Alabado sea Dios.
Esta persona es un adivino que utiliza a los demonios y se acerca a ellos haciendo cosas que a ellos les gusta para que le digan secretos. Es posible que les ofrezca sacrificios, llamándolos por su nombre, obedeciéndolos y desobedeciendo a Allah y comiendo haraam o cosas impuras, etc. Por supuesto, esto constituye kufr y shirk. Debe pedírsele que se arrepienta y si lo hace, todo estará bien – de otro modo deberá ser castigado. No está permitido rezar detrás de él o saludarlo con el salaam, hasta, y a menos que se arrepienta.
Y Allah es quien más sabe.