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¿Qué enseña el Islam sobre la familia y el rol de los hombres, las mujeres y los niños?
Alabado sea Dios.
Antes de averiguar sobre el rol del Islam al organizar y proteger a la familia, primero debemos descubrir cuál era la situación de la familia antes del Islam, y qué ocurre en Occidente en los tiempos modernos.
Antes del Islam, la familia estaba basada en el maltrato y la opresión. Todos los asuntos eran controlados por los hombres o, en otras palabras, por los miembros masculinos, mientras que las mujeres y las niñas eran oprimidas y humilladas. Por ejemplo, cuando un hombre moría y dejaba una viuda, su hijo de otra esposa tenía derecho a casarse con ella y controlar su vida, o evitar que ella volviera a casarse. Los hombres eran los únicos que podían heredar, las mujeres y los niños no obtenían parte alguna de ella. Veían a las mujeres —aunque fueran sus madres, hijas o hermanas— como fuente de vergüenza, porque podían ser llevadas como prisioneras y así traer deshonra a la familia. Por tal motivo, los hombres solían enterrar vivas a sus pequeñas hijas, como se menciona en el Corán, donde Al-lah dice (lo que se interpreta así en español): {Cuando se le anuncia a uno de ellos [el nacimiento de] una niña, se refleja en su rostro la aflicción y la angustia; por lo que se le ha anunciado, se esconde de la gente avergonzado y duda si la dejará vivir a pesar de su deshonra o la enterrará viva. ¡Qué pésimo lo que hacen!} [16:58-59].
La familia, en el sentido general, es decir, la tribu, estaba basada en apoyarse unos a otros en todo, hasta en los malos actos.
Cuando el Islam llegó, la sociedad se liberó de todo eso y se estableció la justicia, dándole a cada persona sus derechos, protegiendo a los niños, incluso a los fetos abortados espontáneamente, pues debían ser respetados y se debía rezar por ellos (es decir, se les debía preparar un funeral apropiado).
Si examina hoy en día a las familias en Occidente, descubrirá que se están desintegrando y que los padres no pueden controlar a sus hijos, ni intelectualmente ni moralmente. El hijo tiene derecho a ir a donde quiera y hacer lo que quiera; la hija tiene derecho a estar con quien quiera y dormir con quien quiera, todo en nombre de la libertad y los derechos. ¿Y cuál es el resultado? Familias destruidas, hijos nacidos fuera del matrimonio, madres y padres (ancianos) a quienes se descuida. Como algunos sabios han dicho, si quiere conocer la verdadera naturaleza de estas personas vaya a las prisiones, a los hospitales, a los hogares de ancianos, porque los hijos no se acuerdan de sus padres excepto en los días festivos y ocasiones especiales.
El punto es que entre los no musulmanes, la institución de la familia está destruyéndose.
Cuando el Islam llegó, le prestó mucha atención a las familias, protegiéndolas de lo que pudiera dañarlas, preservando los lazos de familia y dándole a cada miembro un rol importante en la vida.
El Islam honró a las mujeres, fueran madres, hijas o hermanas. Fue narrado que Abu Hurairah (que Al-lah esté complacido con él) contó que un hombre fue donde el Mensajero de Al-lah (paz y bendiciones de Al-lah sean con él) y dijo: “Oh. Mensajero de Al-lah, entre todas las personas, ¿quién merece más mi compañía?”. Él respondió: “Tu madre”. El hombre preguntó: “¿Luego, quién?”. El Mensajero contestó: “Tu madre”. Él insistió: “¿Luego, quién?”. El Mensajero replicó: “Tu madre”. El hombre preguntó una vez más: “¿Luego, quién?”. El Mensajero dijo: “Luego, Tu padre” (narrado por Al Bujari, 5626; Muslim, 2548).
El Islam honra a las mujeres como hijas. Fue narrado de Abu Sa’id Al Judri que el Mensajero de Al-lah (paz y bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “Quien tenga tres hijas o tres hermanas, o dos hijas o dos hermanas, las cuide bien y tema a Al-lah con respecto a ellas, entrará al Paraíso” (narrado por Ibn Hibban en su Sahih, 2/190).
El Islam honra a las mujeres como esposas. Fue narrado que ‘Aishah (que Al-lah esté complacido con ella) dijo: “El Mensajero de Al-lah (paz y bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: ‘Los mejores de ustedes son los que mejor tratan a sus esposas, y yo soy el mejor de ustedes con mis esposas’” (narrado y clasificado como hasan por At-Tirmidhi, 3895).
El Islam les otorgó a las mujeres el derecho a heredar, entre muchos otros. Les dio los mismos derechos que a los hombres en varios campos. El Profeta (paz y bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: “La mujer es la mitad gemela del hombre” (narrado por Abu Dawud en su Sunan, 236, del hadiz de ‘Aishah; clasificado como sahih por Al Albani en Sahih Abi Dawud, 216).
El Islam incentiva a los hombres a tratar bien a sus esposas y les da a las mujeres la libertad de elegir a sus esposos, y les da a los padres y a las madres la gran responsabilidad de criar a sus hijos. Fue narrado que ‘Abdal-lah Ibn ‘Umar escuchó al Mensajero de Al-lah (paz y bendiciones de Al-lah sean con él) decir: “Cada uno de ustedes es un pastor y es responsable de su rebaño. El líder es un pastor y es responsable de su rebaño. El hombre es el pastor de su familia y es responsable de su rebaño. La mujer es el pastor de la casa de su esposo y es responsable por su rebaño. El sirviente es el pastor de la fortuna de su amo y es responsable de su rebaño” (narrado por Al Bujari, 853; Muslim, 1829).
El Islam se preocupó por implantar el principio del respeto por los padres, ordenando cuidarlos y obedecerlos hasta su muerte. Al-lah dice en el Corán (lo que se interpreta así en español): {Tu Señor ha ordenado que no adoren sino a Él y que sean benévolos con sus padres. Si uno de ellos o ambos llegan a la vejez, no sean insolentes con ellos y ni siquiera les digan: “¡Uf!” Y háblenles con dulzura y respeto} [17:23].
El Islam protege el honor, la castidad, la pureza y el linaje de la familia, y así fomenta el matrimonio y prohíbe la promiscuidad.
El Islam le da a cada miembro de la familia un importante rol que jugar. El padre y la madre cuidan de sus hijos y deben educarlos conforme a los principios religiosos; los hijos deben escuchar, obedecer y respetar los derechos de sus padres, basándose en el amor y el respeto. Incluso nuestros enemigos han sido testigos de la fortaleza de los lazos familiares entre los musulmanes.
Y Al-lah sabe más.