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Soy una mujer de 24 años. Desde que tengo 17 padezco de trastorno de comportamiento obsesivo. Me trataron por un tiempo, pero sigue ahí y me causa muchos problemas.
A veces me vienen a la mente pensamientos que dicen: cuando estaba en el segundo año de la escuela secundaria rompí el ayuno deliberadamente y ahora también estoy rompiendo el ayuno deliberadamente.
Sin embargo, no recuerdo haber roto el ayuno. Debido a esta enfermedad he empezado a olvidar muchas cosas y no puedo recordarlas. ¿Es verdad que podría haber roto el ayuno?
Alabado sea Dios.
Mientras no recuerdes haber roto el ayuno en Ramadán, esta duda que te ha surgido es parte de los susurros (waswasah) de Shaytán, y no tienes que hacer nada. Los eruditos han mencionado el principio de que si el musulmán hace un acto de adoración y cuando termina no está seguro de si lo hizo correctamente, no debe prestar atención a esta duda y el acto de adoración es válido.
Al-Shéij Ibn ‘Uzaimín (que Allah tenga piedad de él) dijo:
Este principio es muy importante. La incertidumbre después de completar un acto de adoración no afecta el acto de adoración. Cuando algunas personas terminan de rezar y pronuncian la salutación final, Shaytán se acerca a ellos y les dice: No recitaste al-Fatihah, solo te postraste una vez. La incertidumbre en este caso debe ignorarse, porque la duda después de completar un acto de adoración no lo afecta.
Muchas personas se enfrentan a grandes dudas y prácticamente no pueden realizar ningún acto de adoración sin sentirse inseguros. Esta incertidumbre también debe ignorarse y no debe prestarse atención a ella porque es parte de los susurros de Shaitán. Fin de la cita.
Durús wa Fatawa al-Haram al-Madani, pág. 153.
Por tanto, si Shaytán viene y te susurra que rompiste el ayuno no prestes atención a esta duda y no te concentres en pensar en ello.
Una de las anécdotas que se mencionaron con respecto a eso es lo que dijo Ibn al-Yauzi (que Allah tenga piedad de él):
Hemos escuchado que un hombre se acercó a Abu Hazim y le dijo: Shaytán se me acerca y me dice: “te has divorciado de tu esposa”, y entonces me quedo inseguro. Él le dijo: ¿No te divorciaste de ella? Él contestó: No. Él volvió a preguntar: ¿No viniste a mí ayer y te divorciaste de ella en mi presencia? Él respondió: Por Allah, solo vine a ti hoy y no me divorcié de ella de ninguna manera. Entonces le dijo: Júrale al Shaytán si viene a ti, como mismo me has jurado a mí, y estarás bien. Fin de la cita.
Al-Adhkiya, p. 31
El mejor remedio para esto es recordar mucho a Allah, invocarlo en du‘a (súplica) y buscar refugio en Él del Shaytán. Después, ignora sus susurros, no les prestes atención. Es esencial poner fin a estos pensamientos y no dejarse llevar por ellos, aunque sea algo difícil de lograr; ese es el remedio.
Para obtener más información, consulte la respuesta a la pregunta No. 62839.
Y Dios sabe mejor.