Alabado sea Dios.
Que el ser humano fue creado de un ‘líquido insignificante’, que es el semen, es un hecho afirmado en el Sagrado Corán y confirmado por la ciencia y la experiencia. Dios dijo (traducción del significado):
“¿No os hemos creado de un líquido insignificante [el esperma]?” (Al-Mursalat, 77:20).
“Que el hombre observe de qué fue creado: 6. Fue creado de un líquido eyaculado” (At-Táriq, 86:5-6).
En ambos versos, a lo que se refiere es al semen, y de acuerdo al punto de vista más correcto entre los eruditos, el semen es puro. Su pureza está indicada por abundante evidencia textual, entre ella la siguiente:
El reporte narrado por Muslim (288) de ‘Aa'ishah (que Allah esté complacido con ella), quien dijo: “Yo solía raspar simplemente con la uña los restos de semen de la vestimenta del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y luego él rezaba con ella”. Y es bien sabido que raspar una impureza de una tela no es suficiente para removerla, lo cual indica que el semen es puro.
Otra evidencia puede encontrarse en el hecho de que el semen es el origen de los servidores sinceros de Dios, tales como los profetas y mensajeros (la paz sea con todos ellos), los mártires y la gente justa y honrada, etc. Y la sabiduría de Dios indica que el origen de estos servidores puros no puede ser impuro.
Ver Ash-Shárh al-Mumti’, 1/388.
Los eruditos del Comité Permanente de Jurisprudencia Islámica de Arabia Saudita fueron consultados: “Las ropas que se han manchado con semen, ¿son impuras?”.
Ellos respondieron:
“El principio básico sobre esto es que el semen es puro y no conocemos ninguna evidencia que sugiera lo contrario”. Fin de la cita de Fatáwa al-Láynah ad-Dá'imah, 6/416.
El shéij Ibn Taimíyah dijo:
“El punto de vista correcto es que el semen es puro. Este fue el punto de vista de los imames Ash-Sháfi’i y Áhmad, de acuerdo a los reportes bien conocidos que provienen de ellos. También se ha dicho que es impuro, pero que es suficiente rasparlo de la ropa para purificarlas, y este fue el punto de vista de Abu Hanifah y de Áhmad, de acuerdo a otro reporte.
También se dijo que debía ser lavado, y este fue el punto de vista del imam Málik.
El punto de vista correcto es el primero, porque es bien sabido que los compañeros del Profeta Muhámmad (que Dios esté complacido con todos ellos) experimentaron sueños húmedos durante el tiempo del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), y si hubiera sido impuro él les habría instruido que lo removieran de su cuerpo y ropas, como les ordenó hacerlo cuando sus ropas se ensuciaran con restos de orina o excremento, y como ordenó a la mujer menstruante limpiar los restos de sangre que quedaran en sus vestimentas. De hecho, el problema de manchar las ropas con restos de semen es para los hombres mucho más común que el problema de la sangre menstrual en las mujeres. Es bien sabido que nadie narró que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le haya ordenado a alguno de sus compañeros que lave los restos de semen de sus ropas, y por lo tanto es obvio que esto no era obligatorio para ellos. Esto es algo concluyente para cualquiera que examine este asunto”.
Fin de la cita de Maymu' al-Fatáwa, 21/604-605.
Y Allah sabe más.