alabado sea Dios, hombres de buen carácter y compromiso religioso. Le pedimos a Dios que ordene el bien para ti cual sea que fuera, y que te haga satisfecha con lo que Él decrete para ti.
Y Allah sabe más.