Alabado sea Dios.
El Islam ordena recatar la mirada y prohíbe mirar a las mujeres que no son mahram. Es para purificar el alma y proteger su honor. Sin embargo, hay ciertas excepciones que permiten que se mire a una mujer que no es mahram por razones de necesidad. Uno de los casos es para proponerle matrimonio, ya que es la base de una decisiَn muy importante que afecta la vida de esa persona. Hay libros que indican que está permitido mirar a nuestra comprometida cuando:
- Narrَ Yaabir ibn ‘Abd-Allaah: “El mensajero de Allah (que la paz y la bendiciَn de Allah estén con él) dijo: "Si uno de vosotros le propone matrimonio a una mujer y cuando la mira encuentra en ella el coraje para seguir adelante y casarse, entonces hágalo". Yo le propuse matrimonio a una joven. Solía esconderme para verla hasta que descubrí que eso era lo que me daba fuerzas para seguir adelante y contraer matrimonio. Entonces lo hice. De acuerdo a otras de sus palabras, “una joven de Bani Salamah. Solía esconderme hasta que vi que encontraba en ella la fuerza para seguir y casarme, entonces lo hice". (Sahih Abi Dawud, no. 1832, 1834)
- Narrَ Abu Hurayrah: “Estaba con el profeta (que la paz y la bendiciَn de Allah estén con él) cuando un hombre se acercَ y le dijo que se había casado con una mujer de los Ansaar. El mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah estén con él) le preguntَ: "؟La has visto?" él lo negَ. Entonces dijo: "Ve y mírala porque hay algo en los ojos de los Ansaar". (Transmitido por Muslim, no. 1424; y por al-Daaraqutni, 3/253 (34))
- Narrado por al-Mughirah ibn Shu’bah: “Propuse matrimonio a una mujer, y el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah estén con él) preguntَ: "؟La has visto?" Yo lo negué. Y él dijo: "Mírala porque es más apropiado que el amor y la compatibilidad se establezcan entre ustedes". De acuerdo a otro informe: “Entonces así lo hizo. Se casَ con ella y mencionَ que se llevaron bien". (Transmitido por al-Daaraqutni, 3/252 (31, 32); Ibn Maayah, 1/574)
- Narrَ Sahl ibn Sa’d (que Allah esté complacido con él): “Una mujer se acercَ al mensajero de Allah (que la paz y la bendiciَn de Allah estén con él) y dijo: "Oh, Mensajero de Allah, he venido a entregarme a ti (ofrecerme en casamiento)". El mensajero de Allah (que la paz y la bendiciَn de Allah estén con él) la mirَ de cerca. Luego, bajَ su cabeza. Cuando la mujer comprendiَ que no había tomado una decisiَn por ella, se sentَ. Uno de sus acompaٌantes se pudo de pie y dijo: "Mensajero de Allah, si no la quieres, déjame casarme con ella..." (Transmitido por al-Bujari, 7/19; Muslim, 4/143; al-Nasaa’i, 6/113 bi Sharh al-Suyuti; al-Bayhaqi, 7/84)
Comentarios de los eruditos sobre la posibilidad de mirar a la prometida
Al-Shaafi’i (que Allah tenga piedad de él) dijo: “Si quiere casarse con una mujer, no está permitido mirarla sin el velo que cubre su cabeza. Con o sin su permiso, puede mirar su rostro y manos cuando están cubiertas. Allah dice (interpretaciَn del significado) ‘no muestren de sus arreglos y adornos más de lo que está a simple vista’ [24:31]. él dijo ‘El rostro y las manos.’” (al-Haawi al-Kabir, 9/34).
Imaam al-Nawawi dijo en su libro Rawdat al-Taalibin wa ‘Umdat al-Muftin (7, 19-20): “Cuando un hombre quiere casarse con una mujer, es preferible que la mire para no lamentarse luego. De acuerdo a otro punto de vista, no es mejor pero está permitido. La primera visiَn es correcta a causa de los Hadices que la sustentan y está permitido mirar repetidamente, con o sin su consentimiento. Si no es fácil mirarla, puede enviar a una mujer para que la observe y se la describa. Una mujer puede mirar a un hombre si su intenciَn es casarse con él, porque a ella le gustará en él lo que a él le gusta en ella. Lo que a él se le permite es mirar su rostro y manos en ambas caras. No mirará nada más."
Abu Hanifah permitiَ ver los pies así como el rostro y las manos. (Bidaayah al-Muytahid wa Nihayyat al-Muqtasid, 3/10)
“Se le permite mirar sَlo su rostro, manos y pies”. Ibn Rushd también lo citَ como anteriormente fue mencionado.
Entre los informes del madhhab del Imaam Maalik:
- Sَlo puede mirar su rostro y manos.
- Sَlo puede mirar su rostro, manos y antebrazos.
Cierta cantidad de informes fueron narrados del Imaam Ahmad (que Allah tenga piedad de él), uno de los cuáles dice que puede mirar el rostro y los antebrazos.
El segundo afirma que puede mirar lo que usualmente se ve, como el cuello, la pantorrilla, entre otros.
Citado por Ibn Qudaamah en al-Mughni (7/454), Imaam Ibn al-Qayyim al-Yawziyyah en Tahdhib al-Sunan (3/25-26), y al-Haafidh Ibn Hayar en Fath al-Baari (11/78)… La opiniَn confiable en los libros Hanbalis es la segunda
De acuerdo a lo anteriormente mencionado, es evidente que la mayoría de los sabios afirman que a un hombre se le permite mirar el rostro y las manos de su prometida, porque el rostro significa belleza o fealdad, y las manos indican la delgadez o gordura (literalmente, "fertilidad") del cuerpo.
Abu’l-Faray al-Maqdisi dijo: “No hay ninguna controversia entre los sabios sobre el permiso a mirar el rostro, la importancia de la belleza y el lugar a donde uno dirige su mirada”.
Reglas sobre tocar a nuestra prometida o estar a solas con ella
Al-Zayla’i (que Allah tenga piedad de él) dijo: “Se le prohíbe al hombre tocar el rostro y las manos de su futura mujer –aunque esté seguro que no provocará deseo alguno -porque ella todavía es haraam para él, y no hay necesidad de actuar así". En Durar al-Bihaar se especifica: “Se les prohíbe al qaadi, a los testigos o al novio que toquen a la prometida, -incluso aunque esté seguro que no provocará deseo alguno, porque no hay necesidad de actuar así..." (Radd al-Muhtaar ‘ala’l-Durr al-Mujtaar, 5/237)
Ibn Qudaamah dijo: “Se le prohíbe estar a solas con ella porque ella no está autorizada y el Islam solo le permite que la mire, de ese modo el Julwah (estar a solas con ella) continْa estando prohibido. Porque no hay ninguna certeza que nada prohibido suceda si están a solas, como el Profeta ( que la paz y la bendiciَn de Allah estén con él) afirmَ: “Ningْn hombre esta a solas con una mujer, ya que el Shaytaan es la tercera persona presente". No deberá mirar a la mujer de manera lujuriosa o suspicaz. Ahmad dijo en un informe narrado por Saalih: "Puede mirar su rostro pero no de manera lujuriosa". Puede mirarla repetidamente y examinar su belleza, porque su objetivo no se logra de otra forma".
El consentimiento para mirar
A un hombre se le permite mirar a la mujer a quien desea proponerle matrimonio aْn sin su permiso o conocimiento. Esto es lo indicado por los Hadices auténticos.
Al-Haafidh Ibn Hayar dijo en Fath al-Baari (9/157): “La mayoría de los eruditos expresaron: Si él lo desea, se le permite mirarla sin su consentimiento".
El sabio en Hadices Sheij Muhammad Naasir al-Din al-Albaani dijo en su libro al-Silsilat al-Sahihah (1/156), compartiendo este punto de vista: "Se lo confirma en las palabras del profeta (que la paz y la bendiciones de Allah estén con él) en el hadiz, "Aْn sin que ella lo sepa". Está respaldado por las acciones de los Sahaabah (que Allah esté satisfecho con ellos), de acuerdo con la Sunnah, como Muhammad ibn Maslamah y Yaabir ibn ‘Abd-Allaah, ambos se escondieron a ver de sus prometidas aquello que les diera coraje para seguir adelante y casarse con ellas"...
“Narrَ Anas ibn Maalik (que Allah esté satisfecho con él): “El profeta (que la paz y las bendiciones de Allah estén con él) quiso casarse con una mujer, entonces enviَ a otra para mirarla y le dijo: “Huele su boca (aliento) y mira detrás de sus tobillos".
(Narrado por al-Haakim, 2/166, quien afirmَ que es sahi de acuerdo con las condiciones de Muslim, y ad-Dhahabi concordَ con él. Narrado también por al-Bayhaqi, 7/87. En Mayma’ az-Zawaa’id (4/507) dijo: ‘”Narrado por Ahmad y al-Bazzaar, y los narradores de al-Bazzaar son confiables Ziqaat.”)
En el libro Mughni al-Muhtaay (2/128) dice: "Lo que se comprende de este informe es que quien es enviado puede describir a quien lo envía más de lo que el mismo puede ver, por lo cuál este envío puede lograr más que solo mirar.”
Y Allah sabe más.