Alabado sea Dios.
Le preguntaron al Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) acerca de las normas sobre tomar cabello de la nuca y transplantarlo al punto afectado: “Sí, es permisible, porque cae bajo las normas de restaurar lo que Dios ha creado, o corregir un defecto físico. No cae bajo la denominación de cirugía estética prohibida ni de agregar algo antinatural a la creación de Dios, ni a desfigurarla. Más bien, es restaurar algo que se ha perdido y corregir una falta. Es bien sabido en la historia de los tres hombres, uno de los cuales era calvo y dijo que deseaba que Dios le devolviera su cabello, que el ángel tocó su cabeza y Dios le devolvió su cabello, un cabello hermoso. Al-Bujari, 3464; Muslim, 2964.