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Alabado sea Dios.
En primer lugar, lo que sale luego de ir a orinar es usualmente conocido en la jurisprudencia islámica como ‘wadíy’, que es un líquido blanco y espeso secretado en forma de gotas. Sobre el fluido prostático o seminal (madhí), es lo que sale luego de una provocación del deseo sexual.
Ambos invalidan la ablución menor o wudú, pero no la ablución mayor o gúsl. Cuando dices “Si me sucede esto hago el gúsl”, quizás lo que quieres decir es que te lavas, pero si te refieres a bañarte completamente, no es necesario, más bien lo que debes hacer es la ablución menor o wudú.
El Imam An-Nawawi (que Allah tenga misericordia de él) dijo, explicando la diferencia entre el madhí y el wadíy: “El madhí es una sustancia pegajosa y clara, que es segregada generalmente como producto del deseo sexual o a veces sin deseo; no fluye en cantidades, y no es seguida por la relajación posterior a la eyaculación, y es probable que la persona no note que la ha secretado. Sucede tanto en hombres como en mujeres.
El madhí es una sustancia espesa y oscura que se asemeja al semen en su densidad, pero difiere en el color, y en que no tiene olor fuerte. Es secretada luego de orinar, cuando uno está constipado, o cuando se carga algo pesado, y sale en forma de una o dos gotas, o algo similar. Los eruditos están unánimemente de acuerdo en que no se requiere la ablución mayor o gúsl ante la secreción de madhí y wadíy”. Fin de la cita de Al-Maymu’, 2/160.
El shéij Ibn Yibrín (que Dios lo preserve) fue consultado: “Cuando uno termina de orinar, yo noto cierto fluido seminal (maníy) saliendo, y no sé si debo bañarme con la ablución mayor cada vez que orino, ¿o qué debo hacer? Porque no estoy seguro de si esto tiene el mismo efecto que la eyaculación”.
Él respondió:
“Esta substancia que sale después de orinar es bien conocida en realidad como wadíy. Puesto que es secretada después de orinar, no necesita de la ablución mayor (gúsl). Pero sí invalida la ablución menor, por lo tanto uno debe lavarse el pene y luego realizar la ablución menor; no es necesario bañarse. El baño o ablución mayor sólo es requerida luego de la eyaculación y la sensación de placer, y no por otra cosa”. Fin de la cita de Fatáwa al-Islamíyah, 1/226.
En segundo lugar, cuando has ido al baño, debes esperar hasta que estés seguro de que ha cesado de fluir líquido, y luego limpiarte y hacer la ablución menor o wudú. Si eso hace que te pierdas la oración, no eres culpable de eso. Pero debes alistarte para la oración antes de que llegues, si sabes que necesitarás tiempo para ir al baño”.
Le consultaron al Comité Permanente de Jurisprudencia Islámica de Arabia Saudita: “Hay un hombre que sufre de incontinencia urinaria. Él hace la ablución después de orinar, pero si fuera a esperar que la incontinencia termine, el tiempo para la oración habría terminado. ¿Cuáles son las normas?”
Ellos respondieron:
“Si sabe que la incontinencia terminará, no es permisible para él rezar cuando esto todavía le está afectando, buscando la virtud de la oración en congregación. Más bien, debe esperar hasta que termine, y luego purificarse y ofrecer su oración, aún si se pierde la oración en congregación. En cualquier caso, debe apresurarse tanto como pueda para hacer esto una vez que la oración haya comenzado, con la esperanza de llegar a tiempo”. Fin de la cita de Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, 5/408.
El shéij Ibn Yibrín (que Dios lo preserve) dijo acerca de quien enfrenta este problema:
“En primer lugar se deben tomar las precauciones con respecto a la purificación. Por lo tanto hay que hacer la ablución media hora antes de que la oración comience, después de haber ido al baño y después de que los efectos de haber orinado hayan cesado, con la esperanza de que cesen completamente antes de que llegue la oración.
En segundo lugar, después de orinar uno debe lavarse las partes privadas con agua fría, para que cese la secreción de orina y evite que sigan saliendo gotas.
Si las gotas salen como resultado de los susurros de Satanás o algo imaginario, entonces después de purificarnos debemos rociar agua sobre los pantalones o la túnica, para que Satanás no pueda hacernos imaginar cosas, y si vemos cierta humedad, esto es orina, porque sabremos que es agua que pusimos en la vestimenta”. Fin de la cita de Fatáwa al-Islamíyah, 1/196.
En tercer lugar, debes tener cuidado de los susurros de Satanás, porque esto es una enfermedad y un mal que puede hacer que la persona se preocupe y albergue dudas en su mente, haciendo el culto algo engorroso para él. Ten cuidado de que no te pase eso. Cuando hayas ido al baño, realiza la ablución y reza, y no prestes atención a las dudas, porque el principio básico es que uno se ha purificado y que las oraciones son válidas.
El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) fue consultado: “Cuando he terminado de hacer la ablución y voy a ir a rezar, siento una gotita de orina saliendo de mi pene, ¿qué debo hacer?”
Él respondió:
“Quien está afectado por eso debe ignorarlo, como nos fue encomendado por algunos eruditos musulmanes. No se debe prestar ninguna atención a ello ni ir a revisar a ver si uno se ha ensuciado o no. Por el permiso de Dios, si uno busca refugio en Dios de Satanás el maldito e ignora esto, desaparecerá. Pero si uno está completamente seguro de que se ha ensuciado, entonces sí debe lavarse y luego repetir la ablución menor o wudú. Mucha gente si siente algún movimiento o sensación en sus genitales piensa que han secretado algo. Pero si estás seguro, debes lavarte entonces. Lo que has mencionado no es incontinencia, porque eso que mencionas es algo que cesa, mientras que la incontinencia es permanente. Sobre esto, que son una o dos gotas que salen por estar en movimiento; esto no es incontinencia, es un remanente de orina que sale en dos gotas y luego cesa. Si este es el caso debes lavarte y hacer la ablución nuevamente.
Debes actuar siempre así, y ser paciente, buscando la recompensa de Dios”.
Fin de Liqá' al-Bab al-Maftuh, 184/15.
Y Allah sabe más.