Contribuya generosamente para garantizar la continuidad de nuestro sitio web Insha-Allah.
Siempre me asombra cómo eran los Salaf (primeras generaciones) y cómo alcanzaron un nivel tan alto de fe. Cuando leo sobre los Karamat (milagros, eventos extraordinarios) que les sucedieron, me pregunto ¿cómo fueron capaces de alcanzar este alto nivel? ¿Cómo fueron capaces de liberar sus corazones del amor por las ganancias mundanas?
Alabado sea Dios.
Usted ha preguntado sobre un asunto trascendental, pero es fácil para aquel a quien Al-lah se lo pone fácil. Discutir cómo eran los Salaf , y hablar de las grandes obras de rectitud a las que se comprometieron, para que fueran capaces de alcanzar este alto nivel de fe , es una discusión que sería muy larga y podría llenar muchos libros, pero todo podría resumirse señalando dos asuntos esenciales en los que se basaron todos los asuntos de los Salaf, y quien se adhiera a ellos, tiene la esperanza de alcanzar algo similar a lo que ellos alcanzaron, y convertirse en uno de su grupo. Le pedimos a Al-lah que haga estas dos cosas fáciles para nosotros y para usted, y que nos haga a nosotros y a usted firmes en adherirnos a ellas, hasta que nos encontremos con Él cuando estando complacido con nosotros. Estas dos cosas son:
La primera cosa es estar dispuesto a seguir lo que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) trajo, y perseverar en adherirse a ello.
Para alcanzar un alto estatus ante Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, Él ha estipulado una condición que debe cumplirse, a saber, seguir lo que el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) trajo. Al-lah, Exaltado sea, dice (lo que en español se interpreta así): {Di: "Si verdaderamente aman a Al-lah, ¡síganme!, que Al-lah los amará y perdonará sus pecados". Al-lah es Absolvedor, Misericordioso} [Corán 3:31].
El Sheij Al Islam Ibn Taimiah (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: "Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, nos ha ordenado seguir al Mensajero, obedecerlo, tomarlo como aliado y amarlo; y ha ordenado que Él y Su Mensajero sean más queridos para nosotros que todos los demás. Él ha garantizado que, a través de la obediencia y el amor por el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), podemos alcanzar el amor y la honra de Al-lah. Al-lah, Exaltado sea, dice (lo que en español se interpreta así): {Di: "Si verdaderamente aman a Al-lah, ¡síganme!, que Al-lah los amará y perdonará sus pecados". Al-lah es Absolvedor, Misericordioso} [Corán 3:31].
{Pero si le obedecen [al Mensajero] se encaminarán} [Corán 24:54].
{… A quien obedezca a Al-lah y a Su Mensajero, Él lo introducirá en jardines donde corren ríos, donde vivirá por toda la eternidad. Éste es el éxito supremo} [Corán 4:13].
Hay muchos versículos similares en el Corán. Nadie tiene derecho a alejarse de lo que está establecido en la Sunnah, declarado en las enseñanzas del Islam, probado en el Corán y la Sunnah, y fue a lo que se adhirieron las primeras generaciones de la Ummah" (Maymu’ Al Fatawa, 1/334).
Este seguimiento no habría sido posible sin aprender y comprender lo que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) trajo. El primer paso para seguir el Islam es aprenderlo de sus fuentes auténticas, y perseverar en ello.
Fue narrado de Humaid Ibn ‘Abd Ar-Rahman: “Escuché a Mu’awiah decir en un discurso: ‘Oí al Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) decir: 'Si Al-lah quiere el bien para una persona, Él hace que comprenda su din (el Islam)" (narrado por Al Bujari, 71; y Muslim, 1037).
Se narró de ‘Uzmán (que Al-lah esté complacido con él) que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah desciendan sobre él) dijo: "Los mejores de ustedes son los que aprenden el Corán y lo enseñan" (narrado por Al Bujari, 5027).
El Sheij Al Islam Ibn Taimiah (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: "Incluido en el significado de las palabras: ‘Los mejores de ustedes son los que aprenden el Corán y lo enseñan’ está la enseñanza tanto de las letras como de sus significados; de hecho, aprender sus significados es el primer propósito previsto de la enseñanza de sus letras (y de cómo recitarlo). Eso es lo que aumenta la fe " (Maymu’ Al Fatawa, 13/403).
Las primeras generaciones perseveraron en aprender lo que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) enseñaba, y se esforzaban por poner en práctica lo que habían aprendido.
Se narró que Ibn Mas'ud (que Al-lah esté complacido con él) dijo: “Si uno de nosotros aprendía diez versos, no seguía memorizando más hasta que aprendía sus significados y los ponía en práctica” (narrado por At-Tabari en su Tafsir, 1/74).
Se narró de Ibn ‘Umar (que Al-lah esté complacido con él) que dijo: “Vivimos un corto período de nuestras vidas en el que el más joven de nosotros aprendía sobre la fe antes de aprender el Corán. Una sura era revelada a Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), entonces él [el más joven entre nosotros] aprendía lo que esa sura decía que era lícito y prohibido, y qué límites decía que debían respetarse, la forma de aprender el Corán”. Luego dijo: “Vi a hombres, uno de los cuales aprendía el Corán y recitaba todo lo que contenía, de principio a fin, sin saber qué era un mandamiento y qué una prohibición, o qué límites debían respetarse, recitándolo rápida y descuidadamente” (narrado por Al Hakim en Al Mustadrak, 1/35. Dijo: "Este es un hadiz que es auténtico de acuerdo a las condiciones de los dos sheijs [Al Bujari y Muslim], y no conozco nada malo en él; Adh-Dhahabi estuvo de acuerdo con él).
Se narró que Abu ‘Abd Ar-Rahman As-Sulami (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: “Los compañeros del Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) que nos enseñaron el Corán nos dijeron que solían aprender diez versos del Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), y no memorizaban los diez siguientes hasta que habían aprendido el conocimiento contenido en esos diez versos y las acciones que ordenaban. Ellos dijeron: “Así que aprendimos el conocimiento junto con la forma de actuar con base en él” (narrado por Ahmad en Al Musnad, 38/466; clasificado como sólido por los comentaristas de Al Musnad).
Cuando aprendieron lo que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) trajo, lo aprendieron con una intención sincera, y lo aprendieron con una fe segura y firme . Cuando actuaban de acuerdo a lo que habían aprendido, eran completamente sinceros en eso, y luchaban contra sus malas inclinaciones, contra el impulso de presumir, contra perseguir la ganancia mundana por medio de su conocimiento y adoración, todo eso de acuerdo a las palabras de Al-lah, Exaltado sea (lo que en español se interpreta así): {Oh, creyentes! Tengan temor de Al-lah y permanezcan junto a los que dicen siempre la verdad} [Corán 9:119].
El Sheij ‘Abd Ar-Rahman As-Sa’di (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: “{… y permanezcan junto a los que dicen siempre la verdad }, quiere decir, aquellos que son veraces de palabra, obra y conducta, aquellos cuyas palabras son veraces y cuyas obras y conducta están basadas en la verdad, desprovistas de pereza y apatía, libres de malas intenciones, y basadas en la sinceridad y las buenas intenciones. Pues la veracidad conduce a la rectitud, y la rectitud conduce al Paraíso. Al-lah, Exaltado sea, dice en otra parte (lo que en español se interpreta así): {Al-lah dirá [el Día del Juicio]: "Este es el día en que los sinceros disfrutarán su sinceridad} [Corán 5:119] (Tafsir As-Sa’di, p. 355).
Ibn Rayab (que Al-lah lo tenga en Su misericordia) dijo: "La virtud no se alcanza haciendo muchas obras físicas; más bien, se alcanza haciendo esas obras sinceramente para Al-lah, Glorificado y Exaltado sea; haciéndolas puras y correctas de acuerdo con la Sunnah, y haciendo que las emociones y sentimientos en el corazón sean sinceros y estén conectados con Al-lah.
El que tiene más conocimiento de Al-lah, de Su religión con sus reglas y enseñanzas, y tiene más temor de Él, amor por Él y esperanza en Él, es mejor que el que no es así, incluso si este último hace muchas buenas obras y acciones físicas.
De ahí que algunas de las primeras generaciones dijeran: “Abu Bakr (que Al-lah esté complacido con él) no los superó por ayunar y rezar mucho, más bien fue por medio de algo que tenía en su corazón...”. Se le mencionó a Abu Sulaiman lo mucho que vivieron los Hijos de Israel y lo duro que se esforzaron en hacer buenas obras, y que algunas de las personas los envidiaban por eso, él dijo: “Todo lo que Al-lah quiere de ustedes es una intención sincera, y buscar sinceramente lo que está con Él —o palabras en ese sentido—”.
Ibn Mas’ud (que Al-lah esté complacido con él) dijo a sus compañeros: “Ayunan y rezan más que los compañeros de Muhammad (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él), pero ellos eran mejores que ustedes”. Preguntaron: “¿Por qué?”. Él (que Al-lah esté complacido con él) dijo: “Tenían menos interés que ustedes en las ganancias mundanas, y mayor deseo por el más allá" (Maymu' Rasa'il Ibn Rayab, 4/412-413).
En conclusión, la forma de alcanzar un alto nivel de fe como lo hicieron nuestros antecesores (que Al-lah esté complacido con ellos) es, en primer lugar, esforzarse por comprender lo que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah desciendan sobre él) trajo, y luego esforzarse por hacer lo que él ordenó y abstenerse de lo que prohibió. Todo esto debe hacerse con verdadera sinceridad, sin interés en las ganancias mundanas y con la esperanza puesta en el Más Allá. El núcleo del asunto es suplicar a Al-lah, Glorificado y Exaltado sea, buscando Su guía y firmeza, porque todo el asunto está en manos de Al-lah, Glorificado y Exaltado sea. Debe buscar momentos en los que las súplicas tengan más probabilidades de ser respondidas, como el último tercio de la noche, ya que los Salaf solían buscar estos momentos.
Se narró de Ibn Shihab Az-Zuhri, de Al Agharr y Abu Salamah Ibn ‘Abd Ar-Rahman, que Abu Hurairah (que Al-lah esté complacido con él) dijo: El Mensajero de Al-lah (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: "Nuestro Señor, bendito sea Su nombre, desciende al cielo más bajo cada noche cuando queda el último tercio de la noche, y dice: ‘¿Quién Me invocará para que Yo le responda? ¿Quién Me pedirá, para que Yo le dé? ¿Quién Me pedirá perdón, para que Yo le perdone?’. Y así hasta el amanecer". Por eso preferían rezar al final de la noche que al principio (narrado por el Imam Ahmad en Al Musnad, 13/35; clasificado como auténtico por Al Albani en Irwa' Al Ghalil, 2/196).
Y Al-lah sabe más.