Alabado sea Dios.
En primer lugar, la riqueza puede ser una bendición si se utiliza para fines que agraden a Al-lah, y para ayudar a obedecer a Al-lah. Puede ser una calamidad si se usa para fines malvados, o si nos vuelve orgullosos y arrogantes, o nos distrae de obedecer y recordar a Al-lah.
Por eso, hay advertencias sobre la fitnah (tentación) de la riqueza, porque usualmente hace que uno transgreda y se olvide (del Otorgador), y son pocos los que le dan a Al-lah, Glorificado sea, Sus derechos sobre ella. Al-lah, Glorificado sea, dice, explicando que las pruebas pueden venir en forma de cosas buenas y bendiciones, así como pueden venir en forma de cosas malas y calamidades, (lo que en español se interpreta así): {… Los pondré a prueba con cosas malas y cosas buenas, pero finalmente volverán a Mí para ser juzgados} [Corán 21:35].
Y el Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: "Por Al-lah, no es la pobreza lo que temo para ustedes, más bien lo que temo para ustedes es que las riquezas mundanas les sean dadas como les fueron dadas a aquellos que vinieron antes que ustedes, y que compitan por ellas unos con otros como ellos compitieron unos con otros, y que sean destruidos como ellos fueron destruidos” (narrado por Al Bujari, 4015; y Muslim, 2961).
Muslim (2742) narró de Abu Sa'id Al Judri (que Al-lah esté complacido con él) que el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: "Este mundo es dulce y verde, y Al-lah los hará sucesivas generaciones en él, así que miren lo que hacen. Cuídense de este mundo y cuídense de (la fitnah de) las mujeres, porque la primera fitnah (prueba) entre los Hijos de Israel tuvo que ver con las mujeres".
A quien Al-lah, Glorificado sea, le permita ganar riqueza de fuentes lícitas, y la gaste de manera apropiada, y se esfuerce por usarla en hacer actos de obediencia y actos que lo acerquen a Al-lah, entonces en su caso la riqueza es una bendición, y merece ser envidiado por ella (de buena manera), como dijo el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él): "Qué buena es la riqueza lícita para un hombre recto" (narrado por Ahmad, 17096; clasificado como sahih por Al Albani en Sahih Al Adab Al Mufrad, 299).
Y él (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: "No hay causa para la envidia excepto en dos casos: un hombre a quien Al-lah le da riqueza y le permite gastarla apoyando de la verdad, y un hombre a quien Al-lah le da sabiduría y él gobierna de acuerdo con ella y la enseña" (narrado por Al Bujari, 73; y Muslim, 816).
Segundo, las formas de gastar la riqueza de buena manera son muchas e incluyen: construir mezquitas, dar caridad, amparar a los huérfanos, ayudar a los enfermos y necesitados. También incluyen traer felicidad a la propia familia, hijos y parientes; usarla para realizar el Hayy y la 'Umrah repetidamente; establecer escuelas para enseñar la memorización del Corán y enseñar el conocimiento; dar préstamos a los necesitados; dar más tiempo a los deudores que están en dificultades para pagar sus deudas; contribuir en proyectos caritativos que beneficiarán a la Ummah, como canales satelitales serios, sitios web beneficiosos, y otras formas de hacer el bien, cuyo número nadie conoce excepto Al-lah. Lo que importa es que el donante entienda que su verdadera riqueza es la que da por Al-lah, porque encontrará sus buenos frutos después de morir. En cuanto a la riqueza que conserva, no es su riqueza en el verdadero sentido de la palabra, sino la riqueza de sus herederos. Este significado es lo que fue narrado por Al Bujari (6442) de 'Abdul-lah Ibn Mas'ud (que Al-lah esté complacido con él), quien dijo: “El Profeta (que la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él) dijo: "¿Para quién de ustedes es más querida la riqueza de su heredero que su propia riqueza?". Dijeron: “Oh, Mensajero de Al-lah, para todos nosotros nuestra riqueza es la más querida”. Dijo: "Ciertamente, su riqueza (real) es la que ya gastó, y la riqueza de su heredero es la que guarda".
Tercero, con respecto a las formas de hacer que la riqueza prospere y crezca, este es un asunto sobre el cual se debe consultar a especialistas, pero podemos darle algunas pautas generales al respecto, que incluyen lo siguiente:
1. Preguntar e indagar sobre la permisibilidad de la transacción o método de inversión antes de iniciarlo.
2. Evitar poner el dinero en bancos basados en la riba y no dejarse engañar por quienes emiten fatwas afirmando que hacerlo es permisible, porque la riba es una de las causas de la ira divina y de la pérdida de la barakah (bendición), y quien se involucra en ella está en guerra contra Al-lah y Su Mensajero.
3. Evitar los asuntos dudosos.
4. Comprender el peligro que la riqueza haram supone para uno mismo, su familia y su descendencia.
5. Ser prudente y cuidadoso, y no dejarse engañar por programas que pretenden reportar ganancias rápidas, sin estudiarlos ni examinarlos.
6. Ser cuidadoso para evitar malgastar esta bendición dándola a quienes no son dignos de confianza.
7. Ceñirse a la honradez, la honestidad y la transparencia, y evitar el engaño y el secretismo. Estos son algunos de los medios para alcanzar la barakah (bendición), obtener ganancias y ganar una recompensa, como dijo el Profeta (la paz y las bendiciones de Al-lah sean con él): "Si ellos [las dos partes de una transacción] son honestos y revelan cualquier defecto, su transacción será bendecida; pero si mienten y ocultan defectos, la bendición de su transacción será borrada" (narrado por Al Bujari, 2097; y Muslim, 1532).
Le pedimos a Al-lah que bendiga su riqueza para usted, y que le permita hacerla crecer y usarla de manera que Le complazca.
Y Al-lah sabe más.