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Alabado sea Dios.
El shéij Ibn Sa’di (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Dios los protegió del sol, y entonces los guió hacia dentro de la caverna, y cuando el sol ascendió declinó hacia la derecha, y cuando se puso declinó hacia la izquierda, de tal manera que su calor no los alcanzó ni hizo que sus fuerzas corporales decayeran. “Mientras ellos yacen en medio de la caverna”, es decir la caverna era un área espaciosa. Eso fue para que ellos pudieran tomar aire, y que no perdieran sus fuerzas ni se asfixiaran en un espacio estrecho, especialmente porque permanecieron allí un largo tiempo. Este fue uno de los signos de Dios que señala Su poder y Su misericordia hacia ellos, como una respuesta a sus plegarias, guiándolos y cuidando de ellos. Por eso Dios dijo (traducción del significado):
“Aquel a quien Dios guía, está rectamente guiado”, es decir, no hay forma de alcanzar la verdadera guía excepto en Dios, porque Él es la verdadera guía que muestra el camino a lo que es mejor en este mundo y en el Más Allá.
“Pero aquel a quien Él extravía, no encontrarás guía ni protector para él”, es decir no encontrarás a nadie que lo ayude ni lo guíe hacia lo que es bueno para él, porque Dios ha decretado que se extraviara, y no hay nadie que pueda contrarrestar Su voluntad”.
Ver Tafsir al-Karim ar-Rahmán, pág. 472.