Alabado sea Dios.
En primer lugar, es permisible participar en el sacrificio de un camello o vaca. Y es permisible también que siete personas compartan el sacrificio de uno de estos animales, por su gran tamaño. Se ha probado que los compañeros del Profeta Muhámmad (que Dios esté complacido con ellos) compartían un sacrificio durante la peregrinación, siete compartían el sacrificio de un camello o vaca, durante la peregrinación mayor o menor.
Muslim (1318) transmitió que Yábir ibn ‘Abd Allah (que Dios esté complacido con él) dijo: “En el año de Hudaibiyah ofrecimos el sacrificio con el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), un camello a nombre de siete, y una vaca a nombre de siete”.
De acuerdo a otro reporte: “Salimos con el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), ingresando a la consagración ritual para la peregrinación mayor, y el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos dijo que compartiéramos el sacrificio de vacas y camellos, siete por cada animal”.
Para más información, consulta por favor la respuesta a la pregunta No. 45757.
En segundo lugar, es parte de la Tradición Profética comer del sacrificio, pero no es obligatorio, de acuerdo a la mayoría de los juristas.
En Zaad al-Mustaqni dice: “Es parte de la Tradición Profética comer un tercio, dar otro tercio como regalo, y otro tercio en caridad”.
El Shéij Muhámmed ibn al-‘Uzaimín (que Allah tenga misericordia de él) dijo en su comentario sobre esto: “Las palabras “Es parte de la Tradición Profética comer un tercio, dar otro tercio como regalo, y otro tercio en caridad” significan que este fue el ejemplo del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), pero no que constituyen algo obligatorio e inamovible. Más bien, significa que es recomendable dividir la carne en tres, comiendo un tercio, regalando otro, y dando otro en caridad.
La diferencia entre regalar y dar en caridad es que lo que se da como regalo no necesariamente se le entrega a alguien necesitado de la comida, sino como un acto de amistad, como dice el reporte “Dad los unos a los otros y amaos los unos a los otros”. Y lo que damos en caridad es para atender las necesidades de los pobres, y esto es otra forma de acercarse a Dios. Basándonos en esto, la caridad se da al necesitado, y el regalo se da al amigo, aunque no esté particularmente necesitado de la comida.
Dividirlo en tercios es entonces una forma de que todas las personas circundantes, sin importar su clase social, se beneficien del animal que ha sacrificado. Comer de ello está mencionado en primer lugar en el verso en que Dios dijo (traducción del significado):
“Comed, pues, de ellas, y dad de comer al indigente y al pobre” (Al-Hách, 22:28).
Con respecto a las palabras “es parte de la Tradición Profética comer”, no indican que si uno diera todo en caridad estaría cometiendo un pecado. No hay nada de malo con eso. Esto se basa en el hecho de que comer del propio sacrificio es lo que hizo el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), según el punto de vista de la mayoría de los eruditos.
Algunos de los eruditos han dicho que comer del animal que se
ha sacrificado es obligatorio, y que quien no lo hace está pecando, porque
Dios nos lo ha encomendado y eso tiene precedencia sobre la caridad. Y
porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con
él), durante la peregrinación de despedida, ordenó que se tomara una pieza
de carne de cada animal ofrecido en sacrificio y fuera colocado en una olla
y cocido, y luego él comió un poco de su carne y bebió un poco de su caldo.
Estos eruditos afirmaron entonces que hacer el esfuerzo de tomar cien piezas
de cien camellos sacrificados y cocinarlas en una olla y comer de ello,
indica que lo encomendado en el verso es obligatorio, porque esto cae bajo
la denominación de disfrutar de las bendiciones de Dios, y por lo tanto está
incluido en las palabras del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones
de Allah sean con él): “Los días de Tashríq (11, 12 y 13 del mes de la
peregrinación, Dul Híyyah), son meses para comer, beber y rememorar a Dios,
glorificado y exaltado sea”.
Cual fuera el caso, el musulmán no debería abstenerse de comer de la carne del animal que ha ofrecido en sacrificio”. Fin de la cita de Ash-Shárh al-Mumti’, 7/481.
Si el asunto es como describes, y será difícil sacrificar siete vacas en un día pues cada uno quiere tomar su parte de la carne el mismo día, entonces no hay nada de malo en eso. Entonces deberían sacrificar los animales que se puedan, y luego que cada uno tome una parte de la carne. Para aquellos cuyas vacas no pudieron ser sacrificadas en el primer día, ellos pueden tomar una parte de la carne, aunque sea un poco, cuando se hayan sacrificado sus animales en el segundo día. Pero deben prestar atención a dos asuntos:
1 – Es esencial apartar algo de la carne de cada vaca sacrificada para dar en caridad, no debe ser toda distribuida entre aquellos que ofrecieron el sacrificio, ya sea que se las sacrifique en el primero o segundo día.
2 – Es esencial especificar quién tiene parte en el sacrificio en el momento de sacrificar el animal, es decir, aclarar que la intención es sacrificar esta vaca a nombre de tal y tal, mencionándolos por su nombre. No es suficiente con sacrificar todas las vacas a nombre de todos los participantes en general, sino que es esencial identificar exactamente quiénes compartieron el sacrificio de cada animal al momento de ser sacrificado.
Y Allah sabe más.