Alabado sea Dios.
En primer lugar, el conflicto entre la verdad y la falsedad, es uno de los más antiguos. Las personas afectas a la falsedad continuarán intentando refutar la verdad en todo tiempo y lugar. Pero Dios hará que tarde o temprano sean derrotados por la fuerza de la verdad, hasta que la falsedad desaparezca. Por lo tanto, la falsedad está destinada a desvanecerse.
Desde que Satanás fue humillado y rehusó responder a la orden de Dios de postrarse ante Adán (la paz sea con él), comenzó a complotar contra la verdad y sus seguidores. Satanás le pidió a Dios una postergación, y cuando le fue concedida comenzó a complotar e incrementar el número de sus seguidores y a conducirlos hacia el Fuego, donde él les dirá (traducción del significado):
“Y luego de que todos hayan sido sentenciados, Satanás dirá: “Ciertamente la promesa que Dios os hizo era verdadera, pero en cambio yo os hice promesas que no cumplí. Sabed que yo sólo tenía poder para seduciros mediante susurros y fuisteis vosotros quienes me seguisteis. No me culpéis ahora, sino que reprocháoslo a vosotros mismos. Yo no puedo socorreros en nada ni tampoco vosotros a mí; y hoy me desentiendo de aquello que me atribuisteis”. Por cierto que los inicuos recibirán un castigo doloroso…” (Ibrahím, 14:22).
En segundo lugar, el Islam ha enfrentado muchas amenazas, pero Dios ha prometido a la humanidad proteger esta religión, porque Él la ha convertido en la última que se revelará a la humanidad.
En tercer lugar, aunque estemos tratando con un nuevo incidente, no será el último, porque los demonios que hay en la humanidad y entre los genios harán siempre su mayor esfuerzo por impugnar esta religión, a su Profeta, y a su Sagrado Libro.
Esta película ha visto la luz por el trabajo pendenciero y malicioso de un hombre llamado Geert Wilders, el líder del Grupo de la Libertad, que es un grupo de derecha racista de Holanda. Él quiso calumniar al Islam para hacerse conocido entre la población, pero Dios lo engañó y será engañado nuevamente, si Dios quiere. Este sujeto lleno de odio hizo una breve película de 70 minutos sobre el Islam y el Corán, llena de mentiras y relatos fraguados, y la llamó “Fitnah”. Si lo que él dijo hubiera sido presentado en una institución académica o universidad, habría sido repudiado y expulsado, a causa de su falta de objetividad y por la maliciosa distorsión de los hechos que operó en su película.
Su película comienza y termina como una ofensiva caricatura del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), dibujada por otro engreído artista danés. Al principio de la película se muestra a una bomba en el turbante de esta caricatura del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), donde la mecha acaba de encenderse. Al final de la película, la mecha se ha quemado y entonces explota. De esta forma, él envía el infame mensaje de que el Islam ha llegado para sembrar la confusión y la destrucción, y que quedarse impasible ante ese supuesto hecho conducirá a la muerte de las civilizaciones y naciones no musulmanas.
En cuarto lugar, podríamos dividir nuestras opiniones sobre esta infame y despreciable película en varias categorías:
1 – Versos que fueron citados fuera de contexto y cuyo significado ha sido distorsionado para encajar en una argumentación islamófoba. Por ejemplo:
a) El primer verso en ser citado en este film es (traducción del significado):
“Y preparad contra los incrédulos cuanto podáis de fuerzas [de combate] y caballería, para que así amedrentéis a los enemigos de Allah que también son los vuestros, y a otros enemigos que [os atacarán en el futuro y] no los conocéis, pero Allah bien los conoce…” (Al-Anfal, 8:60).
La cita del verso alcanza un punto determinado y se detiene sin completarlo. Él quiso resaltar la palabra ‘amenazar’, para indicar que el Islam es igual al terrorismo, que es la forma en que los imbéciles y los políticos mal intencionados quisieran mostrar al Islam.
Los musulmanes no vamos a sentirnos avergonzados por nada de lo que está en el Libro de Dios, y no vamos a negar este verso ni ningún otro, más bien adoramos a Dios por medio de su recitación, y le suplicamos a Dios que nos ayude a actuar conforme al Corán. Pero nosotros rechazamos esta cita incompleta, en resumen por dos razones: primero, él está denunciando al Islam por algo que hacen todas las grandes naciones, que es producir armas para la defensa. En el caso de la actualidad, las naciones occidentales producen desde aviones hasta bombas atómicas. A esto es a lo que el verso se refiere. Los invasores colonialistas de Occidente que invaden los países musulmanes no se habrían atrevido a hacerlo si los musulmanes hubieran seguido correctamente la orden de este verso. El ejemplo más reciente de esto es lo que pasó en Irak, donde Estados Unidos y otras naciones de Europa presionaron al gobierno iraquí para que se desarme y destruya su armamento militar y sus misiles, y cuando se aseguraron de que eso se había hecho, invadieron y ocuparon el país, abusando y asesinando a la población civil. Segundo, conociendo el contexto del verso apropiadamente se puede comprender fácilmente que la acusación de terrorismo que él quiere aplicarle al Islam es inválida, sea como fuere que él y su pandilla xenófoba quieran formularla. El verso que viene directamente después de este, dice (traducción del significado):
“Pero si [los incrédulos] se inclinan por la paz, acéptala tú también y encomiéndate a Allah; ciertamente Él es Omnioyente, Omnisciente” (Al-Anfal, 8:61).
b) El segundo verso que se oye en la película es (traducción del significado):
“A quienes no crean en nuestros signos les arrojaremos al Fuego. Toda vez que se les queme la piel se la cambiaremos por una nueva, para que sigan sufriendo el castigo. Allah es Poderoso, Sabio” (An-Nisá', 4:56).
El engaño aquí es que el director de esta película cita este verso para mostrar a los televidentes que el Islam encomienda a los musulmanes quemar a aquellos que se le opongan, y que esto es lo que Dios supuestamente les ha ordenado.
Esto puede refutarse en dos pasos simples: primero, este es un engaño pueril y simplón, porque en este verso Dios está hablando del castigo que Él mismo le propinará a los incrédulos en el Día de la Resurrección, castigo que ni será llevado a cabo por personas ni sucederá en este mundo. Este verso es seguido por otro que menciona la recompensa que los creyentes recibirán en el Paraíso por haber creído en la unidad absoluta de Dios:
“Y a los creyentes que obren rectamente les introduciremos en jardines por donde corren los ríos, en los que estarán eternamente. Tendrán esposas purificadas y los albergaremos bajo una hermosa sombra” (An-Nisá', 4:57).
En segundo lugar, aun la más leve reflexión sobre lo que dice este verso muestra que lo que el director está queriendo significar con él es una ridiculez. En este verso, Dios dice: “Nosotros les cambiaremos la piel por otra nueva”… ¿Acaso los musulmanes o cualquier otro ser humano son capaces de cambiar la piel de una persona que ha sido expuesta a las llamas?
2 – Imágenes trucadas, o que no muestran lo que él está intentando probar con ellas, o que muestran cosas que el Islam repudia y denuncia completamente. Por ejemplo:
a) Se muestra una imagen de un grupo de duodecimanos fanáticos en Irán lacerándose con navajas y lacerando a sus niños hasta sangrar profusamente, en una escena sumamente desagradable y repulsiva. Lo que en esa escena se está mostrando no sólo no forma parte de nuestra religión en forma alguna, sino que es algo que hacen personas que se llaman a sí mismas musulmanes ignorando severamente lo que significa ser musulmán, e ignorando que según la ley islámica lo que están haciendo es algo repudiable.
La imagen que muestra espadas ensangrentadas que son sostenidas en lo alto, es también una imagen extraída de una de estas siniestras celebraciones realizadas por duodecimanos fanáticos en Irán, pero el director intenta hacernos creer con esta imagen que se trata de musulmanes que le han cortado la cabeza a los ‘infieles’ apenas momentos antes.
b) Otra imagen ridícula y claramente falsa muestra a una mujer musulmana con niq’ab agitando una pancarta en la que está escrito “Dios bendiga a Hitler”.
Esto es claramente una mentira y un invento. Primero porque lo que un musulmán en particular diga o haga no prueba nada sobre nuestra religión. Pero por sobre todo, porque en nuestra religión se nos ha prohibido rezar por aquellos que mueren siendo incrédulos. Dios dijo (traducción del significado):
“No corresponde que el Profeta ni los creyentes pidan perdón por los idólatras aunque se trate de sus parientes, después de que se evidenció que ellos serán castigados en el Infierno” (At-Táwbah, 9:113).
¿Cómo podría entonces una musulmana que verdaderamente se aferra a las normas del Islam, rezar o pedir a Dios que bendiga a Hitler?
3 – Cortos de video, algunos de los cuales contienen hechos innegables y otros que son una burda manipulación y un engaño a los televidentes. Por ejemplo:
a) Una entrevista inventada con una niña pequeña. Es obvio que está fraguada y que ni siquiera está bien hecha, por dos razones:
En primer lugar, ella está usando el velo islámico a una edad en la cual no es algo requerido, y los entrevistadores le preguntan acerca de su religión. Viéndolo, resulta bastante obvio que está actuando.
En segundo lugar, a la niña se le pregunta su opinión sobre los judíos y cristianos, y ella responde que son “monos y cerdos”. Esto no es parte de nuestra religión en forma alguna, ni el Corán, ni los reportes auténticos, ni los escritos de los sabios mencionan en ninguna parte un insulto semejante. Lo más remotamente parecido a lo que se menciona en el video, es un verso en el cual Dios menciona a un grupo de judíos en particular de un pasado remoto, que intentaron eludir los preceptos que Dios les había dado mediante trucos y argumentos capciosos, y que como castigo, Dios hizo que se volvieran monos. Dios dijo (traducción del significado):
“Por cierto que sabéis acerca de lo ocurrido a quienes transgredieron el sábado: Les convertimos en monos despreciables” (Al-Báqarah, 2:65).
“Y cuando transgredieron lo que se les había prohibido, les dijimos: Convertíos en monos despreciables” (Al-A’ráf, 7:166).
b) Muestran filmaciones sacadas fuera de contexto, por ejemplo la de un predicador que blande una espada y amenaza a los no musulmanes. Este imam era bien conocido. Era iraquí, e hizo este gesto durante uno de sus sermones para exhortar a los iraquíes a pelear contra la invasión de su país, que fue a todas luces ilegal, claramente motivada por intereses económicos espurios, y justificada ante la prensa internacional con evidencias falsas. ¿Qué se espera entonces que haga un ciudadano patriota y amante de su país en cualquier parte del mundo, si ve que sus tierras son salvajemente invadidas y bombardeadas por una nación extranjera a la cual no se le ha asaltado ni declarado la guerra? ¿Se espera acaso que abandone su hogar y sus propiedades y espere con paciencia a ser asesinado, o que apruebe y perdone el saqueo de su país?
El Islam es una religión que enseña al ser humano la dignidad, y a rehusarse a ser sometidos y humillados. El Único ante Quien los musulmanes debemos someternos y humillarnos es ante Dios. Por lo tanto, los iraquíes en esta instancia no tenían más remedio que enfrentar la invasión de su país y luchar.
Esto, por otra parte, es prácticamente igual en toda religión, tradición y nación que haya en la Tierra. Incluso el comandante de esta invasión criminal, dijo en una entrevista: “Si mi país fuera invadido y ocupado, yo daría mi vida luchando contra el invasor”. Por lo tanto, ¿qué es lo que está mal con un musulmán patriota que quiere luchar para defender su país de una invasión militar extranjera?
Quinto, las ideas centrales de la película reinciden insistentemente sobre la difamación y la burla, tanto de la religión musulmana como del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), denostando al Sagrado Corán y llamándolo “un libro fascista”, como se afirma en la película, y alarmando a los televidentes hasta el paroxismo con toda clase de peligros inventados, como la construcción de mezquitas. Todo lo que el director intenta hacer con esta película, es alarmar e inquietar al televidente y movilizarlo a odiar el Islam. Pero fracasa miserablemente en ello, porque usa engaños y argumentos tan simplistas, que sólo una persona carente de educación, sentido común y criterio podría tomarse en serio, sin importar si fuera musulmana, judía, cristiana o atea.
Dios ha hecho que a los autores de este tipo de campañas islamófobas les salga el tiro por la culata. La película cae tan frecuentemente en el insulto y el ridículo, que la población holandesa ha despertado su curiosidad y se ha precipitado a comprar toda clase de libros islámicos y copias del Corán, para ver por ellos mismos qué dicen en realidad, y no es difícil imaginar que al hacerlo descubrirán que todo lo que se afirma en esa película carece de credibilidad y objetividad. Incluso se reportó en una noticia que tres holandeses se convirtieron al Islam luego de ver la película de este director, y algunas compañías holandesas han amenazado al director con llevarlo a juicio ante los tribunales, si como resultado de la película las naciones musulmanas deciden boicotear los productos holandeses, de los que son asiduos consumidores. Así este director resultó humillado y avergonzado, y este intento de sembrar odio y cizaña entre ambos países y pueblos no afectó más que a sus autores.
En sexto lugar, Dios ha apoyado claramente esta religión. Desde que el lanzamiento de la película fue anunciado, las organizaciones no musulmanas, gobiernos y ciudadanos, han denunciado a este director y han afirmado la idea de que el Islam no tiene ninguna relación con la violencia y el terrorismo, y que los musulmanes son tan víctimas del terrorismo como otros pueblos. Entre quienes han objetado y denunciado el proceder de este director, está el Primer Ministro de Holanda, que pronunció duras palabras contra él; el Secretario de Naciones Unidas, la Unión Europea, y diversos políticos y líderes comunales en diversos países. Los canales satelitales, tanto públicos como privados, han rehusado transmitir esta película, que sólo puede ser encontrada en el sitio web de su autor.
En la publicación de Mufakkirat al-Islam del sábado 22 de Rabí’ al-Awwa de 1429, concordante con el 29 de marzo del 2008, dice:
“En Bruselas, el Parlamento Europeo condenó a esta ofensiva película, y su Presidente, Hans Gert Pöttering cuestionó a su autor, diciendo: “El contenido de esta película parece claramente diseñado para exacerbar de forma artificial el conflicto entre comunidades religiosas, atentando contra la sensibilidad religiosa de los musulmanes en Holanda, Europa, y otras partes del mundo.
A nombre del Parlamento Europeo, enfáticamente rechazo el mensaje de esta película de que el Islam es una religión violenta”, indicando que él apoyaba completamente la declaración del gobierno holandés que repudiaba a la película “Fitnah”.
De la misma forma, la Unión Europea también emitió una declaración que consideraba a la película como hostil y ofensiva contra la religión musulmana, y que probablemente difundiera el odio y la discordia entre comunidades, dificultando la convivencia y provocando hechos dolorosos”. Fin de la cita.
Sobre los musulmanes, pasamos a la acción y denunciamos y condenamos a esta película, y en distintas partes del mundo emitimos declaraciones y advertimos contra la continua difamación del Islam. Algunas naciones musulmanas amenazaron con cortar lazos con Holanda, y en algunos países se demandó la expulsión del embajador holandés y un boicot contra los productos holandeses. A pesar del estado de debilidad y división en que se encuentra la comunidad musulmana hoy en día, este tipo de hechos terminan fortaleciendo a los musulmanes, porque incluso entre los no musulmanes se alzan voces de indignación, de personas que se solidarizan con nosotros. El Primer Ministro de Holanda en persona envió una carta al shéij de la Universidad egipcia de Al-Azhar, afirmando que su gobierno condenó la producción y publicación de esta película y que el caso había sido llevado ante las cortes holandesas.
¿Cuál sería la situación si los musulmanes estuvieran verdaderamente unidos y tuvieran la fuerza para inspirar respeto y temor en la mente de estos calumniadores?
Séptimo, tal parece que el autor de esta mentira quiso lograr algunos objetivos procaces con su película, entre ellos los siguientes:
1 – Una ganancia personal, fama y más votos en alguna elección.
2 – Complacer al colonialismo israelí. Esto parece bastante obvio en la película, porque en varios videos se evita criticarlos, dando la idea de cierta simpatía. Sin embargo, los sionistas israelíes son invasores y genocidas en Tierra Santa.
Al mismo tiempo que el autor califica a los musulmanes de asesinos de judíos, olvida o pretende olvidar dos hechos fundamentales:
a) Que el más grande genocida y perseguidor del pueblo judío de la historia moderna, no era musulmán sino europeo y católico, es decir Adolf Hitler, quien en su libro Mi Lucha, afirmó que todo lo que hacía lo hacía por orden de Dios.
b) Que los sionistas israelíes invadieron Palestina y expulsaron a miles de pobladores musulmanes humildes, y que hoy en día no se avergüenzan muchos de ellos de denominar a su última invasión contra la Franja de Gaza como un ‘holocausto’.
3 – El director parece que también intentó alarmar a los países occidentales por la cantidad de musulmanes que hay en sus naciones, afirmando que un gran número de musulmanes en los países de Europa es un peligro. Sin embargo, olvida decir que la inmensa mayoría de esos musulmanes presentes en Europa son refugiados, exiliados o emigrados a causa del colonialismo europeo y la invasión occidental contra las naciones musulmanas.
4 – Alarmar a la población holandesa en particular y a la europea en general por la construcción de mezquitas en sus países. Esto queda claro por las imágenes de mezquitas holandesas que se muestran en la película, como si fueran un peligro latente.
5 – Motivar alguna clase de censura contra la publicación y circulación del Sagrado Corán en Europa, ya que compara al Sagrado Corán con la obra ‘Mi Lucha’, de Adolf Hitler, describiéndolo como un libro ‘fascista’, lo cual es indicativo de la virulencia con la que se ataca al Islam.
Pero Dios ciertamente ha humillado a este filmador de películas por medio de su mismo patético trabajo, lleno de mentiras e información adulterada. La gran mayoría de la gente verá la diferencia entre el insulto y la crítica constructiva, entre la verdad y la mentira, cuando hagan el más leve esfuerzo por averiguar acerca del Islam o leer el Corán, incluso cuando lean la opinión de los intelectuales respetables de su propio país. Esta película los motivará a tratar de comprender por qué algunos sectores europeos odian con tanta virulencia a la religión musulmana, y por qué la islamofobia y la xenofobia en general son utilizadas en su discurso político cada vez que estos sectores sienten que van a perder votantes en una elección popular. Y si Dios quiere, muchos de quienes investiguen sobre el tema, se sentirán conmovidos por el verdadero mensaje del Islam y se harán musulmanes.
En octavo lugar, como dijimos, el mensaje de esta película es presentar al Islam como una religión terrorista y violenta. Pero esto no es más que un invento y una afirmación sin sustento. El Islam es una religión de misericordia, justicia social y humanidad. La historia pasada del Islam está llena de ejemplos en los cuales los gobernantes musulmanes salvaron y protegieron a comunidades y pueblos de otras religiones y culturas de los atropellos de los grandes imperios, como sucedió en Andalucía, Egipto, Marruecos, y en otros países musulmanes en los cuales se dio refugio y protección a pueblos perseguidos o expulsados de sus tierras, especialmente a judíos, durante las persecuciones xenófobas que sufrieron en Europa.
El historiador judío Israel Wolfenson escribió:
“La pasada expulsión de algunas pocas comunidades judías que vivían en el Hiyaz, Arabia, antes del advenimiento del Islam, es insignificante en comparación con los beneficios y los servicios que la religión de los árabes prestó posteriormente a lo largo de la historia al pueblo judío. Los conquistadores musulmanes salvaron y protegieron por ley religiosa a miles de judíos que estaban dispersos en las tierras del imperio romano y bizantino, y que desde el advenimiento del cristianismo enfrentaron toda clase de persecuciones recurrentes bajo la acusación de haber causado la crucifixión de Jesús”. Fin de la cita de Al-Iahud wa at-Taháluf ma’ al-Aqwíyah', por el Dr. Nu’mán ‘Abd er-Razzáq as-Sámara’i , citado en un artículo del Profesor Jalid Yudah, al-Fáriq al-Insáni baina Hadárat al-Islam wa Zaqáfat al-Garb.
El Islam no es una religión que acepte el terrorismo, la violencia injustificada, ni la humillación. La yihad o guerra santa es un principio básicamente defensivo, y no una justificación para agredir indiscriminadamente a otros pueblos. En el Islam no se aceptan ni se permiten las conversiones forzadas, porque en la jurisprudencia islámica el primer requisito para que una persona pueda ser considerada musulmana es la sinceridad de su testimonio de fe, y si la persona fue forzada a pronunciarlo bajo coacción, su testimonio es inválido, de la misma forma que la jurisprudencia islámica considera inválidas cualquier palabra de apostasía pronunciada por musulmanes bajo coacción, tortura o amenazas. Por otra parte, si una persona es forzada a profesar el Islam y a decir que cree en él cuando en realidad no lo hace, estaría siendo forzada a ser hipócrita, y nuestra religión no está interesada en forma alguna en que nuestros seguidores tengan esa fea característica en su personalidad.
Por otra parte, la propia historia occidental registra que las iglesias y sus sacerdotes han jugado un papel fundamental en forzar a muchos pueblos a convertirse al cristianismo por la fuerza tanto en Europa como en América, y los números de las guerras religiosas y las conquistas motorizadas por las iglesias europeas, como las Cruzadas, la Inquisición o la conquista de América, arrojan números bastantes asombrosos y difíciles de conmensurar: los historiadores hablan de entre 7 y 15 millones de muertos, en tiempos en que la población humana sobre el planeta era apenas una fracción de la actual.
Otro error obvio e inaceptable en que incurre esta película como también muchos otros activistas que odian al Islam y a los musulmanes, es poner como ejemplo de nuestra religión a hechos aislados pero aberrantes cometidos por algunos musulmanes, que son igualmente repudiados tanto por Occidente como por los eruditos del Islam, como puede apreciarse en algunas de las filmaciones mostradas en las películas, sobre los atentados cometidos en Londres y en Madrid. Todos estos hechos también son denunciados por el pueblo musulmán y sus eruditos, pero también señalamos que muchos de esos grupos surgieron precisamente como una reacción desesperada a la colonización y el saqueo continuado de muchas potencias europeas en África y Oriente Medio, como en el caso de Palestina ocupada.
Al mismo tiempo el director de esta película, como otros islamófobos, omite el hecho de que en la Primera y Segunda Guerra Mundial perdieron la vida muchos millones de personas, tanto combatientes como gente inocente, y en ninguna de esas guerras estuvieron los musulmanes, sino más bien fueron guerras entre potencias europeas y cristianas.
Tampoco se hace mención alguna a uno de los genocidios y crímenes más aberrantes de la historia de la humanidad, que fue el lanzamiento de las bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki, Japón, ni al exterminio lento pero sistemático al que sometieron los colonos ingleses y franceses a naciones nativas de Norte América, guerreras y pacíficas por igual, pueblos como los sioux e iroqueses, a los cuales el invasor europeo engañó, traicionó y vejó con cada tratado e intercambio que tuvieron. Y esto todavía no ha sido revertido ni ha concluido, ya que no es difícil constatar que en Norte América, especialmente en Estados Unidos, los pocos descendientes de estos nativos viven en la extrema pobreza, recluidos en guettos o pequeñas ‘reservas’, abandonados y excluidos por el común de la sociedad hasta que su extinción sea irreversible.
También omiten quienes difaman a la civilización islámica con estas películas, la cantidad de civiles heridos y asesinados en Asia, en invasiones colonialistas como las de Vietnam, Indochina y Camboya.
Ignoran también la salvaje invasión y genocidio que las naciones cristianas europeas cometieron contra Tierra Santa durante las Cruzadas, donde cronistas cristianos como Alberto de Aquisgrán o Raúl de Caén, confesarían en una carta oficial al Papa Urbano II que sus soldados cometían frecuentemente actos de canibalismo, cocinando a los árabes en espetones y devorando su carne.
Ignoran también los salvajes bombardeos contra poblaciones civiles pacíficas y desarmadas que Estados Unidos y sus aliados europeos cometen actualmente contra naciones como Afganistán, Irak, o Pakistán; lo que hicieron los Serbios con la bendición de los sacerdotes cristianos en Bosnia, y muchos otros crímenes que espantan por su número, frecuencia, y por la avaricia y ruindad de los intereses políticos y económicos que subyacen detrás de estos hechos, que atentan contra la civilización y ofenden la memoria de la humanidad entera.
Con respecto a la Inquisición, el historiador Gustave le Bon escribió en su libro La Civilización Árabe:
“Ferdinand prometió darle a los árabes libertad religiosa y lingüística, pero en 1499 la persecución contra los árabes comenzó, y duró por centurias, y no cesó hasta que los árabes habían sido expulsados de España. Comenzó con el bautismo forzado de los árabes, obligándolos a convertirse al cristianismo, y luego la Inquisición determinó que muchos de los que habían sido bautizados debían ser condenados a la hoguera y “purificados por el fuego”, porque en realidad nunca habían abandonado su religión y su conversión al cristianismo no era sincera. Esto naturalmente fue una estrategia de persecución y terror psicológico, que continuó de forma solapada, porque no era posible condenar a la hoguera a millones de árabes de una sola vez.
El “piadoso” cardenal de Toledo, que fue la cabeza de la Inquisición en esa época, aconsejó cortarles la cabeza a todos los árabes que no se hayan convertido al cristianismo, fueran hombres, mujeres, ancianos o niños. El monje dominicano Baleda consideraba que esto no era suficiente, y recomendaba que los árabes que se habían convertido al cristianismo también debieran ser decapitados, al igual que los que seguían considerándose musulmanes. Su razón para esto fue que era imposible saber si los árabes que se habían convertido al cristianismo eran realmente sinceros o no, y que por lo tanto era preferible asesinarlos a todos, y que Dios juzgue entre ellos en el Más Allá, enviando al Infierno a aquellos cuya conversión al cristianismo no había sido sincera. La misma lógica y métodos se aplicaron también a los judíos.
Sólo podemos admitir que no podemos encontrar conquistadores tan criminales y aberrantes por su apología ideológica del genocidio como estos”. Hadárat al-‘Arab, pág. 270-272.
Cualquiera que piense con cuidado acerca de estos y otros hechos históricos, descubrirá fácilmente que el terrorismo no tiene que ver con ninguna religión, y que así como los cristianos, los judíos, o los hindúes fueron víctimas y partícipes de actos terroristas, también los musulmanes lo han sido. ¿Cuándo despertará la gente y verá la realidad? ¿Cuándo los negligentes prestarán atención y tomarán conciencia?
A este director, que propone que el Sagrado Corán es un libro terrorista cuando cita algunos de sus versos fuera de contexto, nosotros lo invitaríamos a que analicemos con la misma lógica las cosas que pueden leerse en la Biblia. Según la versión actual del Antiguo Testamento, Dios le dijo a Moisés en Deuteronomio 20:10, 16-17:
“Cuando marches para atacar una ciudad hazle a su gente una oferta de paz… Sin embargo, en las ciudades de las naciones Dios, tu Señor te las concede como una herencia, por lo tanto no dejes vivo a nadie que respire. 17. Destrúyelos completamente, a los hititas, a los amoritas, a los cananitas, a los perizitas, a los hivitas y a los jebusitas, como Dios tu Señor te ha ordenado”.
Y veamos lo que dice también el Nuevo Testamento. En Mateo 10:34-36, se afirma que Jesús (la paz sea con él) dijo:
“No crean que yo he venido a traer paz a la Tierra. No he venido a traer la paz sino la espada. 35. Yo he venido a volver al hombre contra su padre, a la hija contra su madre, y a la ahijada contra su madrastra. 36. Los enemigos de un hombre serán los miembros de su propia casa”.
Para más información, consulta la obra As-Saif Baina al-Qur’án wa al-Kitab al-Muqaddas, por el Dr. Habib ‘Abd el-Malik
http://www.elforkan.com/7ewar/showthread.php?t=7597
En noveno lugar, lo que los musulmanes deben hacer es lo siguiente:
1 – No causar problemas en los países donde residen, como demostraciones violentas que resulten en la destrucción de propiedades o en el derramamiento de sangre.
2 – Remitir el asunto a los eruditos de su comunidad, para que traten con él de la forma más sabia.
3 – Esforzarse en apegarse a las normas del Islam tanto en palabras como en actos, de una forma honorable que deje sin argumentos a quienes odian al Islam y a los musulmanes.
4 – Convocar a la gente al Islam con sabiduría y prudencia, distribuyendo material informativo como traducciones del Sagrado Corán y literatura islámica, y buscando la ayuda de organizaciones islámicas y eruditos para ello.
Y Dios es la fuente de toda guía.