Alabado sea Dios.
Los estudiosos (que Allah esté complacido con ellos) interpretaron la palabra ruqam de dos maneras:
(i) En referencia a las imágenes en alfombras y artículos similares, sobre los cuales se camina y no son tratados con respeto como los almohadones. Esto está permitido, porque el Mensajero (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) lo permitiَ. Lo que debe quedar claro es que lo permitido es su uso, no la creaciَn o fabricaciَn de imágenes.
(ii) Se refiere a la decoraciَn en prendas de vestir, y que no sean retratos o imágenes. Las prendas de vestir decoradas están permitidas y no entran bajo la regla de las imágenes. Lo que sí está prohibido son las imágenes de seres animados, sean o no humanos, porque fue narrado que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) vio a ‘Aa’ishah con una prenda en la que había una imagen. Se enfureciَ y la rompiَ en pedazos diciendo: “Quienes hacen estas imágenes serán castigados el Día de la Resurrecciَn, y les dirán: ‘Denle vida a lo que han creado’. ‘Aa’ishah dijo: Entonces hice con ella dos almohadas en las que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) se pudiera recostar. Al-Nasaa’i narrَ con un sahih isnaad de Abu Hurayrah (que Allah esté complacido con él) que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) tenía una cita con el ángel Yibril, y como se retrazَ, saliَ y lo encontrَ esperando afuera. Yibril le dijo: “En la casa hay una estatua, una cortina con imágenes, y un perro. Ve y rompe la cabeza de la estatua para que parezca un árbol, y haz dos almohadas con la cortina para que las pongas en el piso y las pises, y echa el perro a la calle”. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah desciendan sobre él) así lo hizo, y Yibril (que la paz sea con él) entrَ. Abu Hurayrah dijo: El perro era un cachorro que estaba debajo de una cama en la casa, y lo habían traído al-Hasan y al-Husayn.