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En este mundo, los musulmanes dedican todo su tiempo y sus acciones en beneficio del más allá (ajira), sin reparar en cuestiones terrenales, entonces ¿cómo pueden los musulmanes contribuir con los beneficios de la civilización y la humanidad, tales como la tecnología, la ciencia y los inventos?
Alabado sea Dios.
El Islam es la religión final; y una de las características más importantes de esta religión es que se trata de una religión que rige todos los aspectos de la vida. El Islam es la religión de este mundo y del Más Allá. Allah dice (interpretación del significado):
“Diles: Por cierto que mi oración, mi ofrenda, mi vida y mi muerte pertenecen a Aláh, Señor del Universo”
[al-An’am 6:162]
En sus du’a’s los musulmanes suelen decir, “¡Señor nuestro! Danos bienestar en esta vida y en la otra, y presérvanos del tormento del fuego.” (cf. al-Baqarah 2:201). Esta es la religión completa, perfecta y exhaustiva de Allah, que combina los derechos de Allah con los derechos de las personas y explica cuestiones de este mundo y cuestiones del Más Allá.
Aquellos que afirman que el Islam trajo una especie de monacato mienten, porque el monacato es parte de la desviada religión Cristiana; de allí lo adoptaron algunos innovadores entre los musulmanes, como los Sufis. Pero Ahl al-Sunnah wa’l-Yama’ah toman la religión de su fuente pura y la entienden correctamente. Creen que este mundo es un lugar de paso hacia el Más Allá y nadie debe apegarse a este mundo a expensas del Más Allá. Consideran al Más Allá como su elemento fundamental porque es vida eterna, por eso debemos esmerarnos en pos de ese objetivo y no en pos de una vida breve y transitoria. Esto no significa que no debamos esmerarnos también por alcanzar objetivos terrenales o por el desarrollo de la tierra sino todo el contrario: los musulmanes han protagonizado grandes logros en las esferas teórica y práctica del conocimiento y otras civilizaciones siguieron a los musulmanes en su progreso y en su sabiduría. Algunas destacadas universidades occidentales continúan reconociéndolo y lo enseñan como parte de sus programas de estudio.
El filósofo francés Gustave le Bon expresó en su libro “La civilización de los árabes”:
Debemos tener en cuenta que los árabes, y solo los árabes, son quienes nos guiaron al antiguo mundo de los griegos y los romanos. Las universidades europeas, incluida la Universidad de París, basaron sus programas de estudios en traducciones de sus libros durante seiscientos años y utilizaron sus métodos de investigación. La civilización islámica fue una de las más extraordinarias que la historia ha conocido jamás. Fin de la cita.
Los musulmanes son diferentes de todos. Cuando siguen su religión, también están a la vanguardia de las cuestiones terrenales; sin embargo, cuando le dan la espalda a su religión y la abandonan, terminan rezagándose. Cuando los cristianos siguieron su desviada religión, se retrasaron en las cuestiones terrenales; sin embargo, cuando quemaron sus iglesias, mataron a sus monjes y separaron la iglesia del estado, progresaron en las cuestiones terrenales y en la ciencia. La religión de los musulmanes los motiva a progresar y se rezagan cuando se alejan de su religión. Los cristianos sufrieron un retroceso cuando siguieron su desviada religión, pues una religión que ha sido distorsionada por las personas no puede conducir a ningún progreso. Avanzaron cuando dejaron atrás su religión. ¿Qué método exige el desarrollo de este mundo y se esmera por lograr avances científicos y ayudar a las personas en este mundo y en el Más Allá?
Existen infinidad de versículos y ahadiz que instan a los musulmanes a desarrollar la tierra a través de la agricultura y la fabricación. Los musulmanes entendieron ese mensaje y se apresuraron a esforzarse por desarrollar la tierra sin que ello afecte su adoración y su obediencia a Allah y sin pensar que existía algún conflicto entre los intereses religiosos y los terrenales. Lo único que debe evitarse en esta tarea es cualquier cosa que distraiga a los musulmanes de sus obligaciones religiosas y de su obediencia a su Señor.
Se narró que Anas ibn Malik (que Allah esté complacido con él) dijo: El Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Todo musulmán que plante algo de donde las aves o las personas o los animales se alimenten, obtendrá a cambio la recompensa de la caridad". Narrado por al-Bujari, 2195; Muslim, 1553.
Al-Hafid ibn Hayar (que Allah se apiade de él) dijo:
Este hadiz apunta a las virtudes de plantar y cultivar la tierra y nos invita a desarrollar la tierra. A partir de este hadiz, entendemos que se fomenta la labranza y la agricultura. Es una refutación de aquellos ascetas que rechazan esta idea. Los reportes que pueden entenderse como una disuasión de la labranza y la agricultura deben interpretarse como una referencia a los casos en los que estas actividades distraen a los musulmanes de las cuestiones religiosas; tal es el caso de hadiz marfu’ de Ibn Mas’ud que dice: “No adquirir tierras (para cultivar) para no apegarse demasiado a las cuestiones terrenales”, al-Qurtubi dijo: Este hadiz puede reconciliarse con otros ahadiz sobre el tema (que fomentan la agricultura) si explicamos que éste se refiere al hecho de prestar demasiada atención a las tierras y a la labranza a tal punto que estas actividades nos distraigan de las cuestiones religiosas, y los otros ahadiz deben interpretarse como un estímulo que invita a las personas a adquirir tierras para independizarse de los medios o para que los musulmanes puedan sacar provecho de ellas y, por ende, obtener una recompensa.
Fath al-Bari (5/4).
El hadiz mencionado por al-Hafid Ibn Hayar, “No adquirir tierras (para cultivar) para no apegarse demasiado a las cuestiones terrenales” fue narrado y clasificado como hasan por al-Tirmidhi (2328).
Al-Mubarakfuri (que Allah se apiade de él) dijo:
Lo que implica es una prohibición respecto de preocuparse tanto con estas actividades y otras actividades similares que nos impida adorar a Allah y concentrarnos como se debe en las cuestiones del Más Allá.
Al-Tibi dijo: Significa que no debemos permitir que nuestro interés por la agricultura nos distraiga del recuerdo de Allah. “Hombres a los que ni los negocios ni las ventas les distraen del recuerdo de Dios, la práctica de la oración prescrita y el pago del Zakát, pues temen el día en que los corazones y las miradas se estremezcan [el Día del Juicio].” [al-Nur 24:37].
Tuhfat al-Ahwadhi, 6/511
Hemos visto de qué manera algunos investigadores occidentales han sido justos con los musulmanes y su religión y han reconocido que los musulmanes fueron pioneros en diversos ámbitos de la ciencia terrena. A continuación, se incluyen algunos de sus comentarios para que la persona que realiza la pregunta y otros puedan apreciar la posición del Islam en relación con otras civilizaciones y entender, así, de qué manera el Islam insta a sus seguidores a observar, ponderar, esmerarse e inventar. Citaremos comentarios de pensadores de diferentes procedencias.
1 – El pensador francés Gustave le Bon dice en su famoso libro “La civilización de los árabes” (traducido al árabe por ‘Adil Zu’aytar):
Si los árabes se hubieran apoderado de Francia, París sería lo que Córdoba era para España, un centro de civilización y sabiduría, donde cualquier hombre común sabía leer y escribir, e incluso componer poesía, ¡en un época en la que los reyes de Europa no eran capaces siquiera de escribir sus propios nombres!
2 – La orientalista alemana Sigrid Hoeneker dijo en su famoso libro “El sol de Allah sale en Occidente” respecto de la difusión de las bibliotecas en el mundo árabe e islámico:
Las bibliotecas crecieron en todos lados, como una planta en un terreno fértil. En el año 891 de la era cristiana, un viajero contó más de cien bibliotecas públicas en Bagdad. Cada ciudad tenía su biblioteca y cualquier hombre común podía pedir prestado los libros que quisiera o sentarse en sus corredores a estudiar y a leer los libros que gustara. Los traductores y escritores también se reunían en corredores especialmente apartados para ellos, y discutían y debatían, como sucede hoy en día en las conferencias académicas del más alto nivel.
El título de este libro, originalmente escrito en alemán, significa “La luz del Islam ilumina la civilización occidental”. Este libro está repleto de nombres de inventores musulmanes, tanto árabes como no árabes.
3 – Lea estas palabras escritas por un intelectual ruso que explica que esta religión estuvo al servicio de la humanidad y condujo al progreso y a la civilización.
Tolstoy dijo:
No caben dudas de que el Profeta Muhammad fue uno de los grandes reformistas que han brindado importantes servicios a la sociedad humana. Es suficiente con decir que guió a una nación entera hacia la luz de la verdad y la hizo inclinarse hacia la paz y la tranquilidad y prefirió una vida de ascetismo y evitó derramamientos de sangre y sacrificios humanos: les mostró el camino hacia el progreso y la civilización. Es un gran logro que solo puede alcanzarlo aquel a quien se le concede la fuerza. Un hombre así merece respeto y homenaje.
4 – El médico austríaco Shabrak dijo:
La humanidad debe enorgullecerse de tener a un hombre como Muhammad entre sus integrantes, pues a pesar de haber sido analfabeto, hace más de diez siglos, fue capaz de acercarnos leyes de un nivel tal que nosotros y otros europeos estaríamos felices si pudiéramos alcanzar el mismo nivel.
5 – En el campo de la medicina y de la cirugía, los musulmanes desempeñaron un papel indiscutible.
El escritor británico H. G. Wells dice en su libro “Hitos de la historia humana”:
Sus avances en medicina superaron ampliamente a los de los griegos, estudiaron la ciencia y las funciones de diversas partes del cuerpo y la medicina preventiva. Muchos de los métodos de tratamiento que utilizaban son los mismos que utilizamos en la actualidad. Utilizaban anestesia en sus operaciones y solían realizar algunas de las más complejas cirugías que se conocen. En una época en la que la iglesia prohibía el ejercicio de la medicina con la esperanza de que la recuperación total se lograra a través de rituales religiosos llevados a cabo por los obispos, los árabes tenían un conocimiento real de la medicina. Fin de la cita.
También expresó:
Toda religión que no se adapte a la civilización debe ser rechazada. No he encontrado ninguna religión que se adapte a la civilización, salvo el Islam. Fin de la cita.
Los testimonios son incontables. Queríamos citar unos cuantos para demostrar que las personas no musulmanas han dicho lo mismo que decimos nosotros. Seleccionamos personas de quienes no puede sospecharse un acuerdo en pos de una misma mentira; provienen de diferentes países y de diferentes culturas, e incluso de diferentes religiones y civilizaciones. Todos aquellos que hemos citado apuntaron al progreso y al éxito alcanzados por los musulmanes en las ciencias materiales, conduciendo a la humanidad a avances en diversos campos. Mientras que los musulmanes se destacaron en estos campos, también ostentaron grandes logros en el campo de las ciencias religiosas, la alabanza y la obediencia a su Señor. La historia de esta religión da testimonio de los grandes logros en el campo de la escritura de libros sobre los conocimientos de la shar’i, basada en el Corán y en la Sunnah. La historia también nos cuenta sobre prominentes figuras cuya adoración y ascetismo no les impidieron convertirse en sabios en la religión o en las ciencias terrenales.
Existen numerosos sabios musulmanes pertenecientes a diferentes campos cuyos conocimientos y progresos no pueden negarse, excepto por aquellos que son ignorantes o arrogantes, como por ejemplo Ibn al-Nafis y al-Zahrawi en el campo de la medicina, Ibn al-Haytham en el campo de la visión y la luz, al-Khawarizmi en el campo de las matemáticas, y muchos, muchos otros.
Por último, nos gustaría recomendarle la lectura de este artículo que se titula ‘Aml al-dunya la yunafi ‘aml al-Ajirah (El esmero en las cuestiones terrenales no se contradice con el esmero por el Más Allá), donde podrá encontrar más información. Puede acceder a él fácilmente, haciendo clic en el siguiente enlace:
Le pedimos a Allah que guíe a los musulmanes hacia su religión y que los ayude a hacer aquello que les ha ordenado y que guíe a cada persona en busca de la verdad. Y Allah es la Fuente de fortaleza.