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Soy un hombre joven y me casé durante el mes de Ramadán. Cuando mi esposa tiene su período, me pide que la masturbe con mi mano cuando estoy ayunando. ¿Es esto permisible, siempre y cuando evite tocar la sangre menstrual que es naayis (impura)?
Alabado sea Dios.
En primer lugar:
Si la esposa está menstruando, ella no tiene derecho a ser masturbada por la mano de su esposo, porque eso implica tocar la impureza, a menos que eso se haga desde detrás de una barrera.
Si el esposo está a salvo de tocar la impureza, entonces no hay nada de malo en ello.
En segundo lugar:
No hay nada de malo en que el esposo bese a su esposa, la toque e intime con ella, sin llegar a tener relaciones sexuales, cuando él está ayunando, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía besar a su esposa cuando estaba ayunando, y solía tocar a su esposa cuando estaba ayunando. Pero si el teme que pueda terminar haciendo lo que Allah le ha prohibido, porque suele excitarse fácilmente, entonces es makruh para él hacer eso. Si llegara a eyacular, entonces debería abstenerse de comer y así sucesivamente por el resto del día, además de que debe compensar el ayuno de ese día. En cuanto al madhiy, este no invalida el ayuno.
Es permisible para un hombre disfrutar de la intimidad con su esposa cuando está ayunando, siempre y cuando no tenga relaciones sexuales o eyacule.
Por favor, vea las respuestas a las preguntas no. 49614 y 14315 .
Si usted está seguro de que puede evitar tocar la impureza, y no hay temor de que usted llegue a tener relaciones sexuales con su esposa o eyacular sin tener relaciones sexuales con ella, mientras que usted está ayunando, entonces no hay nada de malo en que usted haga eso.
En tercer lugar:
Lo que se debe hacer – de hecho debe hacerse – en el caso de alguien como usted, un joven que está casado recientemente, es retrasar eso hasta la noche, porque la capacidad de un joven para controlarse a sí mismo o controlar su deseo es limitado, y es muy probable que las cosas se salgan de control, en cuyo caso terminaría haciendo algo que está prohibido y haría inválido su acto de adoración.
Por lo tanto, cuando la Madre de los Creyentes 'Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) narró que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía besar a sus esposas y tocarlas cuando estaba ayunando, siguió con una declaración de que no había miedo en el caso del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) que las cosas se salieran de control o que él hiciera lo que es prohibido.
Al-Bujari (1826) y Muslim (1106) narraron que 'Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella) dijo: " ‘A’ishah (que Allah esté complacido con ella) quien dijo: “El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) solía besar y tocar (a sus esposas) mientras ayunaba, pero tenía un control total de sus deseos’”.
An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
Ash-Shaafi'i y sus compañeros dijeron: Besar a la esposa cuando se está ayudando no está prohibido para aquel que no sentirá deseo, aunque es aconsejable es no hacer eso. Pero no se puede decir que es makruh para él; más bien dijeron que es contrario a lo que es preferible en su caso, a pesar de que está probado que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía hacer eso, porque en su caso (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) había certeza de que no iría más allá del límite de los besos, mientras que en el caso de los demás existe el temor de que vaya más allá de ese límite , como dijo 'Aa'ishah: "pero él podía controlar sus deseos más que ninguno de ustedes."
En el caso de alguien que eso le provoque deseo, es haram para él, según la visión más correcta de nuestros compañeros. Y se dijo que es makruh. al-Qaadi dijo: Varios de los Sahaabah y Taabi'in, y Ahmad, Ishaaq y Dawud, declararon que es permisible para alguien que está ayunando en todos los casos. Maalik lo consideró makruh en todos los casos. Ibn 'Abbaas, Abu Hanifah, aZ-Zawri, al-Awzaa'i y ash-Shaafi'i dijeron que es makruh para un joven, pero no para un anciano. Esto también fue narrado de Málik. Ibn Wahb narró de Málik (que Allah tenga misericordia de él) que lo consideraba permisible durante un ayuno voluntario, pero no durante un ayuno obligatorio.
No hay diferencia de opinión con respecto al hecho de que no invalida el ayuno a menos que el individuo tenga una eyaculación como resultado de besos.
Fin de la cita de Sharh Muslim por an-Nawawi
Al-Haafiz Ibn Háyar (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
Esto se indica por el hecho de que es permisible para el que puede controlarse a sí mismo, pero no para el que no está seguro de que no caerá en lo que está prohibido.
Fin de la cita de Fath al-Baari.
Además, la concesión que permite la intimidad con una esposa que está menstruando también está limitada por la condición de que el esposo esté seguro de que no caerá en lo que no está permitido o en lo que Allah ha prohibido:
Al-Bujari narró en su Sahih (296) que 'Aa' ishah (que Allah esté complacido con ella) dijo: "Cuando una de nosotras estaba menstruando, si el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) quería tener intimidad con ella, él le decía que envolviera algo alrededor de su cintura, y tendría intimidad con ella.
Ella dijo: ¿Y quién de ustedes puede controlar su deseo como el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía controlar su deseo?
La práctica del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), como se informó en el reporte de 'Aa'ishah mencionado anteriormente, e informes similares, era tener intimidad con su esposa por encima del envoltorio de la cintura que ella ató alrededor de sí misma, que es algo que cubre el área entre el ombligo y la rodilla, o arriba algo que cubría su parte privada, si el período había durado mucho tiempo y la hemorragia se había vuelto menor.
De hecho, varios eruditos opinan que es haram tener intimidad con una mujer menstruante si involucra la zona entre el ombligo y la rodilla, no así arriba de la cintura. Esta es la conocida visión narrada desde Málik, Abu Hanifah y ash-Shaafi'i.
Véase: Fath al-Baari de Ibn Rayab (2/27 ff)
Y Allah sabe mejor.