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Alabado sea Dios.
Alabado sea AllahEn primer lugar, quien observe el estado de la juventud actualmente, verá que la mayoría de ellos no son serios y no tienen interés en adquirir el conocimiento beneficioso o buscar medios lícitos. Pierden su tiempo con cosas que no son de utilidad, y que causan problemas psicológicos y físicos.
Uno de los rectos sucesores pasó por donde habían algunas personas que estaban jugando y dijo: “Desearía que el tiempo pudiera ser comprado con dinero, ¡así yo podría comprar el tiempo que esa gente está perdiendo!
Sí, porque para esos grandes hombres y mujeres, las horas de un día no eran suficientes para investigar, estudiar y trabajar; ellos solían comer y dormir menos, para no perder tanto tiempo.
Ahora vemos a la juventud, desafortunadamente, gastando lo mejor de sus años en juegos y entretenimientos. Nosotros no queremos que nuestros jóvenes hermanos consideren como prohibido los tipos de juegos y entretenimientos que Dios les ha permitido, pero desearíamos que no estén pendientes de estos entretenimientos día y noche, y que buscaran juegos que les beneficiaran mental y físicamente, y les ayuden a desarrollar sus habilidades.
En segundo lugar, los billares en clubes no son permisibles,
no porque el juego en sí mismo esté prohibido, sino porque estos clubes
incluyen muchas cosas prohibidas, tal como juramentos, descuidar la oración,
apuestas, y jugar en ellos implica codearse con el mal cuando no hay
necesidad de concurrir a esos lugares corruptos.
Sobre jugar este juego en lugares que estén libres de esas cosas corruptas,
no hay nada de malo con eso, pero esto está sujeto a ciertas condiciones
también, como por ejemplo:
1 – No debe haber apuestas.
2 – No debe haber promesas ni juramentos, burlas, ni resentimiento entre los hermanos.
3 – No debe conducir a descuidar los deberes obligatorios, tales como la oración, la búsqueda de conocimiento, cuidar a nuestras familias, enseñarles y disciplinarles.
Hemos mencionado arriba que la mayoría de los juristas, entre
ellos el shéij al-Islam ibn Taimíyah, consideraron al ajedrez como
prohibido, y que quienes lo consideraron lícito, lo hicieron sólo si estas
condiciones se reunían. Cuando pensamos en la juventud y en la forma en que
juega, y vemos que estas condiciones difícilmente se reúnen.
El shéij al-Islam Ibn Taimíyah dijo acerca del ajedrez:
”…lo que significa es que cuando el ajedrez distrae a la gente de sus
deberes, ya sea interna o externamente, esto está prohibido, de acuerdo al
consenso de los eruditos. El hecho de que distraiga a la gente del
cumplimiento apropiado de sus deberes es tan obvio que no necesita
explicación. Lo mismo se aplica distrae a la gente de otros deberes
distintos a la oración, como cuidar de nuestras familias, encomendar el bien
y prohibir el mal, mantener los lazos de parentesco, honrar a nuestros
padres, o cumplir nuestros deberes con respecto al oficio público, etc”.
Raramente sucede que una persona se involucra en estos juegos y no se
distrae de sus deberes. Debe señalarse que hay consenso entre los eruditos
en que tales casos están prohibidos. De la misma forma, si el juego implica
algo prohibido o conduce a algo prohibido, entonces está prohibido de
acuerdo al consenso de los eruditos, tal como si implica mentiras, falsos
juramentos, engaños, algún tipo de mala acción o cooperar en las malas
acciones. Esto está prohibido de acuerdo al consenso de los musulmanes, aún
si es durante una carrera o concurso, por lo tanto, ¿qué pensar del ajedrez?
Lo mismo se aplica si esto implica alguna otra clase de mal, tal como
involucrarse en algo que puede conducir a la inmoralidad, cooperar en la
agresión, etc., o si el juego atrae a demasiada gente y conduce a descuidar
los deberes obligatorios y hacer algo prohibido”.
Maymu’ al-Fatáwa, 32/218.
En segundo lugar, con respecto a que el perdedor pague el alquiler de la
mesa, esto es una forma de apuesta, lo cual está prohibido, porque Dios dijo
(traducción del significado):
”
¡Oh, creyentes! El vino, los juegos de azar, los altares
[sobre los cuales eran degollados los animales como ofrenda para los ídolos]
y consultar la suerte valiéndoos de flechas son una obra inmunda de Satanás.
Absteneos de ello y así tendréis éxito.
91. Satanás sólo pretende sembrar entre vosotros la enemistad
y el odio valiéndose del vino y de los juegos de azar, y apartaros del
recuerdo de Allah y la oración. ¿Acaso no vais a absteneros?”
(Al-Má'idah 5:90-91).
El principio básico es que el alquiler de este juego, si está libre de otros
elementos prohibidos, debe ser pagado por los jugadores. Pero los jugadores
si los jugadores acuerdan que el perdedor pagará por lo que usó y por lo que
usaron otros, y los ganadores no pagarán nada, entonces esto en árabe se
llama Sabaq (premio), y es una forma de apostar en el juego. No es
permisible de acuerdo a la ley islámica, excepto cuando ha sido
específicamente narrado en un texto, en casos en que tiene que ver con el
desarrollo de habilidades para la defensa, porque el Profeta Muhámmad (que
la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No hay sabaq
(permisible) excepto en la arquería, las carreras de caballos, y las de
camellos”. Narrado por at-Tirmidhi, 1700; clasificado como auténtico por
al-Albani en Sahih at-Tirmidhi.
Esto se aplica sólo a las competiciones de arco, caballos y camellos, y los
eruditos han extrajeron de allí analogías con otras habilidades que son
útiles para la defensa armada. Algunos también permitieron competiciones que
tienen que ver con el conocimiento islámico, porque esto apoya el Islam,
como la defensa por la espada, si no más aún.
Les preguntaron a los eruditos del Comité Permanente de Jurisprudencia
Islámica de Arabia Saudita acerca de jugar fútbol de mesa (metegol), con la
regla de que quien perdiera pagaba por el juego. Ellos respondieron:
”Si el juego mencionado implica imágenes o figuras para jugar, y el perdedor
paga el costo del uso de la mesa, entonces esto está prohibido por varias
razones:
1 – Este juego es una clase de entretenimiento ocioso, que hace que la gente
pierda la oración desperdiciando su tiempo libre y descuidando muchos de sus
deberes mundanos y religiosos. Jugar este juego puede convertirse en un
hábito y un medio que conduce a las peores cosas, tal como ciertas formas de
apuestas. Todo eso es como una falsedad y está prohibido de acuerdo a la ley
islámica.
2 – Fabricar y conservar imágenes y figuras es un pecado mayor, a causa de un reporte auténtico en el cual Dios y Su Mensajero (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) advirtieron a aquellos que hacen eso con el Infierno y un castigo doloroso.
3 – Está prohibido que el perdedor pague el costo del juego,
porque esto es una extravagancia y una pérdida de dinero, gastándolo en un
entretenimiento inútil. Rentar un juego es una transacción inválida y poseer
sus ganancias en este caso es algo prohibido, y también ganar dinero por
medios inválidos. Por lo tanto este es un pecado mayor y una forma de
apostar, que está prohibida.
Fatáwa Islamíyah, 4/439.
Y Allah sabe más.