Alabado sea Dios.
No es permisible vender parte del animal sacrificado durante la Festividad del Sacrificio, excepto en aquellos casos en que esto se hace de acuerdo con los propósitos mismos del sacrificio, porque lo que el musulmán ha ofrendado a Dios, no puede ser vendido.
Dice en Al-Mugni: “No es permisible vender ninguna parte del animal sacrificado, pero si el matarife o carnicero es pobre y recibe algo de carne como caridad, es permisible para él venderlo. Pero hay que resaltar que él tiene derecho a recibir esto sólo como caridad o regalo, no como sueldo por su trabajo”. Fin de la cita, 3/222.
El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín dijo:
“Está prohibido vender cualquier parte del animal sacrificado, ya sea la carne u otra parte, incluso la piel. Tampoco se le debe dar parte del animal como parte de pago al carnicero, porque esto es igual que venderlo”. Fin de la cita de Rízala Ahkám al-Hadí wa al-‘Udíyah.
Él también dijo:
“No es permisible disponer del animal sacrificado en formas que impidan continuar con el ritual del sacrificio, tal como venderlo, regalarlo, darlo en prenda o bajo un juramento, etcétera. Si selecciona una oveja para el sacrificio y luego decide que quiere conservarla por alguna razón y remplazarla con algo mejor, eso no es permisible, porque está apropiándose de algo que le ofreció a Dios.
Con respecto a los carneros, que son los machos de las ovejas, el carnero debe haber alcanzado la edad de un año para que sea permisible sacrificarlo. Algunas escuelas de jurisprudencia afirman que la Tradición Profética muestra que es permisible sacrificar una oveja de seis meses, a la cual los textos se refieren como “yada’ah”, y esto se aplicaría sólo a las ovejas, no a las cabras. Sin embargo, si tiene más de esa edad es mejor, e incluso otras escuelas de jurisprudencia afirman que el término “yada’ah” hace referencia a una oveja de un año, no de seis meses.
La evidencia que indica que la edad deseable es de un año, es el reporte sobre las palabras de Yábir (que Dios esté complacido con él): “Sacrifiquen un animal de dos años. Si es demasiado difícil para ustedes, entonces sacrifiquen uno de uno (yad’ah)”. Narrado por Muslim, 1963.
El significado aparente de este reporte es que la oveja a la que se refiere como “yada’ah” sólo es aceptable si no se puede sacrificar una de dos años. Pero la mayoría de los eruditos interpretaron esto como señalando que es recomendable, y citaron la siguiente evidencia:
1 – Se narró de uno de los compañeros del Profeta (que Dios esté complacido con él) que: “…una oveja (yada’ah) es suficiente para lo que otra de dos años es suficiente”. Narrado por An-Nasá'i (4383) y Abu Dawud (2799); clasificado como auténtico por al-Albani.
2 – Se narró que ‘Uqbah ibn ‘Aamir (que Dios esté complacido con él) dijo: “Sacrificamos una oveja (yada’ah) con el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él)”. Narrado por An-Nasá'i (4382). Su cadena de transmisión fue clasificada como fuerte por Al-Háfiz en Al-Fáth, y como auténtica por Al-Albani. Ver el comentario en Zaad al-Ma’ád, 2/317.
Debe señalarse que las condiciones estipuladas para el sacrificio del animal que se ofrecerá por el nacimiento de un niño son las mismas que las del sacrificio ofrecido para la Festividad del Sacrificio: el animal debe estar libre de defectos físicos, y tener la edad apropiada. La evidencia de esto se ha extraído por analogía, en base a que ambos son sacrificios rituales.
De esta forma puedes darte cuenta que es aceptable que ofrezcas como sacrificio una oveja que ha alcanzado la edad de seis meses.
Y Allah sabe más.