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¿Cuáles son los errores que algunos peregrinos cometen al apedrear el Yamarat?
Alabado sea Dios.
Fue narrado que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) apedreó el Yamarat al-‘Aqabah que es al-Yamarah al-Quswa que se encuentra más cercano a La Meca, con siete guijarros, durante la mañana del Día del Sacrificio, diciendo: “Allaahu akbar” con cada guijarro que era un poco más grande que un garbanzo.
Ibn Maayah (3029) narró que Ibn ‘Abbaas (que Allah esté complacido con él) dijo: El Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) me dijo la mañana de al-‘Aqabah cuando se encontraba sobre su camello: “Vengan y recójanlas por mi”. Entonces recogí los guijarros para él, que no eran más grandes que un garbanzo. Él se las colocó en su mano y dijo: “Con guijarros como éstos apedréenlo (al Yamarat)…y cuidado con los extremos, porque los que estuvieron antes que ustedes fueron destruidos por llegar a los extremos en la religión”.
Clasificado como sahih por al-Albaani en Sahih Ibn Maayah, 2455.
Ahmad y Abu Dawud narraron de ‘Aa’ishah (que Allah esté complacido con ella) que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo: “El tawaf alrededor de la Casa, el [Sa’i] entre al-Safa y al-Marwah y apedrear el Yamarat han sido prescritos para establecer el recuerdo de Allah”. Ésta es la razón por la que se ha prescrito el apedreamiento del Yamarat.
Hay muchos errores cometidos por algunos peregrinos al apedrear el Yamarat.
1- Algunas personas creen que apedrear el Yamarat no es válido salvo que se realice con piedritas de Muzdalifah. Por eso los encontrará atravesando por muchas dificultades para juntar las piedritas de Muzdalifah antes de dirigirse a Mina. Ésta es una idea errónea, porque las piedritas pueden tomarse de cualquier lugar, de Muzdalifah, de Mina, o de cualquier otro lugar. El punto es que deben ser piedritas.
No existe ningún informe que diga que el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) recogiera piedritas de Muzdalifah, por lo que podríamos decir que es Sunnah. Ésto no es Sunnah, y no es obligatorio recoger piedritas de Muzdalifah, porque la Sunnah está compuesta por las palabras o acciones del Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él), o lo que él aprobaba – ninguna de las cuales se aplican en el caso de juntar piedritas de Muzdalifah.
2- Algunas personas, al recoger las piedritas, las lavan ya sea por miedo a que alguien haya orinado en ellas o para limpiarlas porque creen que si las limpian es mejor. Cualquiera sea el caso, lavar las piedritas es una innovación (bid’ah), porque el Mensajero (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) no lo hizo así, y adorar a Allah haciendo algo que el Mensajero (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) no hizo es una forma de bid’ah. Si una persona hace ésto sin la intención de que sea un acto de adoración, entonces ésto es una tontería y una pérdida de tiempo.
3- Algunas personas creen que estos Yamarat son demonios, y que realmente están apedreando demonios, por eso quizás las vean ponerse muy emotivas y enojadas, como si Satán en persona se encontrara frente a ellas, y ésto las lleva a cometer los siguientes errores:
1- Ésta es una noción equivocada. Nosotros apedreamos estos Yamarats como un acto de recordación de Allah, siguiendo al Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él), como un acto de adoración. Si una persona realiza un acto de adoración y no conoce sus beneficios, pero sólo lo hace como un acto de adoración a Allah, ésto será un indicativo mayor de su humildad y sumisión a Allah.
2- Una persona puede enojarse y emocionarse, por eso lo verán molestando mucho a los demás, como si la gente frente a él fuera alimaña y no le importan ellos ni los débiles entre ellos, él sólo avanza como un camello loco.
3- Una persona puede no recordar que está adorando a Allah al apedrear al Yamarat. Por se rehúsa a recitar el dhikr prescrito en la shari’ah y dice las palabras que no están prescritas allí, como al decir: “Oh Allah, estamos enojados con Satán y complacidos con al-Rahmaan (el Más Piadoso)”, incluso cuando ésto no está prescrito al apedrear el Yamarat; más bien está prescrito decir: “Allaahu akbar,” como solía hacer el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él).
4- Basados en esta creencia falsa, usted verá a algunas personas recogiendo grandes rocas y arrojándolas porque creen que más grande sea la roca, mayor será el efecto y la venganza contra Satán. También los verá arrojando zapatillas, trozos de madera y cosas similares, que no están prescritas.
Por lo tanto, si decimos que esta creencia es falsa, ¿qué creemos entonces sobre el apedreamiento del Yamarat? Creemos que apedreamos el Yamarat como un acto de veneración y adoración a Allah, siguiendo la Sunnah del Mensajero de Allah (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él).
4- Algunas personas son descuidadas y no les interesa si las piedritas caen en la fosa que se encuentra alrededor del Yamarat o no.
Si las piedritas no caen en la fosa que se encuentra alrededor del Yamarat, el apedreamiento no es válido. Es suficiente que la persona crea que es probable que las piedras hayan caído en la fosa alrededor del Yamarat, y no es esencial que esté seguro de ello, porque la seguridad en este caso puede no ser posible; si uno no puede estar seguro debe actuar según lo que cree que es más probable. Allah permite actuar según lo que cree que es probable, si no está seguro de cuántos rak’ahs ha orado, si tres o cuatro, el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) dijo: “Que decida lo que es más probable, y que lo complete sobre esta base”. Narrado por Abu Dawud, 1020.
Ésto comprueba que en asuntos de ‘ibaadah (adoración) es suficiente basar nuestras acciones en lo que creemos que es más probable. Ésto es así porque Allah quiere facilitarnos las cosas, porque puede no ser factible estar seguros.
Si las piedritas caen en la fosa que rodea al Yamarat, entonces la obligación ha sido cumplida, haya quedado en la fosa o rodado fuera de ella.
5- Algunas personas creen que las piedritas deben golpear el pilar en la fosa. Ésta es una idea equivocada, porque no es esencial para que el apedreamiento se válido, que las piedritas golpeen este pilar. Este pilar sólo se encuentra allí como un indicativo para la fosa en las que las piedritas caen. Si las piedritas caen en la fosa, ésto será suficiente, ya sea que golpeen los pilares o no.
6- Uno de los errores más graves que se cometen es que las personas toman el asunto del apedreamiento del Yamarat con liviandad, y delegan a alguien esta tarea en su nombre aunque ellos pueden hacerlo. Éste es un error grave, porque apedrear el Yamarat es uno de los rituales del Hayy. Allah dice en el sagrado Corán (interpretación del significado):
“Y completad la peregrinación y la ‘Umrah [visita ritual a la Casa Sagrada, que puede realizarse en cualquier época del año] por Allah”
[al-Baqarah 2:196]
Ésto significa terminar el Hayy con sus rituales completos. Así esa persona debe hacerlos por si misma, y no delegárselas a otra persona para que los haga en su nombre.
Algunas personas dicen: “El lugar está demasiado atestado y es demasiado difícil para mi”. Nosotros les decimos: “Si la multitud es demasiada cuando las personas llegan por primera vez a Mina desde Muzdalifah, ésto no será tan malo al final del día, entonces pueden hacerlo de noche, porque la noche también es un momento para el apedreamiento, aunque el día es preferible. Pero es mejor que una persona llegue y lo apedree por la noche de una manera calma, digna y humilde, que llegar durante el día temiendo morir por el amontonamiento, y arrojar sus piedritas con la posibilidad de que no caigan en la fosa. El punto es que algunos utilizan al amontonamiento como una excusa, nosotros les decimos: Allah ha otorgado mucho espacio para cumplir el rito, entonces apedreen el Yamarat por la noche.
Del mismo modo, si una mujer teme que algo le suceda si apedrea el Yamarat con las demás personas, ella puede retrasarlo hasta la noche. Por lo tanto, el Profeta (la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) no le permitió a los débiles de su familia –como Sawdah bint Zam’ah y otros como ella- que renunciaran a apedrear el Yamarat ni delegárselo a otra persona para que lo haga en su nombre; más bien les otorgó permiso para que dejaran Muzdalifah al final de la noche, Para apedrear el Yamarat antes de que el lugar se atestara de gente. Ésta es la evidencia más grande que muestra que una mujer no debe delegar esta tarea sólo por ser una mujer.
Sí, si una persona es discapacitada y no puede apedrear el Yamarat por sí misma, ni de noche ni de día, entonces en este caso está permitido que se lo delegue a otra persona, porque ella es incapaz de hacerlo. Fue narrado por los Sahaabah (que Allah esté complacido con ellos) que ellos apedreaban el Yamarat en nombre de sus hijos, porque los niños no pueden hacerlo.
Cualquiera sea el caso, no ser cuidadosos con este tema, salvo para los que tienen un justificativo que diga que no pueden hacerlo, es un error grave, porque ésto es un descuido con respecto a un acto de adoración, y negligencia con respecto a una obligación.