Alabado sea Dios.
La peregrinación mayor es uno de los deberes obligatorios del Islam, y no es permisible para el musulmán que es capaz de cumplirla, demorarla. Tampoco debe el musulmán ninguna obediencia a ningún ser creado si eso implica una desobediencia al Creador.
Dios dijo (traducción del significado):
“Es una obligación para los hombres peregrinar a esta Casa si se encuentran en condiciones de hacerlo [físicas y económicas]. Y quien niegue lo que Allah ha prescripto, sepa que Allah prescinde de todas las criaturas” (Ali ‘Imrán, 3:97).
El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “El Islam fue construido sobre cinco (pilares): atestiguar que no hay más divinidad excepto Dios y que Muhámmad es el Mensajero de Dios, establecer la oración, pagar la caridad obligatoria, ayunar en Ramadán, y peregrinar a la Casa de Dios”.
Por lo tanto, no es permisible para ti ni para ningún musulmán complacer a tu madre desobedeciendo a Dios. Ciertamente, tu deber es honrarla y tratarla con dulzura, pero no de esta forma, no desobedeciendo a Dios. Cualquiera que complace a la gente defraudando a Dios, Dios lo defraudará a él y hará que la gente también lo defraude.