Alabado sea Dios.
Si la dificultad es inherente al acto de culto, y el acto de culto no puede realizarse sin esta dificultad, entonces cuanto más grande la dificultad más grande es la recompensa. Y por eso el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo a ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella): “Tendrás una recompensa equivalente a tus dificultades y gastos”. Narrado por Al-Hákim, clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih at-Targhíb wa at-Tarhíb, 1116; un reporte similar también aparece en As-Sahihain (Al-Bujari y Muslim).
El imam An-Nawawi dijo en Shárh Muslim:
“Las palabras del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) “equivalente a tus dificultades y gastos” parecen indicar que la recompensa se incrementará proporcionalmente a las dificultades y gastos que la persona experimente. A lo que se refiere con dificultades es a los esfuerzos razonables para realizar el acto de culto, y lo mismo se aplica a los gastos”. Fin de la cita.
Este principio, el de que la recompensa es proporcional a las dificultades, no se aplica en todos los casos. Porque hay actos que son fáciles, y que encierran una gran recompensa.
Az-Zarkashi dijo en Al-Manzur fi al-Qawá'id, 2/415-419:
“Una buena obra realizada regularmente y que implica más dificultades puede ser mejor que una más fácil. En el reporte de ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) se dice: “Tendrás una recompensa equivalente a tus dificultades y gastos”. Pero una obra pequeña y fácil puede traer una recompensa mayor en muchos casos, por ejemplo:
- Acortar la oración es mejor que hacerla completa, para un viajero.
- Rezar una vez en congregación es mejor que rezar solo veinte veces.
- Abreviar las dos rak’as de la oración del alba es mejor que alargarlas.
- Ofrecer la carne de un animal sacrificado en caridad a los pobres luego de haber comido un poco de ella, es mejor que ofrecerla entera.
- Recitar algunos capítulos breves del Sagrado Corán durante la oración es mejor que recitar otros que son más largos, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) usualmente hacía esto”.
Fin de la cita.