Alabado sea Dios.
La unidad absoluta de Dios (en árabe, ‘tawhid’), que es lo que afirmamos con la frase “La iláha ílla Allah” (No hay más divinidad que Dios), es el concepto más grandioso del universo. Porque toda la creación proviene de Él, y Él es Quien envió a los mensajeros y reveló los libros sagrados. Es un concepto de piedad, el fundamento de la verdadera fe y base de todas las creencias sanas, y es el salvavidas al cual si uno se aferra, no se extraviará en este mundo ni en el Más Allá, pues quien muera con su fe puesta en ello será bendecido con una bendición después de la cual no hay retorno. Las virtudes de este concepto y su importancia en el Islam están por lejos más allá de toda descripción.
Se registró que Yábir Ibn ‘Abd Allah (que Dios esté complacido con él) dijo: “Oí al Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) decir: “El mejor recuerdo es “No hay más divinidad que Dios”, y luego “Alabado sea Dios”. Registrado por At-Tirmidi (3383), quien dijo: “Es aceptable pero extraño”. Registrado también por An-Nasá'i en As-Sunan al-Kubra (6/208); él lo incluyó en un capítulo titulado “Afirmar que “No hay más divinidad que Dios” y alabar a Dios, glorificado y exaltado sea, son las mejores formas de recordarlo”. Clasificado como bueno por Al-Háfiz Ibn Háyar en Natá'ich al-Afkar (1/63), y por el shéij Al-Albani en Sahih at-Tirmidi.
Al-Mubarakfuri (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“Es así porque afirma la unidad absoluta de Dios, y no hay nada como la unidad absoluta de Dios. Es lo que diferencia la verdadera fe de la incredulidad. Y porque esta frase concentra toda nuestra mente en Dios, con la exclusión de todo lo demás. Es más purificadora para el alma y el corazón, y más efectiva en disuadir las malas inclinaciones del ego y mantener a Satanás a raya”. Tuhfat al-Ahwadi, 9/325.
Por lo tanto, el más exitoso entre la gente de este mundo es quien se aferra frecuentemente al significado de estas palabras, en todo tiempo y en todo lugar, y cuya lengua y corazón nunca cesan de repetirlas, recordando y ponderando su significado, y teniendo siempre en mente sus objetivos.
Estas palabras están entre las oraciones para rememorar a Dios sobre las cuales no hay ningún reporte que indique que es recomendable recitarlas en un momento o lugar específico, sino más bien los reportes hablan en términos generales, para que el musulmán pronuncie estas palabras en cualquier situación, cuando está ocupado, cuando tiene tiempo libre, cuando va a dormir y cuando se va a levantar, cuando está en su hogar y cuando está viajando, cuando reza durante el día o por la noche, ayunando, realizando la peregrinación mayor o menor, sentado o de pie. Si puede decir estas palabras con cada aliento que toma, entonces será de los victoriosos.
Ibn Háyar al-Haizami (que Allah tenga misericordia de él) dijo:
“El mejor recuerdo de Dios para el cual el Legislador no designó una circunstancia o momento particular es recitar el Corán, y luego las palabras “la iláha ílla Allah” (No hay más divinidad que Dios), a causa del reporte que dice: “La mejor oración para recordar a Dios es “No hay más divinidad que Dios”. Fin de la cita de Al-Fatáwa al-Hadizíyah, p. 109.
De cualquier forma, hay diversos reportes que encomiendan recitar esta oración especialmente en situaciones o momentos específicos (sin restringirse a ellos), incluidos los siguientes:
1 – Después de la ablución:
“No hay entre ustedes quien realice la ablución menor, y la realice bien hecha, y luego diga “Atestiguo que no hay más divinidad que Dios y que Muhámmad es Su Siervo y Enviado”, sin que ocho puertas del Paraíso se abran para él, e ingrese por la que desee”. Narrado por Muslim (234), del reporte de ‘Uqbah Ibn ‘Amir (que Dios esté complacido con él).
2 – “Quien se dé vuelta por la noche y diga “No hay más divinidad que Dios, solamente, sin asociados, Suyo es el reino y la alabanza, y el destino de todas las cosas está en Sus manos. Alabado y glorificado sea Dios, no hay más divinidad que Dios, Dios es el Más Grande, no hay poder ni gloria excepto en Él” (La iláha illa Allah wáhdahu laa sharíka lah, lahu ul-mulku wa lahu al-hámd, wa húwa ‘ala kúlli shái in qadír. Al hámdu lilláh wa subhana Alláh wa la iláha illa Allah wa Alláhu ákbar, wa la háwla wa la qúwwata ílla Billáh), y luego diga “Dios nuestro, perdóname” (Allahúmma igfirli), su oración será concedida. Y si hace la ablución y reza, su oración será aceptada”. Registrado por Al-Bujari (1154), del reporte de ‘Ubáda Ibn as-Sámit (que Dios esté complacido con él).
3 – Al comienzo del día:
“Quien diga “No hay más divinidad que Dios, solamente, sin asociados, Suyo es el reino y la alabanza, y el destino de todas las cosas está en Sus manos” (La iláha illa Allah wáhdahu laa sharíka lah, lahu ul-mulku wa lahu al-hámd, wa húwa ‘ala kúlli shái in qadír) cien veces en un día, tendrá una recompensa equivalente a la de haber liberado diez esclavos, se le registrarán cien bendiciones, se le borrarán cien malas obras de su registro, y será protegido de Satanás durante el día, hasta que llegue la noche. Nadie podrá lograr algo mejor que eso excepto quien haga más. Y quien diga “Glorificado y alabado sea Dios” (Subhána Allah wa bi hámdih) cien veces, por la mañana y por la noche, sus pecados le serán borrados aun si fueran como la espuma del mar”. Registrado por Al-Bujari (3293) y Muslim (2691), del reporte de Abu Hurairah.
4 – Luego de decir el salam al final de la oración:
El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía decir luego de cada oración, después de decir el salam: “No hay más divinidad que Dios, solamente, sin asociados, Suyo es el reino y la alabanza, y el destino de todas las cosas está en Sus manos. Dios nuestro, nadie puede retener lo que Tú has dado, y nadie puede dar lo que Tú has retenido, y ninguna riqueza o majestad puede salvar a nadie de Ti, porque Tuya es toda riqueza y majestad” (La iláha illa Allah wáhdahu laa sharíka lah, lahu ul-mulku wa lahu al-hámd, wa húwa ‘ala kúlli shái in qadír. Allahúmma la máni‘ lima a‘táita wa la mu‘ti lima mana‘ta wa la ianfa‘ dha al-yádd minka al-yádd). Registrado por Al-Bujari (6330) y Muslim (593).
5 – En momentos de angustia y dificultad:
El Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía decir en tiempos de dificultades: “No hay divinidad excepto Dios, el Omnipotente, el Tolerante; no hay más divinidad que Dios, Señor del Poderoso Trono; no hay más divinidad que Dios, Señor de los Cielos y la Tierra, Señor del Noble Trono” (La iláha ílla Allah al-‘Adhím al-Halím, la iláha ílla Allah Rább al-‘Arsh al-‘Adhím, la iláha ílla Allah Rább us-samáwaati wa Rább ul-‘árd, wa Rább ul-‘Arsh il-Karím). Registrado por Al-Bujari (6345) y Muslim (2730), del reporte de Ibn ‘Abbás (que Dios esté complacido con él).
6 – En el día de ‘Arafah.
“Lo mejor que el resto de los profetas y yo hemos dicho en la tarde del día de ‘Arafah es “No hay más divinidad que Dios, solo y sin asociados, Suyo es el reino y toda alabanza, y en Sus manos está el destino de todas las cosas” (La iláha illa Allah wáhdahu laa sharíka lah, lahu ul-mulku wa lahu al-hámd, wa húwa ‘ala kúlli shái in qadír). Registrado por At-Tirmidi en Fádl ‘Ashar di il-Híyyah. Clasificado como auténtico por Al-Albani en As-Sílsilah, 1503.
También se ha registrado que se recomienda decir esta oración en algunos reportes algo débiles, pero que aun fueron clasificados como aceptables o buenos por algunos eruditos. Entre estos se incluyen los siguientes:
a) Se registró que Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Renueva tu fe”. Le preguntaron: “Oh, Mensajero de Dios, ¿cómo podemos renovar nuestra fe?”. Respondió: “Digan abundantemente: “No hay más divinidad que Dios”. Musnad Áhmad (2/359); clasificado como auténtico por Al-Hákim en Al-Mustádrak (4/285); clasificado como bueno por Al-Mundiri en At-Targíb wa at-Tarhíb (2/342). Fue clasificado como débil por Al-Albani en As-Sílsilah ad-Da’ífah (no. 896).
b) Se registró que Abu Hurairah (que Dios esté complacido con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Reciten frecuentemente el testimonio de fe (“No hay más divinidad que Dios”), antes de que ya no puedan hacerlo (a causa de la muerte)”. Registrado por Abu Ya’lah en Al-Musnad (11/8). Al-Háfiz Ibn Háyar dijo en Al-Futuhat ar-Rabbaníyah (4/110): “Es aceptable pero extraño”. Fue clasificado como bueno por el shéij Al-Albani en As-Sílsilah As-Sahihah, no. 467.
El Imam Al-Mundiri recopiló los reportes que hablan sobre las virtudes de decir “No hay más divinidad que Dios” en su libro At-Targíb wa at-Tarhíb (2/265-271).
Ver también: Fáth al-Bári, 11/207; un ensayo titulado Kalimat al-Ijlás wa Tahqiq Ma’níha, por Al-Háfiz Ibn Ráyab al-Hánbali (que Allah tenga misericordia de él); el libro Fiqh al-Ad’íyah fi al-Fárd wa al-Adkár (1/167-179); un ensayo titulado Ma’na la iláha ílla Allah wa Muqtadáha wa Asaura fi al-Fárd wa al-Muytama, por el shéij Sálih al-Fawzán, publicado en Mayállat al-Buhuz al-Islamíyah (Ed. No. 13).
Y Allah sabe más.