Alabado sea Dios.
Al-Nawawi dijo:
“La persona enferma debería esforzarse por tener una buena actitud y evitar discutir y disputar asuntos mundanos. Debería recordar que este es el fin de su tiempo para realizar tareas que agraden a Allah, y debería culminarlo con buenas acciones. Debería buscar el perdَn de su esposa, hijos y familia, vecinos y amigos, y de todos aquellos con los que ha tratado o de quienes era amigo, o con quien tenía algْn tipo de conexiَn, y asegurarse de que no tengan nada en contra suyo. Debería abocarse a la lectura del Corán, la recitaciَn del Dhikr, a leer relatos acerca de lo piadosos y de su situaciَn al momento de su muerte. Debería rezar periَdicamente, evitar la impureza (nayaasah) y cuidar sus deberes religiosos. No debería aceptar el consejo de quienes quieren alejarlo de estas cosas, porque es algo por lo que será evaluado, y la persona que trata de hacer esto es un amigo ignorante o un enemigo secreto. Debería aconsejar a su familia para que soporte su pérdida con paciencia y no lo lamenten o lloren en exceso. Debería aconsejarles que no hagan ninguna de las innovaciones que se acostumbran hacer en los funerales. Debería pedirles que hagan du’a por él. Y Allah es quien nos da la fortaleza.